#1 Siempre SAGA ALMAS ETERNAS

Epilogo: Un nuevo sol.

Narra Dank.

Han pasado seis meses desde que Paulo destruyó todo rastro de la oscuridad con su luz enviándola a todo los rincones, llevándose con ellos a los guardianes y volviéndolos a la normalidad.

Como era de esperarse con el tiempo la humanidad olvidó todos los temblores y la oscuridad brotando de todos los rincones, dándole el simple nombre de el calentamiento global o la humanidad siendo lo que sabía hacer siempre. Asustar a todos y cada uno.

Otros decían que los dioses habían llegado a la tierra y muchos más que era el comienzo del fin, pero como todo siempre con el tiempo pasa y ellos olvidan volviendo a su vida normal.

Ahora me encontraba en la cima de París volando en la noche y sintiendo el viento acariciar mis alas, con el tiempo aprendimos a movernos sin ser visto y yo siempre aprovechaba cada momento que tenía para explorar el mundo. Tan solo unas semanas atrás viaje a las pirámides de Egipto pero siempre era interceptado por Anthony. Oh Anthony el hermoso Anthony siempre sacaba lo mejor de mi cada vez que quería tan solo a un mes de haber destruido todo y la pelea del siglo viajamos juntos  por el mundo reconstruyendo muchos bosques y ayudando a pueblos con sequías y extrema necesidad, era algo que siempre quise hacer y a su lado era perfecto.

Ahora el mundo era un lugar mejor y aquí estaba yo en uno de los lugares más románticos del mundo volando en la noche lo más alto posible y ocultándome en las nubes densas extendiendo mis alas a gran velocidad subí hasta donde la gravedad todavía tiene su efecto y me deje caer en picada retrayendo mis alas a los costados tomando gran velocidad y justo antes de chocar contra la hermosa torre iluminada extendí mis alas volando a toda velocidad para alcanzar y uno de los portales ahora colocados por nosotros para poder viajar al cielo de los dioses en un momento mi cuerpo aumentó la velocidad mil veces más, en un parpadeo llegué.

Estar en este lugar siempre es como la primera vez los palacios y las luces en ellos eran tan vibrantes que tu piel hormigueaba con solo estar frente a ellos.

Un estruendo me sacó de mis pensamientos y un cuerpo golpeando el suelo me hizo dar un paso atrás, Anthony se encontraba tendido en el y hecho polvo diablos eso debió doler.

Sujetando su costado derecho se levantó- ella simplemente me golpea desde el momento que mencionó tu nombre- dijo él sonriéndome.

Desde que habíamos peleado él había intentado hablar con mi madre y pedir su autorización para formalizar lo nuestro, siempre había dicho que eso no era necesario pero él insistía y ella siempre terminaba golpeándolo o atravesándolo por el muro más cercano. Simplemente se negaba al hecho de compartirme con alguien como los dioses con tantos problemas todo era tan vulnerable y peligroso; pero más que nada era su profundo miedo a perderme de nuevo.

No la convencerás de esa manera- dije tomando su mano y enviando la luz a su cuerpo sanando las heridas y era tan habitual cuando ella lo rompía y yo sanándole que seguramente esos golpes y fracturas al final dejaría sus secuelas- solo olvídalo, no es como si ella pudiera alejarme de ti. Nadie puede hacerlo.

No dejaré que te acerques a el de nuevo- dijo ella aterrizando frente a nosotros- no dejaré que nadie lo toque de nuevo.

Madre estás siendo extremista- me coloqué entre ellos dos tratando de evitar más hematomas y contusiones graves- no puedes hacerle esto no más.

No te perderé, no por ellos ni por nadie- dijo ella en una sacudida de cuerpo.

No lo harás, estaremos bien lo prometo no dejaré que nadie nos separe de nuevo- envolviéndola en con mis brazos traté de calmar sus temblores pero es algo que jamás se irá de ella porque es mi madre y las madres hacen eso- y por favor madre deja de maltratarlo.