6.¡¿TÚ?!

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La noche pintaba muy bien, mejor de lo que pensaba, desde el carro de Fer podíamos ver a la gente salir y entrar, todos con un vaso en la mano rojo, Fer y yo nos miramos y nos sonreímos mutuamente, estacione su carro y salimos de el.

-parece que la noche va a estar muy buena- la veo con sonrisa picara a Fer- vas a conseguir un galán- ella me mira con una sonrisa que se que esta feliz

-hola- aparece una voz masculina que no logre distinguir, pero por la sonrisa de mi mejor amiga se de quien se trataba

-¡Hola!- dijimos las dos al mismo tiempo

-¿Recién acaban de llegar?

-Si- dijo Fer y me hizo una señal para que la dejara sola- Daemon ¿me traes algo para tomar? Por favor- le dijo mientras pestañeaba a mil por hora

-¿quieres que te deje sola con él?- señalando al chico que se iba a la cocina, sabia lo que respondería.

Daemon es un chico alto con unos ojos verdes claros, cabello castaño rizado, una bonita sonrisa y era todo un caballero, lo contrario a su mejor amigo, al estúpido de Stephen, los dos estaban en el equipo de fútbol, él es el único que se salva de que lo llamen mujeriego y en verdad según sabemos todas su ultima relación fue de 2 años, con una chica que se tuvo que ir a vivir a otro país, desde que Fer se entero estuvo feliz porque a ella siempre le intereso Daemon, pero tenia enamorada, pro ahora el estaba libre.

-si, por favor, creo que hoy se me va a declarar - me hizo un puchero y yo acepte

-Con una condición- ella se asusto un poco, pero asintió- me avisas cada hora en donde estas y te voy a llamar cuando ya quiera irme y te vienes conmigo- ella me vio enojada, pero después salio una sonrisa en su rostro - ¿ok?

-ok- me dio un rápido abrazo y entro a la casa, en la misma dirección que entro el chico

Mientras entraba a la casa, veía muchas caras conocidas que me saludaban, mientras les correspondía el saludo, fui en busca de la cocina, quería algo de tomar, por la razón que había mucha gente, la calor era todo un error, sin darme cuenta me choque con una persona, al voltear me encontré con esos ojos azules que me encantaban, poco a poco fui bajando la mirada y me encontré con unos labios hermosos, que ocultaban una hermosa sonrisa, al darme cuenta quien era me salio una sonrisa de la nada.

-¡hey! ¡tu! Eres la chica con la que me tropecé en el centro comercial ¿no¿- yo no podía hablar, solo lo único que pude hacer es asentir y sonreír - ¡Isabella!

¿Que te pasa? Reacciona Isabella estas quedando como una estúpida

-si soy Isabella, pero me puedes decir Isa- le di la mano y el se acerco y me dio un beso en la mejilla, podía sentir que estaba mas roja que un tomate

-Isa, bonito nombre- puso una sonrisa que me enamoro, era algo raro

-gracias- le dije, ya un poco más calmada- ¿y que haces aquí?- lo empeze a ver bien y en verdad era muy sexy, mas de lo que me acordaba

-es una fiesta de mi instituto- ¡¿qué?!, ese dios griego, estaba en mi colegio y nunca me había dado cuenta

-¿estas en mi instituto?-lo mire un poco asombrada

-¡si!- tuvo que gritar porque al parecer alguien subió al volumen a la musica- ¿te parece si salimos a un lugar más callado?- solo asentí y empezamos a caminar.

Fuimos al patio trasero era un poco mas silencioso, pero había full chicos borrachos y una que otra pareja que parecía que necesitaban urgente un cuarto de hotel, sin darme cuenta un chico borracho que se tambaleaba de un lado a otro, me choco y yo casi me caí, sino fuera por... Todavía no sabia su nombre

NUNCA CREERE EN EL AMOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora