ALEJATE DE MI

2. Hogar dulce hogar

Introduje la llave tan lento que sentía que me faltaba el aire, el crujir de la cerradura me provocó un escalofrío que me recorrió toda la espina dorsal, me sorprendi tanto, el lugar era pequeño pero muy acogedor, tenía una pequeña cocina integral, una barra para desayunar, un comedor pequeño, una sala pequeña, lo que me provoco una gran sonrisa.

-Todo es pequeño- dije divertida y entre risas, las cuales fueron devueltas por Aura y Carlota.

-Que te parece?

-Me encanta, Gracias por hacer todo esto por mi- me aproxime y las enrolle a las dos en un fuerte abrazo.

Caminaba por todos lados, parecía niña con juguete nuevo. Hasta que por fin llegue a la puerta al final de un angosto pasillo, ahí estaba la que sería mi habitación, con un enorme ventanal y una vista lejana de la Torre, un closet de buen tamaño y un gran espacio para lo que sería mi cama.

-Y la cama?

-Esa te tocará comprarla, por que debe ser a tu gusto- comentó Aura un tanto emocionada.

-O tienes razón

Nos dirigimos a la parte de abajo, teníamos que bajar todas las cajas de la camioneta, y pronto iniciamos la travesía, cuando de pronto un joven perturbo mis pensamientos.

-Necesitan ayuda? - Esa voz me hizo salir de mis pensamientos y girarme de inmediato, dejándome embobada, nunca había hablado con chicos, no sabía cómo socializar, era de piel morena clara, ojos azules como el mar, traía una playera sin mangas que dejaba ver sus fuertes brazos.

-Sofí, Sofi...

-Aush! - sentí el codazo de Aura con una sonrisa burlona, a lo cual no pude más que sonrojarme.

-Bueno, mucho gusto Sofi, me llamó Daniel-  se presentó con una sonrisa radiante.

-Mucho gusto- le extendí mi mano que el muy cordialmente recibió, haciéndome sentir unos escalofríos que se depositaron en mi estomago.

Después de la presentación nos dispusimos a subir las cajas que no eran gran cosa pero si tenían su trabajo para subir al segundo piso.

Una vez terminada la travesía, Daniel se despidió de nosotras, con la invitación de una cena de bienvenida al edificio, lo que No me pareció mala idea, de alguna manera tenia que conocer personas y el era el primero en la lista.

*Daniel*

Ya sabía que unas madrecitas habían comprado el departamento de a un lado no tenía idea para que lo querían, pero bueno.

Muy temprano escuche voces  que venian del pasillo, creó que por fin iban a ocupar el departamento, fui a mirar por la ventana y vi una hermosa joven pelirroja con un vestido floreado a mitad de la rodilla con un suéter amarillo que resaltaba su piel, así que yo muy amablemente me ofrecería a ayudarlas a subir las cosas a su casa.

Cuando me aproxime para ayudarles ella se giró de inmediato estaba muy raro se había sonrojado y yo no pude más que sonreír me pareció muy dulce.

Una vez terminado de desempacar me ofrecí invitarlas a cenar, claro que no afectará sus planes y que las madrecitas la dejarán salir conmigo, ya sabía quien sería mi nueva víctima, cabe destacar que soy un rompecorazones y está pelirroja no tenia escapatoria.

*Sofia*

Este chico Daniel es realmente guapo y me gusta, pero que tonta, si apenas lo conozco y ya estoy pensando en que me gusta un chico, dijo que me invitaría a cenar como bienvenida por ser su nueva vecina.

Después de dejar de pensar en Daniel, empecé a pensar que necesitaba una cama así que ya que no conocía el lugar aprovecharia la amabilidad de mi vecino y asi conocer unos pocos lugares.

Me dirigí a paso firme, pero... cuando estaba lista el temor se había apoderado de mi y ya no me animaba a tocar, asi que suspire y toque.

-Toc... Toc...

-Voy- Le oí gritar y me tense.

-Si- Dijo Daniel al momento de abrir la puerta.

*Daniel*

y de pronto tenía a esa chica frente a mi puerta sonrojada y de verdad no había visto ojos más grandes, si eran grandes y hermosos podría pasar mi vida mirandolos.

-Quieres acompañarme a comprar una cama? - Dijo ella poniendosé roja como tomate- se que tienes cosas que hacer pero como no conozco el lugar y pues me da miedo perderme, si no puedes no importa compraré un mapa local.

-Shuuu!- Le dije de pronto siendo amable, pero es que empezó a hablar sin parar creo debía ser de nervios- Claro que te acompañare es Sábado y no hay nada que hacer, pasa me alistó rápido y nos vamos.

*Sofi*

Me introduje en su departamento era idéntico al mío, claro con su toque masculino, me senté en su sala en lo que el iba a arreglarse para ir conmigo, que tonta me puse a hablar sin parar,.si yo no era así, me había ganado el nervio.

-Listo- dijo de pronto sacándole de mis pensamientos y ahí estaba el con una cómoda playera Blanca, pantalón negro y unos convers negros, recién bañado es tán guapo, me quede embobada hasta...

-Sofi... vamos- me tomo de la mano y nos dirigimos camino a comprar una cama, caminamos un buen rato hasta que encontramos una tienda de camas, edredones y demás artículos, pasamos un largo rato hasta que una joven se acercó a nosotros diciendonos que hacíamos una bonita pareja lo que hizo que me ruborizara de inmediato.