Si Sam no hablaba conmigo, pues yo tampoco lo haría. Me da igual lo que pueda parecer o no, pero si ese niño no se digna ni a saludarme yo tampoco lo haré; no estaríamos en igualdad de condiciones.
Supongo que la ley de la equivalencia viene a ser lo que se dice una regla a cumplir o, en este caso, a obedecer. La ley de la equivalencia sucede:
-Si haces algo malo, te pasa algo malo; y viceversa.
-Si te pasa algo malo, te tiene que pasar algo bueno; y viceversa.
Creo que a mí ya me han pasado demasiadas cosas malas, pero la ley de la equivalencia no parece querer darse a conocer. ¡Aún no me ha pasado nada bueno, y con las cosas malas que me pasan, debería de tocarme la lotería!
Eso sí, es una suerte que mamá haya dejado de darme la lata con el rollo de que soy muy pequeña para saber lo que es el maldito amor.
Sí, sí, he dicho maldito, porque es simplemente eso. Una maldición que te enferma y te obsesiona. Una enfermiza obsesión.
Quizás por eso mi madre tenía razón. Y yo no tenía mariposas en el estómago, sino que tenía gastroenteritis. No me ruborizaba, solo tenía los calores de la fiebre. Y, además, no perdía la conciencia y la estabilidad pensando en él, solo padecía bajadas de tensión.
Así que simplemente hay dos opciones. O en un caso estoy enferma, o en el otro... enfermizamente obsesionada.
Ay, Sam, te odio.
N/A: Gif de la pequeña Sue❤
ESTÁS LEYENDO
Hard #1
ChickLitImagina por un momento que todo lo que tenías planeado en tu vida, todo lo que tenías previsto y construido; se derrumba. Que todo se derruye pedazo a pedazo y parece no haber más metas por cumplir. Que ves ante tus propios ojos como tu propio mundo...