NUESTROS CORAZONES

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POV JEONGMIN

Por fin llegamos al lugar que L.Joe nos había indicado, me encontraba asustado y nervioso, temía que Chuaghan nos hallara, ahora que por fin estaba con Hyunseong tenía miedo de volver a perderlo, no soportaba pensar que podría pasar lo mismo, Hyunnie rechazándome, sentir su ausencia, no quería, caminé lentamente hasta donde estaba él y lo abracé por la espalda.

- Pasa algo Jeongminnie?

- No, Hyunnie estoy un poco asustado

Giró lentamente quedando frente a mi, besaba mi frente varias veces mientras sus fuertes brazos rodeaban mi cuero, podía sentir sus cálidas manos recorriendo mi espalda con suaves caricias, éramos sólo los dos, logré relajarme por un momento, sintiendo y agradeciendo su cercanía.

- Jeongminnie detente

- E- Eh?

Había comenzado a acariciar a Hyunseong por dentro su playera, me aparte rápidamente y agaché la mirada, Hyunseong se acercó lentamente y sostuvo mi rostro entre sus manos obligándome a levantar la vista, me observaba con cariño y sonreía levemente.

- Ya habrá tiempo para eso mi amor

Al escuchar aquellas palabras me sonrojé, tratando de hacer que me soltara, pero él me desarmó en un fuerte abrazo, fuimos a la habitación principal y tal como lo suponía tenía una sola cama, nos recostamos en ella y casi inmediatamente quedamos dormidos, Hyunseong abrazándome y yo aferrándome a él.

Ambos sabíamos muy bien lo que nos esperaba, sabíamos que sería demasiado difícil y tal vez no podríamos volver a estar así nunca más luego de que Chuaghan nos encontrara, por eso me aferraba a él, quería estar lo más cerca posible el tiempo que estuviéramos juntos.

Los días transcurrían y yo me pasaba la mayor parte del día pegado a él, estaba siendo infantil pero no quería separarme de Hyunnie, él solo me miraba enternecido por mis pequeños pucheros y me daba todo lo que le pedía, la lesión en mi espalada había mejorado bastante así que podía perseguirlo con tranquilidad por toda la casa, pero pronto Hyunnie tuvo que buscar un trabajo.

Me encontraba todas las mañanas sólo y deprimido, quizá el estar todo el tiempo pegado a él no resultó tan saludable como creí, me había acostumbrado demasiado a él, así que siempre salía a esperarlo hasta que llegara mientras la comida se cocinaba, Hyunnie llegaba agitado y cansado porque sabía que su ausencia me deprimía así que siempre venía corriendo a casa, almorzábamos y pasábamos el resto de la tarde juntos. Días de paz.

Me sentía como un inútil por no poder ayudarlo pero Hyunnie se empeñaba en que debía recuperarme por completo para poder realizar cualquier trabajo, debía esperar un poco más, mi espalda ya casi no dolía pero él siempre exageraba las cosas, mientras tanto solo podía concentrarme en mimarlo mientras estaba conmigo. Días de puro amor.

Cierto día él llego malhumorado por el mal día que había tenido en el trabajo, así que lo lleve a la habitación con la intención de hacer que descansara, me senté en la cama y le pedí que se recostara en mi regazo, él obedeció alegremente, ver su sonrisa siempre me animaba tanto, comencé a acariciar su cabello y él me miraba fijamente.

- Deja de mirarme así

- Eres hermoso Jeongminnie

- Jajaj bobo

Le dí un golpe en la mejilla y él se levantó tendiéndome en la cama haciéndome cosquillas, yo lo golpeaba y lo apartaba pero él no se detenía, empecé a reír a carcajadas

- Estas alborotando todo el edificio

- Es tu culpa, déjame, jajajaja, basta, Hyun...ah, para.

Please Don't Leave MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora