Muñeca De Trapo [Reylo]

Capítulo III

Star Wars y sus personajes no son propiedad mía sino de Lucas Films, lo único de mi intelecto es la historia aquí presentada

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Si el primer mes se pasó rápido para Rey, el segundo se fue en un parpadear, desde la noticia que dio Leia todos tuvieron tanto que hacer que el tiempo no les daba abasto, ese día podría ser igual a muchos para sus compañeros más no para ella, ese día se cumplían los 2 meses de espera eterna.

Se levantó temprano para su primer encuentro, se arregló usando de nuevo sus ropas cafés y salió de su habitación no sin antes abrazar a la muñeca qué tenía en el tocador, cuando lo pensaba detalladamente ella siempre que lo iba a ver usaba alguna prenda café, inconscientemente lo hacía ya que él también usaba ese color en su vestir, era algo que los dos compartían por así decirlo.

La rutina fue la misma a pesar de que ese día no lo fuera, salió con sus cosas, saludó a C-3PO y fue directo hacia el pozo.
El tiempo Para Rey se perdió al salir a la calle y llegar a aquel lugar sola, la frustración la empezó a invadir debido al transcurrir del tiempo aun haciendo su actividad lo más lenta posible, pasados los minutos decidió regresar, no sabía lo que pasaba, Kylo en todos sus encuentro la alcanzaba cuando iba hacia el lugar, no en su regreso, en todos y cada uno de ellos...
Excepto cuando hablaron la primera vez...
Sus ojos se iluminaron cuando noto bajo la luz de una vela a un sujeto recargado en la pared, iba a correr hacia él pero mantuvo la calma, lo haría pagar por su pequeña agonía - paso de largo de él - lento pero muy lento, lo suficiente para que él le tomara de la muñeca

-Escuché que se van a juntar un ángel con un demonio –

-No sé de qué habla señor –

-Las historias que cuentan las estrellas señorita –

-Perdóneme pero ya va a amanecer y las estrellas no se ven- El hombre suspiró, ella tenía razón ya casi era de día, no tenía tiempo que perder, la miro fijamente, en menos de 24 horas sería su mujer.

Rey por su parte estaba ansiosa, necesitaba de su apoyo en ese momento, dejo sus cosas en el suelo y le tomo las manos, una corriente hizo que se le erizara la piel, le dedicó la mejor de sus sonrisas.

-Hable con el padre Lor San Tekka cuando llegué, le conté nuestra historia y está dispuesto a casarnos, hoy pasada la media noche en la iglesia, debemos de entrar por la puerta de atrás.

- ¿Dónde nos vemos? –

-En el jardín de los rosales, estaré listo para llevarte - se quitó su capa y se la ofreció, por primera vez lo veía descubierto en la calle - ten, úsala cuando salgas, no queremos que te vean - ella la tomó y contuvo sus deseos de olerla - Te veo en la noche, debo de organizar unas cosas, nos vemos - le dio un beso en la frente - por cierto ten cuidado dicen que los demonios son seres muy posesivos, celosos y explosivos –

-Es porque nunca han tenido un ángel que les acompañe - Fue lo último que le contestó, Kylo caminó lentamente hasta perderse en las calles, tenía un caminar elegante, un buen porte y mucha personalidad, deseaba estar a solas con él para preguntarle sobre su vida - se sonrojo- en un futuro tendrían mucho tiempo para ellos solos.

Se quedó estática un largo momento, pasaron los minutos mas no su emoción, podría estar así todo el día y nunca se cansaría, realmente hoy era el gran día donde dejaría todo atrás sin embargo un grito la saco de sus pensamientos, era el sereno anunciando la hora y el clima, despejado, eso le dio un buen agüero, despejado igual que su camino – sonrió- ese día había nacido una nueva esperanza en su corazón para poder seguir lo que éste dictase, dio un respiro de aire fresco y escondió la prenda entre sus faldas, siguió su camino, necesitaba hacer algo ya que su emoción la consumía.