Cuando llego a bio, la mayoría de las personas ya están en sus asientos. Ese es el punto de tomar clases AP. Te ves forzado a superar a todos los otros ultra competitivos chicos, de modo que incluso si llegas temprano, sigues llegando tarde. Solo el hecho de estar en esta clase me da urticaria, y ni siquiera hemos empezado. Lauren ya está ahí, y Jon Chote y Stacy Tempeski, quienes han hecho los SAT cada año desde décimo grado. Jon es, como, un músico prodigo y dirigido lo más seguro hacia Julliard el año que viene. Stacy ganó un concurso nacional de ensayos el año pasado y llego a pasar una semana en las Naciones Unidas de Suiza. Esos son los tipos con los que tratare aquí. La Señora Barch, nuestra maestra, es el tipo de mujer con el que no te gustaría meterte. Creo que en realidad era un médico de investigación. Es probable que en sus cuarenta y tantos años, por lo que alguien en la escuela haya descubierto, no tiene marido ni hijos ni nada. Así que se puede ver pro que la Biología es importante para ella. Si le gustas, estas dentro, no hay problema, pero si no lo haces, te hará la vida imposible. Y no creo que yo este exactamente en la parte superior de su lista. La he tenido antes, y no ha ido exactamente bien. Me siento junto a Lauren, que ya tiene su cuaderno abierto. Está lleno de cuadros y gráficos y cosas escritas en los bordes con bolígrafos de colores.
—¿Eso son deberes? —le pregunto.
Ella entrecierra los ojos hacia mí—. ¿Deberes?
Señalo su libreta.
—Oh —murmura Lauren—. No, solo trato de comenzar bien. —ella saca un bolígrafo y empieza a copiar el programa de la Sra. Barch colocado en la pizarra.
—Hola, cariño. ¿Me has echado de menos? —levanto la mirada para ver a Harry cayendo en el asiento junto al mío.
—¿Qué haces, me acechas?
—No te hagas ilusiones. —él coge su programa de estudio y apunta bio. - Ves, soy legal.
—He oído que los has falsificado.
—¿Falsificado?
—O cambiado, lo que sea.
Harry levanta las cejas—. ¿Has estado preguntando por mí, eh?
—Eres perverso.
Suspira y saca un cuaderno en espiral—. ¿Tenemos que estar siempre peleando?
—¿Siempre tienes que ser tan insoportable?
Él parece hacerse más toxico con el paso de los años. No es que Harry y yo hayamos sido amigos, pero por lo general no me elegiría para descargar en mi mucha tortura. Me preocupa que se esté obsesionando conmigo, pero no puedo imaginármelo preocupándose demasiado por algo.
A la Sra. Barch le gusta empezar la clase con un aplauso. Lo recuerdo porque tuve química con ella en décimo grado.
—Estas clases no son para el examen –comienza la Sra. Barch.
—Sí, claro –murmuro.
—Estamos aquí para aprender los conceptos avanzados de la biología, no para dominar una prueba de tres horas. Va a ser difícil, pero es algo que vale la pena. Espero que esten aquí a tiempo y listos para trabajar.
Jon y Stacy ya están garabateando furiosamente en sus cuadernos. Recojo mi bolígrafo, pero no tengo ni idea de que podría escribir. “¿No llegues tarde a clase?” ¿No es eso algo obvio? La Sra. Barch aplaude de nuevo y nos dice que quien quiera que esté sentado junto a nosotros será nuestro socio biológico durante el resto del año. Ella nos va agrupando, y yo termino con Harry. Tiene que estar bromeando, pero creo que la Sra. Barch me envía una mirada de disculpa. Punto divertido: Incluso los profesores creen que Harry es una sanguijuela.