Después de convencer a Jaime de que lo mejor era llamar a la policia, este cedió y a los minutos la policía se encontraba rodeando la casa. A Jaime le costó mucho superar la muerte de Allison, pero al pasar los días tuvo otras prioridades: encontrar al culpable. Jaime, desesperado, culpaba a todos; incluso en un momento, creyó que yo era el responsable, inventándose razones muy tontas y sin sentido. Esto provocó un distanciamiento entre ambos, pero cuando volvió a entrar en razón, volvimos a ser amigos.
Por más que la policía investigara, no lograban dar con el nombre del sujeto que cometió el homicidio. No habían testigos, huellas dactilares o alguna pertenencia del homicida en la escena del crimen. Todo indicaba que el asesino había actuado con un cuidado excepcional, para no dejar rastros y asi no dar lugar a investigaciones que podrían terminar descubriéndolo.
Pasaban los días y nada. Cada vez que nos acercábamos a preguntar, la policía nos respondía que estaban en proceso de investigación, no tenían nada concreto. Finalmente, un día, nos llamaron de la comisaría. Lo tenían.
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Historia de un desquiciado
Short StoryLa mente humana, si se sabe aprovechar bien, siempre será de gran ayuda. Por otra parte, la mente también puede ser muy traicionera y muchas veces te puede jugar una mala pasada. A Jaime esto fue lo que exactamente lo que le sucedió.