Parte única.

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Se encontraba solitario, desolado, vacío, roto, triste...
El chico de mejillas redondas no sabe cuando fue la última vez que sonrío con sinceridad absoluta.

Pero las cosas no siempre fueron tan tristes.

Flashback.

Hace algunos años, MinSeok era un chico demasiado tímido, miedoso y que gracias a su aspecto sufría de bullying. Él creyó que toda su vida sería tan miserable, hasta que un día apareció un chico; cabello ondulado, castaño y con una particular sonrisa similar a la de un felino. No era nada más y nada menos que JongDae.

Sin saber cómo y/o porqué razón éste chico se convirtió en su mundo. Era el único que lo defendía, el único que lo apoyaba, el único que lo valoraba, apreciaba y sobre todo amaba...

MinSeok literalmente amaba todo de él. Sus guiños, sus bromas, sus brazos, sus sonrisas y aunque sonará egoísta –cosa que le importaba muy poco– quería que todo eso le perteneciera, no soportaba ver a JongDae con nadie más y al parecer el de sonrisa gatuna nunca tuvo problemas con eso.

Él se convirtió en el dueño de todas sus sonrisas. Era su gran Bendición.

Fin Flashback.

MinSeok caminaba sin rumbo y con lágrimas resbalándose por sus mejillas al recordar tantos momentos vividos como era de costumbre. Pero esta vez tenía un propósito  y fuera como fuera iba a cumplirlo.

—Suspiraba sin ganas con una sonrisa dolida en sus labios —JongDae, ¿en qué estabas pensado? ¿por qué nunca me dijiste que estabas mal? ¿no querías preocuparme? Pues felicidades, gracias a eso ya no te tengo a mi lado. —Antes de que se diera de cuenta ya estaba sollozando. —Pero, ¿por qué te estoy culpando a ti? La culpa es mía por no darme cuenta de tu situación. Sé que soy la peor persona sobre la faz de la tierra, luego de esto queda totalmente confirmado.
Si tú no estás, ¿quién será el responsable de hacerme sonreír?
Te extraño, te extraño. Te extraño como se extraña a un libro en una tarde lluviosa. Te extraño como se extraña un chocolate caliente en el desayuno. Te extraño de todas las formas habidas y por haber, y sé que tú me extrañas a mi. Pero no te preocupes prometo  que nos veremos muy, muy pronto.

Luego de pronunciar todo esto en susurros caminó ahogándose en un gran mar de lágrimas. Esa noche era una de las más frías de la época.
Caminó hasta un puente que daba a la autopista principal, la más transitada. Se sentó en el muro dejando que sus pies colgaran y que el viento helado golpeara sus mejillas, miro al cielo repetidas veces.
Miro una última vez –Te amo –Susurro al cielo, dejo caer una que otra gota salada de sus ojos y sonrío sinceramente por última vez.

Finalmente se dejo caer al vacío con la esperanza de volverse a encontrar con su Bendición.

{♡}

NOTA DE AUTOR:
Hola, ¿qué tal?
Es primer fanfic (y el último xD) denle mucho amor (si es que alguien llega a leerlo) y eso es todo, gracias. ^^


Reencuentro. »ChenMin/XiuChen.«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora