Capítulo 14

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Kyuhyun y Yesung trataron de matar el tiempo en la casa como buenamente pudieron. Estuvieron un rato viendo la tele, después hicieron la comida entre los dos, Kyuhyun por fin consiguió convencer a Yesung de que le dejase hacer algo, pues el mayor le trataba como al invitado más importante del planeta y no le dejaba mover un dedo en la casa y Kyuhyun se sentía incómodo con ello, porque aquella no era la actitud que ellos tenían cuando compartían el otro piso.

―Deja de hacerlo todo por mí ―le reclamó cuando el mayor le pidió que se quedara viendo la televisión mientras él iba a hacer la comida―. No estoy invalido, no soy un niño pequeño al que debas cuidar. No estoy enfermo, no estoy triste ni dolido por lo del psicópata ese ―aseguró―. Estoy frustrado, porque me siento impotente, no puedo hacer nada para descubrir quién es. Sólo puedo sentarme a esperar a que tú y Kangin lo descubráis todo. Así que haz el puñetero favor de dejarme hacer algo que mantenga mi mente distraída ―le pidió―. Porque no puedo dejar de pensar qué mierda va a pasar cuando esa maldita grabación llegue a manos de mi padre. ¿Estamos?

Yesung le miró en silencio varios segundos después de ese discurso que el menor había soltado medio gritando y casi sin respirar.

―¿Hacemos espaguetis? ―le propuso señalando la cocina―. Puedes ayudarme con la salsa...

―Espaguetis entonces ―aceptó Kyuhyun echando a andar a la cocina, satisfecho por fin de poder hacer algo.

De ese modo, ambos hicieron los espaguetis y después comieron en la mesa del comedor. Más tarde, trataron de entretenerse con alguna cosa.

No fue hasta las siete y pico de la tarde que el teléfono de Yesung sonó.

―Es Kangin ―informó el mayor al comprobar el nombre en la pantalla.

Kangin le había dado su número nuevo antes de marcharse.

―¿Un mensaje? ―preguntó Kyuhyun al darse cuenta que el tono era muy corto.

―Sí ―afirmó Yesung deslizando un dedo por la pantalla para abrir el mensaje.

"Ya voy para allá. Llegaré en media hora. Voy con alguien"

―¿Que viene con alguien? ―preguntó Kyuhyun extrañado.

―Imagino que debe ser la persona a la que le encargará investigar lo de las fotos ―dedujo Yesung.

―Ah, claro ―comprendió el menor.

No tuvieron que esperar más de quince minutos para descubrir de quién se trataba.

Cuando Yesung abrió la puerta después de que llamaran, Sungmin entró en el piso seguido de Kangin.

―¿Sungmin? ―preguntó sorprendido Kyuhyun. ¿Qué hacía Sungmin ahí?

―Oh, Kyuhyun ―le llamó llegando hasta él para abrazarle―. Menos mal que estás bien...

Kyuhyun le devolvió el abrazo y lanzó una confundida mirada a Yesung y Kangin. Yesung observó a Kangin del mismo modo.

―Me lo he encontrado husmeando en el rellano de vuestro piso ―explicó.

―Yo no husmeaba ―contradijo Sungmin―. Sólo había ido a ver a Kyuhyun, porque Ryeowook me había dicho que estaba enfermo.

―Sí, sí. Lo que tu digas ―dijo Kangin restándole importancia a sus palabras mientras trataba de enfatizarlo con un gesto de su mano―. El caso es que me ha contado que es amigo de Kyuhyun y que estaba preocupado por él, así que lo he traído para que lo vea.

Desbarataste mi mundo por un golpe del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora