Estaba sentado en la cama de ella esperándola a que por fin después de varias horas llegara de su entrenamiento, todo estaba de acuerdo a lo planeado, esperando que a su hermana adoptiva le gustara la "pequeña" sorpresa que iba a recibir cuando llegara a su respectiva habitación en el dormitorio de las chicas.
Su cómplice fue Sasha.
La amante de las patatas lo ayudo a que el lugar donde Mikasa solía descansar este vacío para lo que Eren se instale y pueda esperar su llegada, mientras que la chica de cabellos marrones evitaría que cualquiera de sus compañeras pudieran ingresar a la habitación inventado alguna excusa, pero sin dar mucha información de que, o mejor dicho quien, estaría adentro.
Ya después ella se las arreglaría para explicarles a las demás de que es lo que pasaba y no haya problema alguno.
Cuando llegó, Eren se aseguró de que todo estuviera acomodado en su lugar. La cama, que por alguna razón estaba des tendida, estuviera lo más arreglado posible para que el ambiente se notara agradable. Llevo flores para la ocasión esparciéndolas sobre las sabanas y dejarlas en el lugar donde había caído.
En un principio pensó que lo que estaba haciendo se podía malinterpretar, pero confiaba en que Mikasa lo tomara de una manera fraternal, como ya se sabía, ambos eran hermanos adoptivos y Eren por lo menos una vez en su corta vida quería "agradecerle" de esa manera a aquella muchacha que lo cuidaba con su vida sin importar las consecuencias de sus actos.
Toda la idea no fue de él, claro está, más bien cierto chico que estaba enamorado de su hermana un día le hizo "recapacitar" sobre el tema de que Mikasa cuidaba mucho de él y que Eren era un verdadero idiota por no agradecerle como ella se lo merecía.
Por primera vez Eren se podía considerar un completo insensible, idiota, estúpido y muchos sinónimos parecidos.
Que mal se sentía.
Espero y espero, pensaba que el tiempo se volvería eterno y seguramente Mikasa dormiría en algún otro lado en vez de ir a su habitación. Ya estaba resignado a que la chica de cabellos azabache no llegaría, puesto que eran más de las diez de la noche y sentía como lentamente sus ojos se iban cerrando de estar mirando la puerta.
.
Por fin, luego de unas horas la puerta se abrió, haciendo presente a una muy agotada Mikasa. Se le notaba exhausta, por su manera de caminar, los cabellos desordenados que lucía y su bufanda mal enrollada en su cuello que lo tenía un poco ajustada con tal de que no se cayera al suelo de madera.
Era el momento de que Eren pasaría de ser un joven despistado e desinteresado a uno muy atento y amable con Mikasa.
— Llegaste tarde. — Resalto ese pequeño detalle con un tono sereno. — Bienvenida, Mikasa.
— ¿Eren? ... — Cuando ubico su vista directo hacia la cama pudo recién notar a su hermano que estaba sentado en esta, al parecer esperándola.
— No digas nada, te estaba esperando hace varias horas. — Ella estaba en lo cierto.
Eren se colocó a un costado de la cama y con la mano hizo una señal para invitar a que Mikasa se sentara a su costado. La azabache obedeció al instante sentándose a un lado del moreno. No podía negarse, ya que al fin y al cabo, estaba cansada.
El silencio se hizo presente en el ambiente, era momento de actuar.
— ¿Y qué tal te fue en los entrenamientos? — Mikasa volteo su mirada para observar a Eren, este le mostro una pequeña sonrisa haciéndole aquella pregunta.
— Bien.
Por un momento Jaeger olvido que los Ackerman eran personas de pocas palabras.
Por otro lado, Mikasa se preguntaba en su mente de que cosa estaría tramando su querido Eren. Esperarla hasta esas horas de la noche, solo, con unas cuantas flores esparcidas en la cama (si, había notado ese detalle) le pareció muy sospechoso y más aún cuando le preguntaba cosas como que tal le habían ido sus entrenamientos.
Eso no era algo que pasaban todos los días.
