Atrapado en reversa.

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Llovía en Seul y para él solo era la guinda de la torta que coronaba lo que había sido un pésimo día, malas calificaciones, peleas con los idiotas de sus compañeros de clases que le habían costado un labio partido y un magullón en el pómulo, se había olvidado la billetera en casa por lo que tendría que volver al apartamento a pie, bajo a lo que a su parecer era un diluvio.

Min yoongi era un joven estudiante universitario, llevaba una vida bastante normal, se independizó una vez que comenzó a estudiar, rentaba un pequeño apartamento en la cercanías de la facultad, no tenía necesidad de trabajar pues su padre corría con todos los gastos siempre y cuando el cumpliese con sus obligaciones académicas.

Allí estaba el problema odiaba estudiar economía como lo había hecho su padre, él prefería componer y dibujar sus dos grandes amores. En eso se parecía a su difunta madre quién dedicó su vida al arte y fue ese mismo amor quien la llevo a la tumba, por esa razón el padre de yoongi no aceptaba que fuese artista, además debía hacerse cargo de la pequeña compañía familiar una vez que el no estuviese.

Se adentró por una vieja calle de adoquines la cual parecía haberse detenido en el tiempo, los edificios que lo rodeaban no eran muy altos con cuatro o cinco pisos a lo más, sus paredes estaban cubiertas por ladrillos y sus balcones, aunque de época, eran bastante pintorescos.

Y allí entre los edificios como decorando tan hermosa vista estaba un pequeña tienda, desde la cual sobresalía un toldo a rayas rosado y blanco. No pudo evitar acercarse a mirar aquella tienda que en este minuto se encontraba cerrada, solo logro observar el nombre en el gran ventanal "Pastelería la Esperanza de Chim Chim"

<< Extraño nombre para una pastelería >> pensó y se dispuso a continuar con su camino, cuando de pronto sintió como chocaban contra su pecho haciéndolo caer al suelo y empapándolo aun mas de lo que estaba, miro hacia arriba enfurecido y lo primero que vio fue la delicada figura de un chico un poco mas bajo que el, con unos inexistentes ojos que lo miraban con preocupación.

- Lo siento- dijo el chico de la sombrilla.

- Fíjate por donde caminas! - respondió malhumorado.

- Lo lamento no te vi, de verdad lo siento - decía mientras daba cortas reverencias y le ofrecía su mano para ayudarlo a ponerse de pie.

- Ya da igual, de todas formas ya estaba empapado - suspiró mientras se paraba.

- Oh Dios mío! - exclamó el pequeño de cabello azabache - te haz lastimado el labio por mi culpa - dijo mientras buscaba dentro de su bolsillo con prisa.

- Esto ehh... No tranquilo me lo he hecho antes - dijo mientras frotaba su nunca.

El pequeño chico ni lo escucho, estaba demasiado concentrado buscando dentro de su bolsillo.

- Aquí tienes - dijo mientras extendió su pequeña mano con un pañuelo blanco en ella, el cual tenía bordado en una esquina dos letras de color dorado "H J" - Lo siento, tengo prisa - dijo mientras se alejaba dejándole el paraguas y el pañuelo para entrar rápidamente en la tienda que hace unos segundos estaba cerrada.

Let him go /  YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora