Nuevo Ciclo

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Como ya saben, nosotros los hechiceros, o bueno por lo menos los que todavía somos menores de edad estamos destinados a vivir como adolescentes normales es decir como humanos.

Beep, Beep, Beep, maldito despertador debí haberte cancelado cuando aun tenia tiempo.

-A callar de una buena vez- Grité harta de ese maldito artefacto el cual salió disparado hacia la puerta por la cual se asomaba Ian quien solo se agacho mientras el despertador se golpeaba en la pared del pasillo.

-Wow creo que alguien despertó de mal humor-Dijo Ian como siempre con su sarcasmo. Mi hermano se disponía a dar marcha rumbo a mi baño, rápidamente me tele transporte enfrente de sus narices.

-Se puede saber a dónde te diriges engendro?- Pregunté obviamente soló para hacer mas drama.

-Oye a mi baño se le fue el agua y solo tu tienes agua en tu baño y necesito entrar-Dijo casi bailando en un pie, me percaté de esto.

-Y dime que piensas hacer ahí adentro, ah?-Pregunté con toda la intención de molestar.

-Pues que quieres que haga, mis necesidades como todo el mundo-Contestó molesto.

-Así, pues siento decepcionarte amigo mío pero esta vez yo gané-. Y sin pensarlo dos veces me adentre al baño cerrando con llave la puerta.

-MUERETEEE, ÁNGEEEELL!!-Gritó mi hermano realmente cabreado.

Me esforcé mucho por soportar una carcajada, la retenía tanto dentro de mi que comenzaba a temblar del ataque, pero es que de soló pensar que mi hermano estaba cabreado me hacía mucha gracia, tenia tiempo de no verlo así.

Después de una pequeña ducha, rápida vestida me dirigí a la cocina, busque algo en la hielera encontré un zumo de manzana, bah, que mas da. Me encontraba bebiendo de mi zumo cuando apareció Ian, me miraba como si quisiera MATARMÉ.

No le di mucha importancia a final de cuentas después de haberme duchado le preste mi baño así que no veo el porque tenia que asesinarme.

-Oye llegamos tarde- Me habló por fin aunque se le notaba que aun seguía molesto.

-Ash, sabes que odio, que siempre estén sobre el tiempo.-Dije una vez después de haberme bebido el zumo.

-Como quiera, andando- Me dijo Ian, mientras salía por la puerta rumbo a las escaleras.

Subí a mi habitación y cargue con mi mochila.

-No entiendo porque tenemos que tomar el autobús cuando podríamos muy bien volar hasta ahí-Dijo con toda la intención de molestar más a mi hermano, pues bien sabía que no podemos usar magia en el mundo de los humanos.

-Ángel vas a volver con lo mismo todos los años que me toca ir junto contigo es lo mismo.-Hablo Ian molesto mientras subía al camión que había llegado hacia unos segundos.

Ian subió y se quedo en los asientos del medio, pero como era de costumbre yo me abrí paso hasta los asientos traseros y me senté exactamente en el último asiento. Coloque mis audífonos y le di play a mi reproductor de música, sin siquiera detenerme a ver cual de todas comenzaba a sonar.

La gente parecía ir muy deprisa por las calles agobiados por todos sus problemas, pobres mortales.

Pero volviendo al tema de la escuela, les contaré algunos detalles rápido verán como dijo mi hermano, yo tengo un Imperio por así decirlo de Sombras, me dedicó principalmente a alejar a cualquier humano que se me acerque y el que me busca pelea me encuentra el pobre nunca sale muy bien librado que digamos.

Yo soy como una especie de chica rara o la BAD GIRL de todo el Instituto, los profesores suelen llamarme por mi apellido, el director nunca tiene problemas conmigo, y los alumnos solo se dedican a sacarme la vuelta nadie quiere enfrentarse a mi peligrosidad.

La Princesa Templaria. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora