One-shot dedicado a Camui
El partido se encontraba en su máximo auge. La gente gritaba, aplaudía y animaba a los jugadores de la cancha cuando el cambio de jugador llegó sorprendiendo a todo el equipo del Seirin, que no se esperaba un cambio en aquel preciso momento. Todos esperaban ver al sustituto de Izumi, quería saber en quién había pensado su entrenadora capaz de bloquear mínimamente al emperador de la cancha, precisamente a Akashi Seijuuro, pero cuando los ojos de todos se cruzaron con un tembloroso Furihata, no hubo nada más que una creciente tensión y dudas.
El propio Furihata dudaba de sí mismo. Ni siquiera Kagami y Tetsu eran capaces de detener completamente a Akashi, pero se lo habían pedido a él. Mientras caminaba hacia la cancha, sentía las miradas de todos puestas en él y supo en aquel momento, que todas aquellas dudas estaban sobre su espalda, pero no sólo la de ellos, también la de él mismo, porque más que una duda... él sabía a ciencia cierta que jamás sería capaz de enfrentarse y parar a Akashi Seijuuro.
Ante aquella extraña decisión de Riko, los jugadores tan sólo pudieron sonreír y tratar de animar a ese chico que temblaba más a cada paso que daba en dirección al pelirrojo de rostro serio y talante relajado. Ni siquiera le preocupaba quién pusieran frente a él, pero desde luego, cuando vio a Furihata, se asustó mucho menos.
Aomine desde las gradas se extrañó de aquella decisión. Lo único que consiguió hacer fue sonreír a su compañero cuando susurró que Furihata era como un chihuahua frente al león que representaba Akashi. Ni siquiera les merecía la pena observar, todos sabían que le driblaría con suma facilidad, aun sabiendo eso... todas las miradas estaban pendientes de qué haría el Seirin y cuál sería su estrategia.
El árbitro llamó a los jugadores, aunque Akashi miraba a ese chico temblar como nunca ante su presencia. Tan sólo escuchó cómo uno de sus compañeros le avisaba para ir al saque inicial una vez más, pero al moverse un par de pasos, la tímida voz del chico que debía cubrirle llegó a sus oídos una milésima de segundo antes de verle caer al suelo sin que sus piernas pudieran sostenerle presa del pánico.
Akashi, tras mirarle unos segundos y ver que se levantaba tratando de hablar con él, acabó por pasar olímpicamente. Ante sus ojos tan sólo era un chiquillo débil al que podía pasar con facilidad.
El partido dio inicio una vez más y como todo el mundo supuso, Akashi ni siquiera dudó un segundo, dio un paso hacia delante botando el balón frente a él obligando a Furihata a dar un traspié atrás, cayendo irremediablemente al suelo mientras el pelirrojo se apresuraba a driblarle para ir a canasta.
Los ojos del pelirrojo se abrieron cuando se dio cuenta de que ese débil chico que había tropezado con sus propios pies, se ponía en pie con toda la rapidez que podía para ir a cubrir a su compañero, reduciéndole el espacio para realizar un nuevo "Rompecinturas", como él y sus compañeros llamaban a su habilidad de driblar tan rápido.
No podía creerse que Kagami estuviera frente a él, con sus ojos inmersos en la "Zona". Akashi miró hacia atrás comprobando que ese chico le impedía moverse una vez más para tomar impulso y driblar a Kagami, debería ingeniar otro truco o pasar el balón a alguno de sus compañeros, por lo que observó toda la situación con su ojo crítico de emperador. Al final, tras evaluar la situación, pasó la pelota hacia uno de sus compañeros evitando así el bloqueo de Kagami.
Durante los siguientes minutos de partido, no se quitó de encima a Furihata, aunque era fácil de driblar, el chico seguía insistiendo en perseguirle por toda la cancha. Un esfuerzo inútil es lo único que era para Akashi, pero aun así, reconocía que pese al miedo que le tenía ese chico, al menos estaba esforzándose en tratar de seguir sus rápidos movimientos aunque no tuviera éxito alguno.
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El valor de la valentía (Kuroko no basuke, AkaFuri)
FanfictionResumen: Furihata no ha vuelto a ser el mismo desde el partido contra Akashi y todos sus compañeros están preocupados por él. Furihata sabe perfectamente que él es el eslabón más débil del equipo, el que tembló de miedo ante Akashi, el que tenía que...