El invierno cayó en Howgarts como un pesado manto blanco que no perdonaba a nadie. Tanto alumnos como estudiantes sufrieron las consecuencias de aquel especialmente crudo invierno. Refugiados en su sala común, los Gryffindor de todos los cursos se frotaban las manos y bebían chocolate caliente por cortesía de James Potter en un caldero sobre el fuego.
Sonrío mientras Sirius me pasa una taza de cacao. Creo que soy la única persona que lleva puesta solamente la camisa del colegio y encima arremangada.
-¿Qué pasaría si entrara ahora Dumbledore por la puerta? -pregunto oliendo el agradable aroma dulzón.
A mi lado, Black se acomoda en el sofá y se arropa con dos mantas. Parece una mariposa en el capullo y me dan ganas de abrazarlo.
-James, ¿Te acuerdas de lo que dijo Dumbledore sobre nuestro chocolate el año pasado? -le pregunta a Potter soplando de vez en cuando su taza.
James sonríe al recordarlo mientras le sirve una taza a una niña de primero, la cual se queda prendada de su sonrisa.
-Dijo "mis felicitaciones al chef, ¿Dónde guardáis el azúcar? Esto necesita otro terrón".
Lupin sonríe discretamente desde su sitio sin levantar la mirada de su libro de Adivinación.
-Un gran hombre. -concede Sirius sorbiendo de la taza- Ojalá hubieras visto el silencio que se hizo en la sala. Creíamos que nos iba a cerrar el puesto.
-Sí, y luego vino a por otra taza para Sprout. -rió Peter mojando galletas en el chocolate.
Sin previo aviso, alguien se apareció en recibidor sobresaltándonos a todos.
-Me alegra ver que este año hay algo de acompañamiento.
El director sonreíe afablemente a través de su larga barba blanca y sus gafas de media luna. Cruza las manos a la espalda, pero aún así se puede ver que la túnica que porta es fina y liviana del más puro color gris perla.
Se acerca a nosotros, aún sonriendo, y miro a Sirius en busca de apoyo. Le mira con admiración y no tanta sorpresa como yo esperaba.
Cuando vuelvo a mirar al director, estaba parado delante mío.
-Señorita Aerys, ¿No tiene frío?
De nuevo, me percato en que pese a estar el hogar encendido a toda máquina, los estudiantes llevan incluso las bufandas puestas y que yo llevo el uniforme de verano.
-No se preocupe. -contesto.- Cuando nieva en mi casa dormimos sobre la nieve. Estoy hecha para el frío.
Vuelve a sonreír, pero de manera peculiar.
-¿Y usted, señor Black? ¿Está disfrutando de su merienda?
Sirius asiente con la nariz y las mejillas rosadas mientras sostiene la taza por debajo de las mantas.
-Señor Potter, ¿Me dejaría probar el chocolate de este año? Espero no haberme perdido los anteriores.
Dumbledore le acerca su propia taza y James la sirve sonriente.
-Podría pedirle a la cocina que me sirviera una taza, pero opino que es mejor cuando se hace personalmente. Adquiere ese regustillo a clase de pociones.
Prueba la bebida, paladeándola en frente de sus expectantes alumnos en busca de un veredicto. Cierra los ojos e inclina la cabeza ligeramente hacia atrás. Luego hace girar la taza y observa su color.
-Mis felicitaciones de nuevo, señor Potter. Debería dedicarse usted a ésto. Ah, señor Pettigrew, deme una galleta si es tan amable.
Se sirve una segunda taza por si mismo y nos guiña el ojo dirigiéndose a la salida.
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{Sirius Black} Un ángel en Hogwarts. TERMINADA.
Fiksi PenggemarLevanté la vista y me topé con unos ojos negros como la noche sin luna. Contuve el aliento. Todo mi mundo se paralizaba entre nosotros. La criatura más hermosa que había podido contemplar se hallaba ante mí, oscura y absorbente como un espacio vacío...