Hidden Reality ~ Jesús Oviedo

Capítulo 5.

Ya había pasado como tres calles de mi casa y seguíamos andando. ¿Acaso vivía tan lejos?

Saqué el móvil con mi mano izquierda del bolsillo de mis pantalones. Miré la hora, habían pasado como diez minutos sólo. Si viviera muy lejos entonces sería mejor que volviera a casa.

Volvía a guardar el móvil con dificultad en mis pantalones ya que aun seguía andando.

Alcé la vista pero me paré al momento que vi que no estaba. Si hace segundos estaba a pocos metros de mi. Más pronto se ha metido en su casa y no me he dado ni cuenta.

Retrocedí un par de pasos con la intención de dar media vuelta y poner rumbo a mi casa.

¿Como se me había pasado por la cabeza perseguirlo para saber donde vivía? Parecía una psicópata.

Me giré sobre mi misma pero acabé chocando me con algo, o más bien, alguien.

Esa olor... A colonia masculina.

Tragué levemente saliva, para luego abrir los ojos.

Esas vans negras...

Alcé la cabeza y entonces fue cuando me di cuenta que la había cagado pero bien. Apenas un pequeño espacio nos separaba. Intimidan te, tenía su vista puesta en mi.

-¿Querías algo? -preguntó sin mostrar ningún tipo de sentimiento en su voz, si al caso ¿enfado?-.

-No, no -intenté con todas mis fuerzas no tartamudear, su mirada intimidaba demasiado-.

-¿Entonces por qué me seguías? -inclinó un poco su cabeza hacia mi, recordándome nuestra cercanía. Retrocedí un par de pasos nada más me di cuenta-.

Vale, no se me venía ninguna excusa a la mente.

-Si querías saber donde vivo sólo tenías que preguntarlo -habló, haciendo que me diera cuenta de que me había pillado infraganti-.

-No sabía como preguntártelo -mentí-.

-Si quieres te puedo enseñar a preguntar cosas a personas casi desconocidas. Es muy fácil -¿ese tono era irónico? Este chico era raro-. Es broma, sólo bromeaba. Quería ver la cara que ponías -por un pequeño instante podría jurar que se le escapó una pequeña sonrisilla-. En todo caso, vivo aquí -alzó el brazo y me señaló la casa a mi izquierda. La fachada de color blanco. Tenía un patio delantero que lo separaba de la calle por un muro que tenía toda la mitad superior vallada, y todo lo demás de abajo de piedra-.

-Bonita casa -me limité a decir-.

-Supongo que gracias.

-Eh... Creo que me tendría que ir -dije un tanto incómoda-.

-Sí. La próxima vez, se más discreta -de repente volvió a su voz de seria, lo que hizo darme cuenta de que las últimas cosas que me había dicho no las había dicho con ese tono de seriedad-.

Y sin decir nada más, entró a su casa. Me quedé con el número, la "8".

Sin pensar en nada más, ahora sí, puse rumbo de nuevo a mi casa.

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Cap cortito :c