-¡Corre! ¡Corre!-Era lo único que estaba en mi mente, y eso hacía. Corría con todo lo que podía. Por más que quisiera no pretendía parar de correr. Algo estaba tras de mí y trataba de ver que es, pero hay mucha neblina y no lograba ver nada. Mire a mi alrededor y estaba en lo que parece ser las profundidades de un bosque.
¿Pero que llevaba puesto que no me dejaba correr? ¿Un vestido de novia?
Por dios, sí. Tengo puesto un vestido de novia, y está manchado de sangre. Pero que era esto. ¿Era mi sangre?
¿Qué estaba pasando? ¿De qué estoy escapando? ¿De quién huyo?
Y sin encontrar respuestas seguía corriendo, sin razón. Descalza y desaliñada.
Tropecé con un tronco y caí. Ya no podía levantarme, mi tobillo me lo impedía y el vestido tan malditamente pesado tampoco ayudaba.
Lo sentía, eso se estaba acercando. Listo para matar. Mi instinto me lo decía. Y para mi sorpresa era una persona pero aun así eso no me tranquilizo. El desespero y los nervios ya estaban inundando todo mi cuerpo.
Lograba escuchar el agudo zumbido de mi corazón palpitar lentamente. Porque sabía que ese sujeto era del cual escapaba.
Entre la neblina y el pesado ambiente, puede visualizar su vestimenta y era un traje, pero no logre ver su rostro cuando... Desperté.
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-Mamá, te juro que estaba aterrado.- Explicaba sobre el espantoso sueño de anoche.- Sin razón corría por ese bosque, ni un rayo de luz se asomaba en el.-Le contaba los detalles perfectamente a Pattie.- ¿Y sabes? Llevaba un traje el cual estaba manchado de sangre.- Le decía mientras estaba en el probador cambiándome por un smoking.
-Ah, Justin, que sueño tan espantoso.-Me dijo Pattie mientras seguía analizando el sueño. Y su tierna cara de preocupación se asomaba. Lo sé, la conocía.
-No debí contarte ese sueño, por lo que veo.- Le dije sonriendo.- ¿Y qué tal? ¿Cómo me veo?- Le pregunte entusiasmado cuando salí del probador.
-Hay hijo mío. Te ves fantástico.- Dijo esta vez con sentimiento.- Aun no creo que ya mi niño se vaya a casar.- Sonrió, y sus ojos se tornaron rojos. Ella iba a llorar.- La amas tanto que hasta cambiaste de religión para casarte con ella.- Dijo Pattie con cara dudosa.
- Sí mamá, la amo, la amo. La amo tanto.- Le dije, para aclararle toda duda si creía que cambiaría de decisión. Pues no lo haría.-No te había dicho. ¡Nuestra luna de miel será en México! ¿Qué te parece mamá?-
-¿Tan lejos? ¿Pero porque allá?-
-Ah ella le encantó la idea, y a mí también. Ir a conocer México. No suena mal.-
-Está bien.- Le sonrió Pattie, aunque estaba muy disgustada e insegura. Pues no le agradaba para nada que fuera a México. Y ella tenía sus razones.
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-Ese esta hermoso ____.-
-Lo sé, me encanta.- dije emocionada.
-Yo elegiría esté en vez del estampado.- Dijo mi madre.
-Hay ya por Dios, es solo un vestido.- Dijo mi hermana.
-No es cualquier vestido Amanda.- Le replique.- Es el vestido de mi boda.- Insistí. Con una sonrisa llena de emoción.
-Exactamente, una mujer no se casa todos los días.- Defendió mi madre.- Efectivamente ___, ese te quedaría fantástico con este velo.- Me aconsejo mi mamá mientras me pasaba el velo blanco con pequeñas flores bordadas en las orillas.
Me lo coloque, y sí, este era perfecto. El vestido y el velo hacían resaltar mi cabello y mis ojos negros.
Suspire emocionada. Aun no creía que me casaría con el hombre de mi vida. El perfecto hombre que Dios puso en mi camino.
Mi madre se me acerco y miró mi reflejo en el gran espejo que teníamos en frente.
-Te ves hermosa hija mía- Dijo con lágrimas apunto de brotar en sus ojos.- Aun no creo mi niña se vaya a casar.- Esta vez, no se aguantó y sus lágrimas salieron a flote.
-Yo tampoco mamá.- Sonreí como una estúpida, una estúpida feliz de casarse con el hombre perfecto.-Bueno, me llevare este.-
-Excelente idea.- Apoyo mi madre. Mientras que Amanda seguía con su enfado.
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-____...Por dios...-Dijo mi madre sin palabras cuando salíamos del almacén.- Que sueño tan espelúznate.-
-¿Sera una señal para que no te cases? No lo sé, piénsalo ____ tenías un vestido de novia y estaba lleno de sangre.- Me refresco Amanda. La mire mal.- ¿Qué? Ese fue tu sueño. Yo solo estoy diciendo una suposición.- Se defendió
-No mujer, no digas esas cosas, solo fue un sueño.- le replico mi madre.- Ni Dios lo quiera.-
-Tranquila mamá, y sí Amanda solo fue un sueño.-
-Hablando de sueños, mira quien viene ahí.- Dijo Amanda rodando los ojos y cruzándose de brazos.
Si, ahí estaba mi hombre, mi sueño... Y sin dudarlo corrí abrazarlo.
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-Mira quien está ahí Justin.- Dijo Pattie mirando atreves del vidrio de la tienda hacia el otro lado de la carretera.
Corrí abrazarla con una gran sonrisa. Pues ahí estaba el amor de mi vida. Mi mujer. Mi sueño....
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Lo abrace con todas mis fuerzas y él me elevo en el aire para luego unirnos en un profundo beso para luego decirme...-Te amo tanto ____ Evans -Me sonrió, con esa sonrisa que derrite mi corazón.
-Y yo a ti Zeth Tomson...-
