Mi Bebé | [EDITANDO]

Prefacio

Esta historia surgió de la mente de una niña de 12 años, cuyas emociones se habían visto desbordadas por todo lo que le inspiraba su hermano, nacido hacía pocos meses. La mejor forma que ella conocía para expresar todo lo que sentía, sobre todo cuando no lo comprendía, era escribir.

Así que eso hice. Inicié sesión en una aplicación y comencé a publicar capítulos cortos que contaban una historia de amor, la historia de una madre joven e inadecuada y un bebé inesperado. Me divertí publicando sobre hechos improbables y coincidencias graciosas, creando mis personajes en base a los adultos que más admiraba en mi vida. De esa forma, poco a poco la historia se convirtió en una carta de amor a mi madre. Cuando era pequeña glorificaba a mi madre ante todo. A mis ojos era la mujer más perfecta, la mujer más hermosa, la mujer más amorosa. Yo amaba a mi madre con todo mi corazón y la admiraba más que a nadie.

Con el tiempo me fui dando cuenta de que mi madre cometía errores como cualquier ser humano. Quizás al inicio de mi adolescencia fui demasiado dura con ella, pues sus errores eran nuevos para mí, pero no tardé demasiado en comprender que no por eso dejaba de ser quien siempre estaba ahí para mí, protegiéndome contra viento y marea, dándome todo su amor.

Hoy sé que mi madre no es perfecta, pero la sigo amando con todo mi corazón y mi admiración por ella sólo aumenta día con día. Y mamá, esta todavía es una carta de amor para ti. Espero haber logrado capturar en mi personaje principal todas aquellas cualidades hermosas que me enseñaste que una madre debe tener. Te amo.

Volviendo a la historia, la versión que aquí presento es muy diferente a la que escribí a los 12 años. Para escribir esta nueva versión me basé completamente en la idea que delineé hace casi seis años, pero traté de llevarla más allá, un poco más cerca de lo que imaginaba que sería cuando comencé a publicarla. Sé que no es perfecta y nunca lo será, pero tiene mi corazón en cada palabra. Al final eso es lo que cuenta, ¿no?

Espero que quienes lean esta historia se diviertan tanto como yo me divertí al escribirla y sientan ese amor que trato de transmitir. Si eso pasa, entonces habré cumplido con mi objetivo como escritora.