CAPÍTULO 3

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Siwon se sintió traicionado cuando se enteró que Kyuhyun había informado a los Superiores sobre sus hallazgos. Se sintió herido intensamente al saber que había acabado con cualquier posibilidad de evitar su destino. ¿Es que no podía ver lo estúpido que había sido? ¿Acaso no sabía qué había echado por tierra?

Kyuhyun trató de hablar con él al día siguiente, pero Siwon, orgulloso como era, no quiso escucharle y después de eso estuvo un par de días evitándole. Y sin saber bien cómo, dos días acabaron por transformarse en dos semanas.

Siwon estaba dolido y se sentía ofendido no sólo porque Kyuhyun hubiera hablado con los Superiores sin consultarle, sino también porque aquello sólo había hecho que recordarle la horrible realidad a la que llevaba enfrentándose desde que tenía doce años. Por unos minutos, había creído que había esperanza, que por fin había encontrado la forma de detener el fatídico final, pero Kyuhyun había borrado cualquier posibilidad y ahora, obligado de nuevo a aceptarlo, la resignación sabía tan amarga... Dolía tanto... Pero cualquier sentimiento de traición o resignación que pudiera haber estado sintiendo, quedó completamente olvidado cuando Yesung apareció en su habitación aquella noche. Sólo era capaz de diferenciar a Yesung de su hermano gemelo Jongwoon, porque el primero siempre vestía su ropa de combate.

―¿Qué haces que no estás listo? ―la pregunta de buenas a primeras lo dejó confundido.

―¿Listo para qué?

―La misión, Siwon.

―¿Qué misión? ―Siwon se levantó de la cama dónde había estado autocompadeciéndose y se paró frente al mayor.

―¿Como que qué misión? ―Yesung lo miró perplejo―. Es luna llena, Siwon. La tropa va a salir en quince minutos.

Siwon agrandó sus ojos sin poder creerse nada de lo que le decía.

―No me han convocado a filas ―compartió―. No tenía ni idea...

―¿Cómo que no? ¿Dónde has estado metido estos últimos días? ―le recriminó―. Se ha filtrado información, tenemos indicios de que esta noche se van a reunir en el cementerio del este. Todas las patrullas van a estar allí.

―¿Todas?

―Es una fuerte ofensiva. Queremos acabar de una vez por todas con esto.

―¿Estará Kyuhyun allí también? ―preguntó Siwon sacando la ropa de combate de su cómoda para vestirse apresuradamente.

―Kyuhyun va al frente del ataque.

―¿Que qué? ―Siwon detuvo lo que estaba haciendo para mirarle a los ojos.

―Todo esto lo ha organizado él, es su estrategia.

―Lo voy a matar ―maldijo―. ¿Quién le ha dejado ponerse al mando? ―preguntó de forma retórica.

―El Guardián.

―¿Mi padre sabe todo esto? ―inquirió.

―Por supuesto ―respondió Yesung como si fuera lo más obvio del mundo―. ¿Acaso hay algo que el Guardián no sepa?

―Sí, que yo no estoy nada de acuerdo con esto ―Siwon gruñó cogiendo sus armas del cajón y enfundándolas en su cinturón.

Cuando Siwon llegó a la planta baja del Cuartel, tuvo que detenerse sorprendido en las escaleras. El hall estaba atestado de gente vestida para el combate. Y por sobre de toda la masa de colores oscuros, el cabello gris de Kyuhyun destacaba como si un foco estuviera encima de su cabeza.

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