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Observaba el balón, como si él fuera a responder todas sus dudas... ¿Cuándo fue que empezó todo esto? ¿Por qué no lo detuvo en su momento? ¿Por qué ahora tenía que doler?...pero ninguna respuesta llegaba...

-¡Kageyama!...no te quedes mirando el balón, lánzalo de una vez-le gritó el entrenador

Era cierto, en este preciso momento estaba en medio de la práctica...pero sin querer sus ojos se seguían desviando hacia la persona que menos se lo esperaría...aquella persona que movía los números del tablero, aquella persona que siempre sonreía nervioso, aquella persona sin importancia...pero que sin darse cuenta se volvió importante para él.

-Kageyama... ¿Podrías levantar para mí?-Hinata sonrió entusiasmado

Volvió a tomar el balón y lanzó para Hinata, esto era normal...pero entonces... ¿Por qué para Kageyama resultaba tan diferente?

-Tsukkiiii, espérame-gritó el pecoso

Instintivamente el rey lo siguió con la mirada... ¿Por qué debía ser diferente?

-Kageyama, mira para donde lazas, idiota

-No me llames idiota-suspiró cansado-...terminemos por hoy...

El sol brillaba en todo su esplendor, Kageyama caminaba...pero su mente divagaba por diferentes rincones menos por la realidad...estos últimos meses habían sido asquerosamente dolorosos, pero debía actuar como siempre...es la única forma de poder seguir adelante.

-Yama...Kageyama...-una dulce voz devolvió la conciencia del rey a la realidad, giró su cabeza en dirección donde prevenía

-Ya-Yamaguchi... ¿Qué sucede?

-Eso quería preguntar, has estado caminando sin prestar atención...así que me acerqué...pero ni a mí me prestas atención... ¿Estás bien?-el pecoso lo observó preocupado

-Nada...-dijo con el mismo tono de siempre-... ¿Hoy no estás con Tsukishima?

-N-no...-dijo nervioso-...Tsukki esta con sus audífonos puestos, así que no quería molestarlo...aunque menos mal que me encontré con Kageyama, así no tendré que caminar solo-sonrió

Yamaguchi continuó hablando sobre cosas sin sentido...se había creado una extraña atmósfera, pero Kageyama solo tenía un sentimiento en su interior en ese momento...todo le parecía "cálido"

Cuando comenzaron las clases, el rey pensaba cual sería la mejor manera de volver a sentir aquel cálido sentimiento...pero era algo muy difícil, dada la relación que tenia con Yamaguchi más su carácter...resultaba ser todo imposible, después de todo Kageyama nunca ha sido bueno para acercarse a las personas.

"Cálido" era lo único que vagaba en su cabeza... ¿Cómo lo haría?, quizás tenía que buscar algo en común que tuvieran aparte del vóley...Kageyama chasqueo su lengua, no tenían nada en común...entonces ¿Qué tal si...?

-¡Kageyama cuidado!-gritó Suga

Demasiado tarde, el balón lanzado por Hinata cayó directamente en su cara...la furia lo invadió y comenzó a gritarle al pequeño, y en tan solo algunos segundos se volvió una pelea entre Hinata y Kageyama.

-¡Tú tienes la culpa estúpido Kageyama!

-¡No me llames estúpido, Hinata idiota!-agarró su cabeza y la apretó con fuerzas

-¡Eso no importa ahora!-se acercó el capitán-...tomate un descanso Kageyama

-Puedo seguir

-No, no puedes-se acercó Yamaguchi-...vamos cálmate de una vez

-Pero quiero seguir jugando-reprochó

-Lo harás, pero primero déjame detener el sangrado de tu nariz-colocó sus manos en la espalda del rey y lo empujo para que saliera de la cancha-...vamos, vamos

El pecoso lo llevó hasta la enfermería sin quitar las manos de la espalda del rey... ¿Era así de fácil?, con tan solo un tacto de aquellas manos Kageyama podía sentir toda la calidez que estaba anhelando desde hace un tiempo..."Sus manos son demasiado cálidas"

-Listo, ya se detuvo el sangrado-sonrió-...creo que puedes volver a jugar

-¿Estás seguro?...todavía me duele la nariz

-Mmm...déjame revisar de nuevo

Con cuidado, Yamaguchi volvió a revisar su nariz...con sus manos tocando la cara de Kageyama, el podía sentir ese extraño sentimiento...entonces lo que sospecho era cierto. El rostro del pecoso estaba tan cerca, podía sentir su respiración...sus latidos aumentaron, sentía como su rostro se comenzaba a sonrojar...esto era malo.

-Kageyama... ¿Te sientes bien?-junto su frente con la del rey-...parece que tienes fiebre, tu rostro esta rojo

-S-si...creo que no me siento bien...-desvió la mirada y separó sus rostros-...creo que me quedaré a descansar un rato...

Kageyama se recostó sobre la cama de la enfermería, y puso su brazo encima de su cara para que el pecoso no pudiera ver su expresión...todo su interior era un caos en ese momento.

-¿Quieres que me quede?...

-No...regresa con los demás, solo descansaré un rato...

El cerrar de la puerta, le indicó que podía relajarse, pero aún así...su corazón latía frenético...ese sentimiento de calidez, esas cálidas manos...esa cálida persona, ¿Por qué no se dio cuenta antes?

"Me gusta...me gusta Yamaguchi"

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Manos cálidas (KagexYama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora