La secundaria, una época en la que todos te dicen "Descubrirás quien eres" o que tendrás tu primer novio, el que recordaras por toda la vida. Pero, heme aquí, frente a la que es mi posible nueva escuela, la universidad y yo aun no estoy segura de quien soy, no sé si soy la nerd, la rebelde, la hippie, la extraña, la artista, la bailarina, la cantante, la que solo está allí, la que nadie conoce, la que todos conocen, la deportista, la saludable, la que se ejercita, la lista podría seguir, pero no creo que eso sea buena idea.
Mientras camino hacia la entrada sin fijarme en lo que hago, pienso como mi vida se ha sentido tan monótona durante estos últimos años, solo hago las cosas porque así lo esperan de mi, estudio más, porque eso esperan de mi, escojo esta carrera porque eso esperan de mi, soy buena, porque eso esperan de mi, sigo estudiando, porque, ¿eso es lo que todos hacen no?
Tropiezo con un chico, pero, aunque me gustaría decir como en los libros que noté cada cosa acerca de cómo lucia, la verdad es que me sentí tan torpe que ni siquiera levante la mirada del suelo mientras susurraba un disculpa. Esto me hizo pensar en todas esas veces que estuve dentro de mi mundo, en mi celular, con un libro siendo una "antisocial" como me llegaron a decir y en todas las oportunidades que tuve de hacer un nuevo amigo o amiga, de un posible romance que me rompería el corazón más tarde, pero eso es lo de menos, lo que yo extraño, es algo que no he tenido, el amor de alguien que no sea mi familia, que no me diga las cosas por compromiso, o porque somos amigos, si no alguien que me las diga porque le nacen, las siente en verdad y que me haga sentir especial.
Pero la vida no es así de simple y existimos personas como yo, que aunque parecemos encajar en la sociedad, nos sentimos extraños, alejados a pesar de vivir en el centro, solos aunque siempre acompañados. Y eso es normal, lo sé, pero aun así me siento tan sola, extraña, casi como si no perteneciera a este lugar.
Me he dado cuenta de lo mucho que la sociedad influye en nosotros, en veces más que nuestra propia familia, pero eso no lo notamos hasta tiempo después, cuando ya hubo peleas, también están los casos que nunca se dan cuenta, o en veces hasta que es demasiado tarde para pedir perdón a esos que nos amaban sin ningún límite porque ya no están.
Mientras tomaba asiento en una mesa para realizar mi examen de admisión, seguía preguntándome, ¿es esto en realidad lo que quiero? Porque claro, me gustan muchas cosas, pero no quiero estudiar más de una carrera, al menos no a la vez, solo me gustaría tener un año, solo uno, para podre descubrir quién soy, desconectarme de esta sociedad dañada, de mi familia y sus expectativas, de ser hermana mayor y un "ejemplo a seguir", pero más que nada, de mi misma.
Noto que alguien se sienta junto a mí y la verdad es que me gustaría conocer a alguien en este lugar, pero no parece que conozca a nadie, el chico junto a mi habla, pero no escucho lo que dice, de igual manera, nunca fui la chica a la que ellos quisieran hablarle solo para conocerla y no para llegar a sus amigas.
-Chica pareces distraída- no estoy segura de si me habla a mí en ese momento pero volteo a mirarlo y él me está viendo fijamente -¡Oh! Tú eres la chica de la puerta.
Al inicio no logro entender de qué habla, pero después de unos segundos recuerdo el incidente de la puerta en la entrada y el chico.
-¿Tú no hablas mucho verdad?- niego con la cabeza –pues a mi me vendría bien alguien que me escuchara, ¿no te cansas de escuchara todos hablar y no decir nada?- me encogí de hombros.
El parece confundido por un momento y comienza a contarme acerca de su vida, que viene de una familia promedio, tiene dos hermanos, uno mayor y uno pequeño, sus padres están juntos, ahora no están en su mejor momento en cuánto al dinero, pero nada está muy mal, pero al parecer lo que le preocupa es la relación de sus padres y dice que aunque siguen juntos, ell piensa que durará mucho hasta que se harten del otro.
-No deberías preocuparte de eso- le dije –porque aunque sean tus padres, eso es un asunto de ellos y tu solo debes esperar lo mejor.
-Ahhh, el clásico "después de la tormenta viene el arcoíris"- sonríe ligeramente –y por lo que veo si hablas.
Hablamos un poco de nuestras vidas, de que papeles tenemos en la sociedad, el al parecer es un deportista, ya lo sé suena muy típico, pero él no es ni el adorado capitán ni el odiado que siempre hace que pierdan, si no el chico que solo está allí de relleno. Le conté acerca de mi dilema, no le pareció tan importante y parecía que él quisiera decirme algo, pero en ese momento entro un maestro supongo a el salón.
-Bienvenidos a la universidad de medicina, yo les aplicare sus exámenes de ingreso...
Después prosiguió a dar las indicaciones de cómo contestaríamos el examen, el tiempo que nos darían para resolverlo y otros asuntos importantes. Después paso a entregar los exámenes y a separar a los que se sentaron bastante juntos, pasaba el tiempo y yo contestaba las preguntas como se esperaba de mí, automáticamente, casi se podría decir que me sabía el examen, pero lo cierto es que estudie mucho para esto. Teníamos ya dos horas en el examen y yo había terminado, así que me puse de pie para entregar el examen, camine hacia el escritorio y seguía preguntándome si era lo correcto estudiar esto, me decía a mi misma que sí, pero en mi corazón sabía que esa no era la verdad, pero ya era tarde, había entregado el examen.
Salí y comencé a caminan hacia el estacionamiento, estaba a unos pocos metros de mi auto cuando escucho a una voz llamándome.
-¡Hey, espera chica, no te vayas aún!
Me di la vuelta y nuestras miradas se conectaron y sentí algo parecido a una corriente eléctrica en mi cuerpo, casi al instante mi corazón se detuvo por un segundo para después latir con más fuerza que nunca antes y mi respiración se corto por un momento. Corrió hasta donde estaba frente a mi auto, al llegar él tenia la respiración agitada me dijo que debía irse ya, pero que quería despedirse de mí antes de irse ¿y saben que hice?
-Déjame darte mi número para seguir en contacto- le di una pequeña sonrisa mientras me sonrojaba por su rostro de sorpresa
Sonrió después de un momento y dijo –Claro- me pasó su teléfono y puse mi número y nombre en él.
Pero ese fue el peor error que pude cometer, y al mismo tiempo el mejor que jamás hice, él nunca llamo, nunca envió un mensaje, nada de señales de vida, no lo volví a ver hasta el día en que sabríamos quien entro en la escuela, un mes después, yo iba sola, decidí no llevar a mis padres conmigo y que buena idea fue. Cuando lo vi allí parado frente a las listas con un grupo de chicos, pase frente a él y me ignoro, pensé que no me había visto, pero cuando iba de salida, lo salude con la mano dándole una sonrisa el solo se rio con sus amigos mientras todos me miraban.
Se estarán preguntado el porqué dije que era una de las mejores decisiones también, pues ese día descubrí quien era yo, Yo soy la chica que no necesita un hombre para ser feliz, ni para salir adelante, si no que lo necesita para una amistad y nada más. Ese mismo día, decidí seguir mi sueño de cantar, entre a un concurso en televisión y firme un contrato con una enorme disquera y ahora soy muy popular. Lo mejor de todo fue cuando el intento hablarme de nuevo y yo le devolví el favor de no conocerlo, para que no lo vieran conmigo.
FIN
Se que es bastante corta, pero es todo lo que podia esribir y me senti mal por no haber escrito nada en mucho tiempo, he estaddo ocupada con la escuela y mi vida, pero pienso regresar pronto, tal vez edite mis otras historias porque no me gustaria cancelarlas, pero si decido que alguna historia ya no da para mas, no me quedara de otra mas que borrarla o cancelarla.
xoxo
-Abril la unicornia :)
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¿QUIEN SOY?
Short StoryUna historia corta que logre terminar durante mi bloqueo. No se quien soy, no sé si soy la nerd, la rebelde, la hippie, la extraña, la artista, la bailarina, la cantante, la que solo está allí, la que nadie conoce, la que todos conocen, la deportist...