#1 Siempre SAGA ALMAS ETERNAS

Capitulo34: Furia.

Narra Anthony

Voy a patear ese lindo trasero- dije sintiendo pánico, ira, dolor.

Dank me había hecho a un lado, justo en el momento en el que más necesitábamos estar juntos. Nos regresó a nuestras formas Lummix con un simple chasquido de dedos y ahora estábamos aquí atrapados hasta que encontráramos como ascender.

Ese pequeño enano- dijo Ross aún en shock igual que todos los Lummix que se encontraban ahora en el mismo cielo de luz.

¿Cómo en el jodido mundo él pudo hacer esto?- Ember sostenía a Lesa entre sus brazos y ella parecía intranquila al borde del pánico.

Fácil- dijo Katherine, la madre de Dank y mis ojos llenos de furia la hicieron retroceder pero mantuvo su vos- el los invocó en un momento dado solo él podía regresarlos y con su poder en sus manos pudo enviar a todos aquí, incluso pudo mandar al mismo planeta aquí arriba. Algo tramaba y Paulo sabía que era.

Ese hijo de puta- dijo Al furioso y sus tatuajes comenzaron a crecer. Todo golpeó en un instante, él nos quitó parte de nuestro poder.

Invocando la luz, los tatuajes aparecieron en mi cuerpo pero todavía no podía ascender.

Mis hermanos hicieron lo mismo y en un segundo todos estábamos en un círculo de cinco, nuestras líneas de energía se tocaron y el poder se desató. Alas crecieron, músculos se solidificaron y nuestro poder estaba de vuelta. Estábamos listos.

Soltándome volé directo al cielo brillante pero Katherine intercedió apareciendo frente a mi.

Le arrancaría la cabeza pero Dank me odiaría para siempre.

Quítate Katherine, no lo repetiré dos veces- su rostro pálido me llenó de orgullo.

Él nos apartó de esto, no te dejaré salir de aquí- dijo ella extendiendo sus alas blancas.

No puedes detenerme- dije evitándola pero justo Ember y Al aparecieron frente a mi.

A ustedes si que puedo patearles hasta el fin del mundo- dije queriendo sujetar sus cuellos.

No puedes ir hermano- dijo Ember.

No solo- dijo Al.

A la mierda, no necesito su ayuda para esto- dije y los evité volando mucho más rápido pero choque cuando Lucius me detuvo y mi paciencia estaba a punto de explotar por el lugar.

No te dejaremos ir- dijo él cruzando sus brazos.

No te estoy pidiendo permiso hermanito- dije soltando una ráfaga de luz y quitándolo de mi camino.

Volé de nuevo sintiendo y preparándome para el salto, pero un delicado puño chocó contra mi mandíbula enviándome a toda velocidad y chocando con el suelo agrietandola en fisuras al rededor de mi cuerpo.

Lesa estaba en el aire y justo después estaba frente a mi.

Quiero tanto como tú hacer esto pero no puedes correr allá y hacer que Dank pierda la concentración por nuestra culpa- dijo ella y sus ojos brillaban en motas de azul mezclado con ámbar- no podemos llevar a todos estos Lummix, ellos no lo lograrán.

No tengo tiempo para esto Lesa- dije mi cuerpo era mucho más grande y ancho que el de ella pero pareció no importarle. La chica tenía unas grandes pelotas.

Ni yo tengo tiempo para estarte deteniendo así que o vamos todos juntos o pateare tu culo hasta que Dank no lo pueda reconocer- dijo ella con determinación.

»Necesitamos a sus guerreros pero su vida correría peligro, así que solo iremos nosotros ocho y eso sería todo.

No podemos llevarlos a todos- dije furioso por la falta de poder.