Capítulo 23

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Kyuhyun se encontraba parado de pie en medio del pasillo con sus dos guardaespaldas tras él, ambos preguntándose qué puñetas estaba haciendo el señorito parado frente a la habitación de su padre y sin llamar.

Kyuhyun se había pasado la tarde de pie junto a la ventana de su habitación, la ventana que daba al patio delantero. Desde que Jungsoo lo había dejado solo en su cuarto, había estado parado allí, mirando atentamente hacia la entrada de la verja que rodeaba la mansión. Esperando por ver llegar el coche de su padre.

Y cuando lo vio, esperó unos minutos, tratando de encontrara fuerza mental suficiente para salir de su cuarto y enfrentarlo.

Y ahora, estaba allí parado, en medio del pasillo, encarando la puerta de la habitación de su padre y sin tener el coraje suficiente para llamar.

―Señorito... ―le llamó uno de sus guardaespaldas nuevo, Taecyeon―. ¿Quiere que llame yo?

―N-no ―negó Kyuhyun―. Puedo hacerlo yo ―aseguró.

Pero no, no podía. ¿Cómo se suponía que debía enfrentar ahora a su padre? ¿Con qué cara podía mirarle a los ojos cuando estaba casi seguro que su padre había visto aquellas fotografías? Peor aún... seguro que había escuchado aquella grabación...

Kyuhyun gimoteó un poco y dejó caer su cabeza, apoyándola contra la puerta de la habitación, derrotado. Nichkhun y Taecyeon se miraron extrañados.

―Señorito... ¿se encuentra bien? ―preguntó el otro hombre con un marcado acento.

―Sí, estoy bien ―mintió.

Pero no, claro que no estaba bien. ¿Como estarlo? Si las suposiciones de Jungsoo eran ciertas y su padre había recibido un paquete de Yunho, estaba seguro qué era lo que el mayor habría mandado. Por su culpa, al final no pudo hacerse con el negocio de los Han, seguro que quería venganza...

De repente, la puerta frente a él se abrió y tuvo que echarse hacia atrás rápidamente para no caer.

―Señorito ―le llamó Jungsoo sorprendido―. ¿Qué hace aquí?

―Yo... quería hablar con mi padre ―respondió.

―Ah, claro. Adelante ―le permitió pasar retirándose hacia el interior de la habitación―. Señor, ha venido su hijo ―informó al hombre.

Kyuhyun entró tímidamente en el cuarto, escaneando la habitación con la mirada hasta ver a su padre sentado en uno de los sofás que había a la derecha de la estancia.

―Kyuhyun, es tarde ―fueron las palabras con las que le recibió.

Instintivamente giró su muñeca para mirar la hora en su reloj y agrandó los ojos sorprendido al ver que ya era más de la una de la madrugada.

―Eehhh... Yo... tengo que hablar contigo ―dijo al final.

―Bueno, pues siéntate ―le indicó señalándole el sofá frente a él, al otro lado de la mesita baja del café que tenía en frente.

―A solas ―apuntó el menor mirando hacia Jungsoo y sus dos guardaespaldas que habían entrado en la habitación tras él.

Su padre asintió y echó una pequeña mirada a sus hombres, que se retiraron después de una pequeña inclinación de cabeza.

―Siéntate ―repitió su padre señalándole el mismo lugar de antes.

Kyuhyun asintió y anduvo nervioso hasta allí.

Desbarataste mi mundo por un golpe del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora