Capítulo 29

938 45 19
                                    


El silenció se adueñó de la estancia durante más de cinco minutos. Kyuhyun era incapaz de encontrar un sentido lógico a las últimas palabras que el hombre rubio frente a él le había dedicado.

―¿Qué quieres decir con que te importo demasiado? ―se atrevió a preguntar al final.

Yesung rió.

―¿Eres un poco corto a veces, sabes?

Kyuhyun le miró con un mohín.

―¿Es en serio? ―preguntó el mayor―. ¿De veras necesitas que te lo diga? ¿No estoy pasando ya suficiente vergüenza?

―¿Vergüenza? ―interrogó Kyuhyun confundido.

Yesung resopló.

―De verdad que eres tonto ―afirmó soltando su muñeca―. Significa que te quiero, Kyuhyun ―espetó.

Vale, ¿qué forma de declararse era esa? Se lo había soltado como quién dice la hora. ¿Es que acaso bromeaba? Porque sería algo demasiado cruel.

―¿Y lo dices así nada más? ―cuestionó.

―¿Y cómo quieres que te lo diga? ―preguntó el mayor―. Creí que ya te habrías dado cuenta...

―¿Y cómo quieres que me de cuenta? ―le reprochó.

―Pues no es tan difícil ―aseguró―. Te recuerdo que yo era hetero antes de conocerte. No me interesaban los hombres, pero de repente apareciste tú, un niñato malcriado que no hacía más que sacarme de quicio y entorpecer mi trabajo.

―¿Se supone que eso es un halago? ―ironizó.

―Y encima sarcástico ―añadió divertido―. ¿Cómo no voy a quererte, Kyuhyun? Has desbaratado mi mundo...

En ese momento, Kyuhyun se sintió deshacer bajo la penetrante mirada de los ojos de Yesung. Completamente fijos en él, desbordando sinceridad y calidez, parecían atravesarle el alma. De repente fue plenamente consciente de lo que Yesung le había dicho. Le quería... Yesung le quería...

A su cabeza no venían las palabras para responderle, de siempre había actuado más por impulso que por raciocinio y esta vez decidió que no sería diferente. Dio un paso al frente y se quedó mirando directamente a aquellos ojos negros un par de segundos antes de estirar sus brazos, rodear su cuello y fundir sus labios con los suyos en un cálido y profundo beso.

Yesung tardó un par de segundos en reaccionar, pero no trató de disimular. Llevó sus manos hasta su cintura y rodeó su cuerpo, apretándolo contra él a la vez que presionaba sus labios sobre los suyos, moviéndolos rítmicamente, amoldándose a los contrarios. Kyuhyun tuvo que arquear un poco su espalda cuando Yesung intensificó el beso y gimió guturalmente cuando el mayor coló su lengua en su boca buscando la suya, abrazándola dulcemente.

Cuando el aire se hizo necesario, se separaron jadeando. Kyuhyun abrió los ojos sucumbiendo bajo la intensa mirada del mayor. Yesung subió una de sus manos hasta su cuello colocándola bajo su oreja y acarició su mejilla con su pulgar.

―Kyuhyun... esto no es una buena idea... ―murmuró.

―Me da igual ―respondió Kyuhyun―. No me importa ―aseguró llevando su mano hasta la de Yesung en su mejilla, sujetándola allí antes de estirarse y besarle de nuevo.

Yesung tampoco se hizo de rogar, era fácil de convencer si el que trataba de hacerlo era Kyuhyun por lo que no dudó un segundo en devolverle el beso.

Desbarataste mi mundo por un golpe del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora