One-shot

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Nadie andaba por las calles, era un día oscuro, frío y lluvioso, las pocas personas que se atrevían a salir iban tan rápido como las gotas llegando al suelo.

Se podría decir que era un día de otoño cualquiera de no ser por el hombre que se encontraba sentado bajo la fuerte lluvia en un columpio, este parecía ser una existencia menor, no era notado por nadie y menos escuchado, solo aquel que se atreviera a acercársele se daría cuenta de que estaba hundido en un mar de llanto.

Hacía tiempo que no se sentía así, su corazón, su mente estaban nublados como el cielo que lo cubría. Sus pensamientos no hacían más que torturarlo por el recuerdo de aquello que lo hacía sufrir tanto, y es que de solo recordarlo no podía hacer nada más que limitarse a llorar.

"Los tres vamos a ser felices por siempre...."

Los recuerdos no hacían más que hacerle ver que su vida ya no valía nada.

"Señor le hablamos del Hospital Central, su mujer tuvo un accidente."

Se podía observar a un hombre entrar corriendo al hospital, su cara de desesperación y tristeza en ese momento denotaba el mal momento que estaba pasando. Cuando supo en qué habitación se encontraba ella no hizo más que correr, al llegar todo lo que pudo ver era una habitación blanca en total calma, y en el medio de esta se encontraba el amor de su vida a quien jamás volvería a ver.

"Señor lo lamento mucho, ni su mujer ni el bebé pudieron sobrevivir..."

Las palabras resonaban en su cabeza mientras comenzaba a caminar hacia la calle, su única familia, aquella que él jamás pensó poder formar se había esfumado de sus manos.

"...por siempre..."

Raramente estaba sonriendo, balbuceaba mientras continuaba su camino

"Voy a ir a donde sea que estén aunque tenga que dar mi vida por ello, ustedes son mi eterna felicidad"

Hasta el finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora