Narra Luke
Dejé de sentir fuerzas, y aunque no entendía qué acababa de pasar y por qué lado me faltaba esa energía, el dolor, que sin embargo me estaba curando, me hizo olvidarme de ello.
Grité, apretando todavía más la pequeña y tembladiza mano de Kat... que de repente parecía un muñeco inerte entre mis dedos.
Mi cara se tornó en una mueca, ignorando cualquier dolor físico y mental que estuviera agotando todas mis fuerzas, y abrí los ojos para mirar en su dirección.
No estaba. En vez de su cuerpo sentado y sereno, mirándome con temor por perderme como lo había imaginado, la veía tumbada, con la mano tocando la mía pero inerte como lo que más.
Me di cuenta de que caía sangre de su antebrazo, y de que no estaba dormida, ni mucho menos gastando una broma.
Estaba inconsciente.
Ahora era yo el que estaba temblando, y ya no temía más por mi vida.
Había perdido mucha sangre. La primera vez que la había visto estaba en el suelo llorando con los ojos cerrados y en una mala posición. Luego he notado que su hombro no estaba como antes, y su tobillo tampoco le dejaba andar con total normalidad.
Había pasado por mucho. Por demasiado. No solo esfuerzo físico pero psicológico, y lo que había visto hoy era suficiente para que cualquier persona perdiera la cordura. Kat no tendría por qué ser diferente. No tenía por qué aguantar todo esto. Pero... hacía escasos minutos estaba cogiéndome de la mano... y yo estaba convencido de que lo habíamos conseguido, de lo que lo superaríamos juntos. No podía ser...
-- Michael... me encuentro mucho mejor. No es... necesario que sigas. -- le informé, sabiendo el gasto de energía que suponía curar a alguien, especialmente si estaba tan débil.
-- ¿Lo dices en serio? ¿O es por la chica?
-- ¿Está viva?
-- Sí. Pero se ha superado a ella misma. Estaba débil... y todavía ha sacado fuerzas para aguantar. Ha perdido mucha sangre. -- dijo, y yo analicé la situación lo más rápido posible. -- Te ha salvado la vida.
-- Sí... ella... -- sentí un nudo en la garganta, demasiado enorme como para ser natural. -- Ella es muy valiente. -- tragué saliva, queriendo quitarme ese asqueroso bulto. -- Ojalá fuera como ella.
-- Eh... tú también has sacrificado muchas cosas por ella. No lo olvides. -- dijo haciendo un movimiento, probablemente levantándose, aunque desde mi perspectiva no podía asegurar nada.
La imagen de mi hermano me golpeó el cerebro entonces, y por un momento sentí un pinchazón en el corazón. Profundo.
Lo había matado. Yo. Y no lo había dudado.
-- ¿Y su hermano? -- dije de pronto, apoyando la mano que tenía libre en un intento por levantarme. Michael me devolvió a la realidad dándome un golpecito en un costado.
-- No sé quién es su hermano. Si era uno de los que estaba aquí, me los he cargado a todos...
-- No, no... Ashton no es como ellos. Es humano, como Kat. Estaba atado en una esquina si no recuerdo mal.
Michael calló, y yo cerré los ojos para canalizar mejor la energía que había en el ambiente. Tal vez en un sitio con tanta concentrada podría usar un poco para ayudar a acelerar el proceso. Me moría de ganas por salir de este sitio hediondo y por sacarla a ella.
-- Sigue ahí. Está inconsciente hasta que se le diga lo contrario. -- dio unos pasos, mientras yo respiraba ondo. -- Tiene una mente débil. -- dijo, probablemente dando vueltas a su alrededor, observándolo.
ESTÁS LEYENDO
No confies en los fantasmas || Luke Hemmings
FanfictionSolo una chica normal, en una casa no tan normal.