Ese mediodía, cuando las clases de la mañana terminaron, Kyuhyun, Yesung y Ryeowook se fueron a la cantina de la universidad en busca de su comida. Los menores charlaban tranquilamente mientras Yesung observaba con curiosidad y cautela su alrededor. No es como si alguien fuese a atacar al chico en medio de la cantina, pero él había visto cosas peores y toda precaución era poca.
Cuando tuvieron sus comidas en las bandejas, buscaron una mesa en la que sentarse. Kyuhyun quería sentarse junto a la pared cristalera que daba a uno de los jardines del campus, pero Yesung se lo impidió agarrándole del brazo y haciéndole retroceder hasta una mesa más apartada al ver sus intenciones.
―¿Qué pasa? ―cuestionó el menor sacudiendo su brazo para soltar el agarre del mayor.
―Las ventanas son peligrosas ―le advirtió Yesung empujando su hombro para hacerle sentar en la silla de la mesa que él había escogido.
Kyuhyun rodó los ojos, ese nuevo guardaespaldas se pasaba de precavido.
―¿Peligrosas? ―cuestionó Ryeowook confundido sentándose a su lado.
Kyuhyun le miró retadoramente, a ver qué se le ocurría ahora al guardaespaldas para explicar su actitud ante su amigo sin descubrir el pastel. Yesung le devolvió la sonrisa.
―Tiene la piel muy delicada ―explicó Yesung señalando a Kyuhyun mientras se sentaba frente a él―. Es tan pálido que se quema incluso con los rayos del Sol que atraviesan el cristal de la ventana ―apuntó sonriendo.
Y Ryeowook rompió a reír. Yesung le siguió en las carcajadas y rió más fuerte al ver la cara de odio con la que Kyuhyun le miraba. Sí, definitivamente iba a divertirse mucho fastidiando al chiquillo.
―¿Qué es tan gracioso? ―cuestionó otro rubio llegando junto a ellos.
―El primo de Kyuhyun ―respondió Ryeowook haciendo una señal con la cabeza hacia el mayor.
―¡Oh! ―se sorprendió el recién llegado―. ¿Primo de Kyuhyun? ―preguntó tendiéndole una mano al mayor―. Soy Sungmin ―se presentó―. Mejor amigo de tu primo.
Yesung le estrechó la mano un tanto sorprendido por su actitud.
―Sungmin ha estado viviendo en Londres durante unos años ―explicó Ryeowook―, se ha "occidentalizado" un poco ―comentó sonriendo.
El tal Sungmin le miró confundido ladeando la cabeza hasta que se dio cuenta de la mano que aún mantenía sujeta con la de Yesung.
―¡Ah! ―conprendió soltando de golpe la mano―. Es verdad ―aceptó y se inclinó a modo de saludo―. Perdona ―se disculpó―, aún no me acostumbro.
―No importa ―aceptó Yesung.
El chico le sonrió y se sentó a su lado, frente a Ryeowook.
―¡Oh, Kyuhyun! ―llamó Sungmin de repente―. ¿Cómo fue al final con Changmin? ¿Mojaste?
Kyuhyun empezó a toser escandalosamente escupiendo la bebida que tenía a medio tragar y Ryeowook empezó a palmearle la espalda.
―¡Hyung! ―le regañó Ryeowook―. ¡No saques ese tema ahora!
―¿Por? ―cuestionó extrañado.
Miró confundido a Kyuhyun y después a Yesung y en ese momento se percató de algo.
―¿No me digas que no lo sabe? ―preguntó abriendo los ojos sorprendido―. Kyuhyun, tu primo debe saber que eres gay ―le medio regañó.
Kyuhyun seguía tosiendo escandalosamente, luchando en busca de aire y su hyung no dejaba de decir estupideces.
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Desbarataste mi mundo por un golpe del destino
FanfictionTras la llamada de su antiguo jefe ofreciéndole un nuevo trabajo, Yesung se dirige a su encuentro con la firme intención de darle una negativa. Sin embargo, el destino caprichoso sorprende al moreno con una propuesta mucho más alentadora de lo que e...