Forever We're Young → ChanBaek

[único]

Baekhyun es tan vacío, es tan distante, tan lejano.

De sus venas corren ríos carmesí, la escoria de la vida, su propia e insignificante cauce fluyendo, manchando, dejando la huella de su dolor. Baekhyun está demasiado ido creyendo que no vale nada, que no nota su entorno, que no percibe que hay tantas personas de rodilla izando plegarias para que él vuelva a sonreír. Baekhyun lo hace, él sonríe pero de una forma diferente, más maníaca, más inmersa en oscuridad que luz.

Y grita a voces que esta es la flor de la juventud, pero este es el producto de su curiosidad, este es el resultado de sólo una vez y nada más. Esta es la bazofia de creer que se podía ser joven por siempre, que las alas nunca se iban a marchitar, que la entereza y la vitalidad de su cuerpo iba a prevalecer eternamente en su interior. Estaba equivocado, pero se atreve a reír, se atreve a cantar.

—Forever we're young.

Baekhyun tiene una linda voz, y el escenario que recibe sus vocales, sus coros, sus anhelos hechos canción es un cuarto de hospital, uno que parece su castillo blanco, una torre gigante resguardada por un dragón. Las paredes se tiñen de rojo cuando empieza a bailar movido por la música dentro de su cabeza esparciendo sangre por doquier; su bata, su piel, la puerta y el techo se colorean.

—Corro vagando a través de este laberinto.

Baekhyun sonríe pero lágrimas fluyen de sus ojos, su vida trasluciéndose frente a él; todas las veces que se dejó llevar por el consumo, por las pastillas, por el polvo que lo dejó hecho cenizas en el piso. Siente que no tiene a nadie más que así mismo aunque no sea cierto; detrás de la puerta que lo desconecta del mundo exterior hay mucha fe, demasiadas esperanzas y un torrente de preocupación en su nombre.

Forever we're young

—Incluso si me caigo y me perjudico, vamos a correr detrás de nuestros sueños una vez más.

Baekhyun se ríe de sí mismo, qué gran mentira la que entona.

Canta más fuerte y llama la atención de aquella vaga figura que como sombra ha permanecido en sus noches más oscuras, y en los días más resplandecientes pero no por eso, menos cegadores. El alto frente a él se arrodilla con lágrimas en los ojos, sujeta a Baekhyun de la cintura y lo devuelve a su camilla, rápidamente dos mujeres lo ayudan mientras aquel hombre que se endereza delante de él, se preocupa por las heridas y por el río que emerge de sus venas.

—¡Está despedido quien sea que haya dejado este cubierto en la habitación!

La voz ronca del personaje demanda e increpa y las mujeres tiemblan, al parecer el torrente vocal sonorizó afuera de la habitación porque más enfermeras parlotean acerca de quién pudo haber permitido tal descuido.

Baekhyun quiere hablar y decirle al gigante que él robó el cubierto, que él tiene la culpa, que la ha tenido desde que decidió que deseaba ser un joven por siempre, viviendo más allá del límite de lo permitido, creyéndose invencible en fiestas mientras se drogaba y mantenía relaciones con personas cuyos nombres desconoce.

Ya creció, y debe enfrentarse a las repercusiones de lo que ha hecho, pero Baekhyun estúpidamente quiere ser un joven por siempre, quiere volver a esa etapa y hacerlo todo bien. Una sola oportunidad, eso es lo único que pide.

—¡Déjenme solo con él! —demanda aquel hombre.

Las enfermeras una a una van dejando la habitación hasta reducir el sonido a nada, lo único que Baekhyun es capaz de escuchar es el eco de la respiración agitada de él...

—Baekhyun, ¿Por qué?

Baekhyun no tiene respuestas contundentes para aquel que pregunta. Se siente avergonzado y tímido, después de todo, él no sólo es un doctor que se hace cargo de un inútil paciente drogadicto que se corta con cubiertos; es Park Chanyeol, y ese gigante por alguna razón le llama novio, amor, esposo.