Noto su respiración en el cuello, cálida pero con tanto poder de frialdad...escucho sus gruñidos, que me han dejado paralizado un número incontable de veces. Su mano rugosa, cubierta por el pelaje negro azabache, se mueve en mi espalda, lentamente de abajo a arriba para parar en seco de inmediato, otra vez, un número incontable de veces. Su respiración ya no se percibe, y no siento nada, no sé quién o qué soy, ¿aún existo? no escucho nada, ni veo nada. Y un número incontable de veces, esa bestia traza una línea irregular, profunda y dolorosa en mi espalda.
Ya puedo ver, veo las pareces azules de mi habitación y el desorden de la misma, estoy sentando en la cama y empapado en sudor, tembloroso y mirando en todas direcciones como si se tratara de cualquier sitio desconocido, hace frío, mucho frío, a pesar de tratarse de una noche del mes de Agosto, y la misma historia lleva repitiéndose a lo largo de un mes, cada vez que cierro los ojos.
- Benn, ¿qué ocurre?.
Tardo menos de un segundo en volver en mí mismo al escuchar una voz que resulta cercana, que retumba en mi cabeza llenándola con un grave y ronco eco. Mi vista alcanza su resolución total cuando me giro y veo que tan solo es Bellamy, mi pareja y amigo incondicional, Atticus Bellamy; que me mira preocupado, como ha hecho un número incontable de veces.
- Em, nada, es...ansiedad.- Odio haber tenido que mentirle otra vez, nunca lo he hecho y me prometí que nunca lo haría, pero si le cuento lo que me lleva atormentado todas las noches, haría que me ingresaran, y ''todo sería por mi bien''.- Voy a la cocina a por unas pastillas.
- La caja sigue aquí, ¿recuerdas? ayer despertaste temblando- cuando se gira en torno a la mesa de noche para coger mis pastillas, me deja una vista de su espalda que me incita a acercarme más a él.
No sé qué me está pasando, no sé el origen de esta pesadilla, esta monotonía, este terror que me acompaña noche tras noche, que me provoca ansiedad,que hace que tenga que mentir a la persona a la que amo...
Bellamy gira la cabeza al notar mi mano en su espalda, haciendo pequeños caminos con los dedos, y dejando una caricia detrás de otra, no sé si me gusta o me disgusta verle sonreír en este momento, ya que él no tiene ni la más diminuta idea de que llevo un mes mintiéndole.
- Ten, tómate un par de ellas.- tan rápido como saca dos pastillas y me las da, las tomo y no dudo en besarle, dejando caer la caja de su mano.- Benn, ahora no, tienes...tienes que descansar.- Acaricio su torso desnudo y comienzo a jugar con el elástico de su ropa interior.
El sentimiento de descontrol viene acompañado de la confusión que conlleva esta puta pesadilla. Cuando me quiero dar cuenta, estoy sonriendo y sintiéndome un pervertido a la vez, ¿qué coño te pasa, Bennet? me siento bipolar, incluso podría afirmar que estoy siendo dos personas a la vez ahora mismo. Me acerco a su cuello, y cuando me separo de su suave y tensa piel todo es rojo y la presencia de la bestia de pelaje negro azabache, acecha en mi cabeza...porque no está aquí, con nosotros ¿verdad?
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El sol, la luna y la verdad.
RandomEn los pensamientos atormentados de Bennet Wilson, todo esto quedaría en la ficción, a pesar de sus ilusiones por vivir lo que supone esta aventura. No tardaría en aborrecer el estilo de vida que le espera, que cumple todas y cada una de sus ilusion...