Una vez que acabaron con mi cabello y maquillaje me dejaron ir a cambiar. Amber no me dejaba ni un minuto tranquila. Me había repetido lo que debía hacer una y otra vez. Ya estaba comenzando a sacarme de mis casillas.
-¡Ya basta, Amber! -grité enojada.
-Pero, princesa..
-¡Pero nada! ¡Fuera! -ordené.
Ella salió de la habitación un poco apenada.
Continué vistiéndome. Había comprado un vestido negro era corto, pero tenía una hermosa cola de tela traslúcida larga, en un costado un delicado dibujo de brillos y con escote corazón. Los zapatos son de tacón fino, de tiras con brillantes. Habían recogido mi cabello en una especie de moño dejado algunos mechones sueltos en mi rostro. Llevaba los labios rojos oscuro, un delineado negro, me habían colocado pestañas postizas, y habían aplicado una sombra clara en mis párpados.
Cuando acabé de vestirme, alguien tocó a mi puerta.
-Adelante -dije.
-Hija... -dijo mi padre entrando. -Te ves... preciosa.
-¿Qué quieres?
-Disculparme.
-Te dije que no lo hicieras.
-Hija, cometí muchos errores, no lo niego. Pero no fue mi intención, mis padres no aprobaban mi relación con tu madre, cuando me enteré que estaba embarazada quise criarte conmigo en el castillo, pero tu madre decidió que era mejor idea marcharse a su país y alejarte de tu abuela. Ella sabía que tu abuela no te iba a aceptar y decidió marcharse. -dijo y sus ojos se cargaron de lágrimas.
-Papá. -susurré a punto de explotar en llanto.
-Lo lamento hija -dijo.
-Yo también -respondí.
-Eres mi princesa sin importar que hayas nacido lejos de mí.
-Te quiero.
-Y yo a tí. -sonrió y luego me abrazó -Ten. -me tendió una corona pequeña de diamantes.
-¿Lo dices enserio?
-Eres princesa ahora -sonrió.
-No cambiaré mi conducta.
-Lo sé, eres igual de testaruda que yo.
Mi padre se fue para terminar de alistarse. La verdad es que había extrañado tener un padre. Darle una oportunidad no sería malo, pero a la primera que la echara a perder lo eliminaría de mi vida otra vez.
Me miré en el espejo, no podía creer que en verdad era yo. Me senté en mi cama. Quizá estar acá no sería tan malo como creí.
Estaba detrás de las puertas del gran salón esperando que se abrieran y mi padre anunciara oficialmente mi llegada.
-Para acabar con vuestra curiosidad respecto a mi hija, damas, caballeros, os presento a Alyssa Meredith Cleveland, mi hija y la nueva princesa -dijo mi padre.
Las puertas se abrieron de par en par, y Xavier entró detrás de mí al salón. Todos me envolvieron en aplausos, intentaba caminar con la cabeza bien levantada y una buena postura. Mis pies se cruzaron y caí de bruces en el medio del salón. Xavier me ayudó a colocarme de pie pero el rostro de diversión de todos era muy evidente. Caminé rápido hasta donde estaba mi padre y todos comenzaron a aplaudir.
-Buenas noches, damas y caballeros -saludé. -Bueno, es un placer haber llegado a tan maravilloso lugar en este momento, espero ser la princesa que todos esperáis y sobre todo ser digna de llevar una corona real. Esta noche, sois mis invitados, por lo que yo misma organicé diversas sorpresas que irán apareciendo en el transcurso de la noche. Por el momento, disfrutad de la fiesta, y tened una velada grandiosa. -dije eso y bajé del escenario.
ESTÁS LEYENDO
Guerra en el colegio Real
Fanfic¿Se imaginan pasar de vivir tranquila en una casa normal, a tener que ir a Londres con tu padre e ir a una escuela donde van Príncipes y Princesas? Sí, eso me sucedió a mí. Digamos que no soy una chica con un excelente comportamiento y mi madre cre...