❝ Oh Sehun es un adolescente con una gran vida. Atractivo, inteligente, de clase acomodada y familia tipo, con numerosos amigos y una adorable novia. Sin grandes problemas en su día a día más que algún que otro asunto cotidiano.
... Siempre que igno...
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♫ Capítulo con playlist.
El link de mi spotify está en mi biografía. La playlist correspondiente lleva el nombre "Toska fanfic: 28".
Los copos que habían sido hasta minutos atrás no más que pequeñas manchas bajando del cielo, se transformaron en una abundante caída silenciosa y rauda que los obligó a meterse al coche para resguardarse. La nieve se agrupaba sobre el capó en una lenta procesión de blancura.
Y ahí se hallaban. Mirando a través del parabrisas, sin nada que interrumpiera el silencio más que las respiraciones cautelosas, contenidas como si temieran interrumpir los pensamientos del otro con cualquier mínimo sonido.
Sehun dudaba, sin embargo, que nada pudiera interrumpir el ruidoso desorden que tenía en la cabeza, como si todos sus pensamientos estuviesen peleando entre sí.
Comprendía ahora la leve variación en la actitud de Luhan. La manera en la que se iba tan metido en sus pensamientos últimamente, las reuniones y llamadas continuas entre él y su padre. La forma en la que a veces titubeaba, como queriendo decir algo que al final nunca dejaba salir. Sehun había estado negándose a ver más allá de sus narices, creyendo que todo iba bien solo porque no habían tenido ningún problema importante recientemente. Desconociendo que, detrás de todo, había una decisión tomada. Una decisión que definitivamente no había sido hecha al azar.
―¿Cuándo? ―interrogó, cortando el ensordecedor silencio que los había acompañado por casi cuarenta minutos.
―La primera semana de enero ―respondió Luhan con calma―. Por alrededor de dos meses.
―Dos meses ―repitió Sehun. La nevada tomó más fuerza, un montón de puntos blancos surcando la noche en diagonal.
Dos meses no era demasiado tiempo. Serían menos de sesenta días.
Sesenta días.
―¿Por qué de pronto? ―se escuchó a sí mismo preguntar―. ¿Por qué, si no te ha pedido que vayas en años?
Sabía que su temor a viajar en avión era una excusa. Se preguntaba a veces si Luhan siquiera se creería él mismo que esa era la razón por la que su padre no tenía la delicadeza de invitarlo a su país de origen cuando viajaba.
―Dijo que quería que yo fuera ―fue su respuesta simple, vacía, que no respondía realmente la pregunta.
―¿Y solo porque te lo ha pedido vas a hacerlo? ¿Qué hay sobre lo que quieres tú?
Luhan vaciló, su boca entreabriéndose para decir algo, pero luego pareció desistir y volvió a cerrarla.
―Yo... quiero ir. Tengo que ir ―contestó casi un minuto más tarde―. Lo he pensado mucho y... tal vez sea bueno que nosotros tengamos un tiempo por separado.
