Contando Siglos

Capítulo 2, Aquel de ojos azules

Y aquí Kiri intentando que se desempolve un poco esta cuenta al igual que el fandom que está más muerto que mis esperanzas de que MCR regrese Q.Q

En fin, creo que las lectoras de Tiempos Efímeros se merecen más MikaYuu por mi repentina desaparición de esta increíble plataforma. Por lo cual, he traído antes del tiempo previsto el segundo capítulo de Contando Siglos.

Gracias por leer :3 Disfruten el capítulo.

***

"Al principio todos los pensamientos pertenecen al amor. Después, todo el amor pertenece a los pensamientos."

-Albert Einstein

Capítulo 2

Una vez que llegó a su casa envió el mensaje a Shinoa. Estaba demasiado cansado ese día. Todos los viernes era cuando la cafetería se encontraba más abarrotada de personas. Ese había sido uno de los peores que recordaba. En especial porque esa cafetería estaba cerca de su colegio y asistían muchos estudiantes que eran en realidad bastante bulliciosos y molestos.

"He llegado a mi casa. Mi mamá debe llegar en unos treinta minutos. Hasta eso voy a hacer algo de tarea para tener tiempo libre mañana. Te enviaré los mensajes más tarde." —Yuu

"Entonces voy a esperar." —Shinoa

El muchacho de ojos verdes se sentó en el escritorio y sacó varios papeles. Dirigió su vista hasta el reloj digital encima de su cama que marcaba la hora, las siete y media. Eso significaba que si iba a tener algo de tiempo.

Sin embargo, al recostar su cabeza en el escritorio el sueño comenzó a vencerlo poco a poco hasta cerrar sus ojos.

El silencio del lugar era conocido. No podía diferenciar una cosa de otra. Sin embargo, sí pudo diferenciar un color en específico en ese momento, azul. Vio algo azul muy brillante observándolo, marcado por unas pestañas claras. Una boca hablando a la cual no podía entender absolutamente nada de lo que estaba diciendo.

¿Por qué siento que esa voz es conocida? Ni siquiera puedo escucharla...

Luego sintió unos brazos alrededor de su cuello, abrazándolo. Era cómoda y reconfortante la sensación que le daban esos brazos que no lograba identificar.

—Yuu...

Abrió sus ojos lentamente. Su corazón estaba inquieto por alguna razón. Lo sintió latir deprisa, como si hubiera salido de una pesadilla. Pero su estómago estaba revuelto, no de miedo, era una sensación que quería ser casi agradable. Sintió un leve mareo e intentó recordar que era lo que había estado soñando hace tan solo unos segundos.

—Siento... que es algo importante —susurró para el mismo. Lo único que tenía en mente era unos ojos azules, y la imagen no era del todo clara.

Suspiró antes de mirar bajo su escritorio, sacando el cuaderno en el cual dibujaba ese tipo de cosas. En lugar de dibujar a medias algo, solo escribió en las últimas hojas escribió como hacía cada vez que tenía un sueño que no lograba recordar bien y creía que era importante.

—Ojos azules—dijo para sí mismo—. Azules como el cielo.

¿Por qué estoy tan triste?

Yuu miró al reloj, ya eran más de las ocho de la noche. Entonces supo que su madre ya había llegado. Si no lo había llamado de seguro fue porque estaba en su propia habitación arreglándose para salir esa noche.