Primer día en la tierra.

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Tan solo tenía doce años cuando mi padre me dijo que al cumplir los diecisiete años iba a empezar a ocuparme de las almas humanas, no sabía lo que me deparaba. Ser la hija del jefe de las tinieblas no era lo más agradable, estar rodeada de muerte con almas siniestras era realmente abrumador, pero el pasar de los años había hecho que me acostumbre a aquello. No me agradaba tener que seguir los pasos de mi padre, me gustaría poder vivir una vida como las de aquellos seres que habitaban la tierra, ese otro plano, de donde venían las almas, mi padre solía llamarlos “mortales” o “humanos”.

Al cumplir los diecisiete mi padre me concedió uno de mis deseos más anhelados, pasar un día en la tierra para ver como se manejaban los humanos en plena vitalidad. La confianza de mi padre mi me hizo sentir libre y feliz.

Mi estancia en la tierra no fue como me lo esperaba, a donde fuera qué mirase había muerte, el mismo aire era extraño, no se parecía mucho a mi hogar, allí en la tierra no era tan obscuro o por lo menos no las 24hs, tampoco había fuego por doquier.

Tras mi paso por la tierra me llamo la atención un joven, tenía la mirada triste, cansada y llena de odio, parecía que le habían borrado la sonrisa. El joven era alto, pálido y poseía unos hermosos ojos grises, que resaltaban detrás de unos mechones de su cabello negro, ligeramente desordenado. Estaba sentado tras un vidrio, el cual tenía escrito en grandes letras “CAFETERIA”, en su mano sostenía una taza. Tras observarlo por un momento tome una decisión, iba a seguirlo durante lo qué me restaba del día.
Yo no era visible para ningún ser humano, así que me adentre en ese local y me senté junto al muchacho. Tras unos segundos después de que me sentara a su lado comenzó a vibrar  un objeto posado frente a sobre la mesa, lo tomo y llevo hacia la parte lateral de su cráneo.
-¿Qué quieres?- le dijo a su aparato con brusquedad, no parecía muy contento, creo que conversaba con alguien que no le agradaba, el objeto parecía un tipo de comunicador-Estaré ahí en quince minutos, si, comprendo, ok en quince estoy ahí.-presiono un botón rojo y guardo el aparato en el bolsillo trasero de su pantalón.
Al finalizar esa breve conversación el joven levanto la mano y una muchacha con un delantal blanco y rizos dorados se acerco a la mesa dibujando una esplendida sonrisa-Tome su cuenta-le dijo entregándole un papel con números, creó que escucharla hablar casi perfora mis tímpanos, tenía una voz chillona , demasiado aguda para mi gusto. Él le entrego otros papeles de diferentes tonos verdes, dinero humano supongo, y le sonrió de forma amable a la joven, ella se fue moviendo sus caderas de forma exagerada, una forma de llamarle la atención al joven mortal, creo que no le funciono ya que una vez entregado el dinero y marchado la joven salió disparado por la gran puerta de entrada sin siquiera echar un vistazo hacia atrás.

Acelere mi paso para seguirlo. Al salir del lugar se dirigió hacia un objeto grande de metal y se adentro en el, creo que en uno de los libros que había leído sobre el avance que tenían los humanos aparecía una foto de esa caja de metal o algo parecido, la usan para transportarse, si no me equivoco se llama automóvil, por culpa de este invento humano su oxigeno cada vez es más toxico. El auto era de un color rojo escarlata, me subí atravesando la puerta y el coloco una llave en la hendidura posada a un costado, la hizo girar y el vehículo comenzó su marcha a gran velocidad. Pude ver que mientras más se adentraba en las calles el paisaje iba cambiando, las calles cada vez más vacías y hasta por su fachada parecían peligrosas.
Luego de conducir por varios minutos freno frente a un edificio aparentemente abandonado y salió del automóvil, por simple instinto lo seguí y me dirigí con él hacia una puerta trasera que poseía el edificio. Él la abrió y entro, yo simplemente la atravesé.
A penas puse un pie en el edificio  escuche gritos, silbidos y risas desaforadas, el lugar que parecía abandonado estaba repleto de personas, la mayoría parecían mayores, pero otros no pasaban de los quince años. A cada una de esas personas seguramente les volveré a ver las caras a corto o largo plazo, no había persona en el lugar que no esté pecando. Abundaban las personas ebrias, apostadoras o mujeres ostentosamente provocativas.
Después de darle una ojeada al lugar volví a mi objetivo, seguir al muchacho, el se dirigió hacia un sujeto de corta estatura y casi calvo, me acerque a ellos para escuchar mejor su charla.
-Prepárate, la pelea comienza en un minuto.-
-Ya estoy listo.- le comunico el joven completamente seguro quitándose la sudadera que traía puesta, quedándose solo con una musculosa negra. En el centro del lugar había algo similar a una caja volteada, una caja muy grande rodeada de sogas, el joven se dirigió a él y se subió, el sujeto casi calvo fue detrás de él, sostenía un objeto que amplificaba su voz en su mano izquierda. Sé coloco en el medio comenzó a hablar por el objeto. -SE CIERRAN LAS APUESTAS, LA PELEA ENTRE JEYSON-miro al joven que venía siguiendo- Y MARCK-otro joven que estaba frente a él. El era un poco más alto que Jeyson, sus ojos marrones y su piel oscura. - DA COMIENZO!-
Una vez termino de hablar las personas dentro  del lugar se abalanzaron, me traspasaban personas por doquier , un poco cansada de la sensación que me producían al pasar a través de mi me termine subiendo y parándome en una de las esquinas para observar la pelea.
La pelea comenzó, Marck tenía la ventaja, Jeyson acertaba varios golpes pero Marck parecía no sentirlos, en cambio los pocos golpes que recibió Jeyson si surgieron efecto, tenía un ojo levemente inflamado y sobre la ceja había sangre, en el trascurso de cinco minutos Marck estaba cansado y con el labio completamente roto, Jeyson gravemente golpeado y al sangrado de su ceja se le sumaba ahora su nariz. No sé porque, pero no quería que ganara Marck, así que decidí ayudar a Jeyson.
Me metí dentro del cuerpo de Jeyson, lo poseí , digamos que mi fuerza es increíblemente sobre humana , tome del cuello a Marck y lo eleve varios centímetros del suelo, luego lo estrelle contra el mismo suelo de madera , me excedi con la fuerza ya que lo hice atravesar la madera con su cabeza y cuerpo. No lo asesine, solo le quebré varios huesos y deje inconsciente. La gente que había apostado contra Jeyson se quedo pasmada por el repentino cambio del curso de la pelea y los demás estaban sumamente contentos por todo el dinero que habían ganado.
Tras el impacto del cuerpo de Marck salí del cuerpo de Jeyson y le susurre a su oído.-Mi nombre es Dasiha, espero que disfrutes del dinero que te eh hecho ganar, de nada, nos veremos luego.-
En cuestión de segundos de terminar de hablarle me encontraba nuevamente en mi hogar, frente a mi padre, pude ver su cara de decepción y enojo, pero en realidad no me arrepiento de nada.

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⏰ Última actualización: May 27, 2016 ⏰

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