Pasaron dos días desde que Wendy despertó, cada día iba mejorando, ya se levantaba de la cama, sólo andaba por el refugio pero no tardaría mucho en volver ha la acción, hacia algo así como rehabilitación con los chicos todos los días. Todos la animaban a seguir adelante, y un par de días después ya se movía con agilidad de nuevo.
Estaba en el refugio con los gemelos, ellos eran los que le ayudaban con el tema de moverse igual que antes, así que ahí estaban de nuevo, dando volteretas, haciendo el pino contra la pared y cosas por el estilo.
Peter: Ten cuidado no vallas a partirte la espalda. *dijo mirando a Wen, que estaba haciendo el pino*
Wendy: No te preocupes, lo tengo bajo control. *dijo bajando de la pared para abrirse de piernas en el suelo a la vez que los gemelos se estremecieron*
Adam: Sigo sin saber cómo hace eso.
Wendy: Practica. *sonrió*
Luca: Y tanto.
Wendy río, y después se levantó del suelo.
Jake: Si puedes hacer eso, puede que ya estés lista para volver a la calle.
Wendy: ¿De verdad lo crees?
Jake: Yo lo creo, pero aquí lo que cuenta es lo que diga Pan.
Wendy: ¿Y tu que dices Peter?
Peter: Pueeesss *miro a Wendy que le estaba mirando con ojos de cachorrito y se echó a reír* Podríamos probar.
Wendy: ¡Si! *dijo emocionada*
Peter: ¡No se hable mas! ¿Tenéis hambre?
Adam: Que bien nos conoces Pan.
Los chicos volvieron al completo al mercado de Camden y planearon una nueva estrategia.
Las calles estaban llenas de adolescentes por ser domingo, pero en ese momento a Wendy le daba igual que fuera el día que fuera, sólo quería volver a correr por las calles.
Peter: ¿Os ha quedado claro el plan?
Thomas: Clarisimo.
Peter: Bien. ¿Seguro que quieres hacerlo Wen? Todavía estas a tiempo de quedarte.
Wendy: Llevo mas de cuatro días sin salir del refugio ¡Claro que quiero hacer esto!
Peter: Tu misma.
Thomas y Wendy entraron en el mercado. Wendy llevaba la capucha puesta, por la cantidad de adolescentes que había en las calles. Pasaron por delante del Starbucks al que solía ir con sus amigos, pero no estaban dentro lo que le pareció raro. Cuando alcanzaron su objetivo, Thomas se tiro al suelo de forma que pareciera que se había torcido el tobillo.
El dependiente de un puesto de comida preparada para llevar vio lo que paso y fue a ayudarle. Mientras, Jake llenaba la mochila que llevaba con la comida del puesto, cuando hubo recogido lo suficiente hizo una señal a Wendy y pasaron a la siguiente fase.
Wendy: Sabe, creo que lo mejor sera llevar a mi amigo al hospital, al fin y al cabo esta aquí al lado.
Dependiente: ¿Quieres que os ayude?
Wendy: Tranquilo, creo que puedo con el. Además, tiene un puesto que vigilar.
Dependiente: En eso tienes razón. Últimamente hay un grupo de chavales robando en el mercado, y la verdad no me gustaría ser una de sus victimas.
Thomas: Eso seria una completa desgracia. *dijo irónico*
Dependiente: No sabes cuanto chico...
Wendy ayudo a levantarse a Thomas y se marcharon fingiendo una cojera hasta llegar de nuevo con los chicos.
Peter: Habéis estado increíbles chicos.
Luca: ¿Como te has sentido Wendy?
Wendy: Genial.
Jake: Me alegro, pero sera mejor que nos vallamos antes de que ese hombre se de cuenta de que le falta medio puesto.
Los chicos se marcharon del mercado hacia uno de los callejones que había por allí cerca. Se sentaron a comer tranquilamente y cuando terminaron se pusieron a jugar entre calles como niños de cinco años.
Cuando estuvieron lo suficientemente cansados como para caerse de cansancio se encaminaron hacia el refugio donde había algo de cena. Tras la cena, Peter se retiro a su cuarto. Se quito la camiseta y después se quito la venta del pecho, seguía doliendole, pero quería ver como estaba. La herida había mejorado bastante, todavía se veía la raja que tenia, pero ya no tenia tan mala pinta como hace unos días. Se sentó en la cama y se cambio el vendaje cuando entro Wendy.
Wendy: Hola... *dijo tímida*
Peter: Hola, Pasa. *dijo levantándose de la cama*
Wendy: Peter... puedo... puedo decirte una cosa *dijo entrando del todo*
Peter: Claro. *dijo a la vez que se ponía la camiseta* ¿Que quieres decirme?
Wendy: Bueno... pues... yo... es que no se como decirlo.
Peter: Prueba ha hacerlo con palabras, no entiendo el lenguaje de signos. *vacilo*
Wendy: Esta bien... *suspiro* Creo... Creo que quiero volver a casa.
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El autentico país de nunca jamás
Ficção AdolescenteHan pasado diez años desde que Wendy Darling jugaba con su mejor amigo y vecino Peter Collins. Ahora Wendy tiene 16 años, va al instituto y tiene nuevos amigos, pero algo va a cambiar, algo que le hará replantearse toda su vida.