El castaño dio un pequeño suspiro, las ideas se le agotaban y aun no quedaba satisfecho con lo que había hecho los pocos minutos que estaba en la habitación con ella.
— ¿No tienes sueño? — Esperaba que esta pregunta no le respondiera como lo hizo con la anterior.
Mikasa bostezo un poco, era evidente que si estaba con sueño.
— Solo un poco. — Dicho esto, la muchacha se colocó de pie y cogió algunas cosas de aseo personal que se encontraban cerca. — Necesito tomar un baño.
— Cla-claro... — Comento Eren para observar como Mikasa se acercaba a la puerta y finalmente salir de la habitación.
Quizá en el poco tiempo que la chica demoraría en el baño, él se pondría a idear algo.
— ♥ —
Los minutos pasaron y por fin escucho una vez más la puerta abrirse.
— Oh, Mikasa... — Fingió asombro mientras contemplaba a la mencionada de pies a cabeza.
Observo que llevaba un vestido blanco que combinaba a la perfección con su piel. Dedujo que como estaba cansada no tendría algo más en su almacén para usar que solo tuvo que salir con la primera vestimenta que tenía a su alcance.
Mikasa volvió a sentarse a un costado de Eren.
Ambos permanecieron en silencio. Era uno profundo, pero no incomodo, el chico estaba luchando en su mente si se atrevería a hacer la locura que se le había ocurrido mientras su hermana estaba fuera de la habitación hace varios minutos.
Todo sea por ella.
Inesperadamente Eren tomo del brazo de Mikasa, la atrajo hasta su cuerpo de una manera no tan apurada para así, poder formar un abrazo acogedor y cálido al mismo tiempo, donde intentaba con todas sus fuerzas transmitir claramente todos sus sentimientos de agradecimiento, cariño, protección y más cosas que no tuvo oportunidad de decirlo con palabras a una muy confundida Mikasa Ackerman.
Se aferró a ella lo más que pudo notando un claro sonrojo en las mejillas del chico, inhalo al mismo tiempo el aroma del shampoo que probablemente ella hubiera usado hace unos minutos en su baño.
Era agradable.
— E...ren... — Susurro la muchacha cerca al odio de Eren, su cuerpo se sentía más liviano, como si estuviera abrazando una pluma.
Eren no entendió que había pasado. Al momento de separarse del abrazo observo que los ojos de Mikasa se encontraban cerrados, claramente se había quedado dormida.
El chico rio un poco, no sabía si considerarlo algo absurdo o adorable por parte de la azabache, pero algo que si le alegraba era que al menos ella había entendido su mensaje a través de aquel contacto con su cuerpo.
La cargo entre brazos dejándola acostada en su cama, saco unas cuantas flores que cayeron al suelo y le cubrió el cuerpo con una sábana blanca que hacia juego con su piel. Finalmente, Eren se arrodillo en el suelo delante del mueble, para ser exactos en el mismo lugar donde se podía apreciar a una Mikasa profundamente dormida. Tomó delicadamente de su mano sintiendo su suave tacto junto al suyo.
— Espero no me hayas visto como un idiota... — Comento para el mismo en un hilo de voz, pensando que nadie lo escucharía.
"Gracias por todo... Mikasa."
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Justo hace un par de días empecé a leer varios EreMika que aksbagv, no sé... fue inevitable tener que escribir algo de ellos. Sé que tal vez este algo Ooc por parte de Eren, pero es que esta idea lo tenía en la cabeza que hice mi mejor esfuerzo para poder transmitirlo a ustedes.
Espero les haya gustado y bueno, gracias por su apoyo en mis cuantos trabajos que publico acá.
Cuídense y gracias por leer. :'3 ♥
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Gracias | EreMika
FanfictionShingeki No Kyojin le pertenece a Hajime Isayama. One-shot | EreMika (ErenxMikasa) | Posible Ooc ¿Cual seria la manera adecuada de mostrar lo muy agradecido que Eren esta hacia su hermana adoptiva Mikasa? ¿Darle regalos? ¿Flores? ¿Un poema? ... J...