— ¿Que coño estás haciendo tu aquí y como entraste a mi casa?
— Veras, creo que la idea de dejar la llave bajo el tapete está bastante usada.—dijo él tranquilamente.Su celular comenzó a sonar y vibrar desesperadamente y el eligió rechazar la llamada. Pero luego de unos segundos comenzó a sonar de nuevo.
Por Dios esté timbre esta partiendo en pedazos mi cabeza.
— Un momento, es importante, debo contestar.
Asentí con la cabeza.Él se fue de mi habitación hasta el pasillo, en el cual atendió la llamada.
Rápidamente me paré y de puntillas caminé hasta la puerta.
Pude oírlo discutir, parecía enojado:
— ¡Ashley, relájate!... ya sé, ya sé. Bueno escucha... ¡Lo siento! ¿Está bien?... no podía dejarla así, estaba desmayada.¿Estaba hablando de mí?
— Bueno, ¿sabes qué? Te hablo cuando estés más relajada... ¡Lo siento no puedo oirte, ¿qué dices?!— y se escuchó el ruido de finalización de la llamada.
Rápidamente corrí hacia mi cama y me hice la dormida.
— Hey, ¿estás dormida? — me tocó el pelo.
No contesté.
— Parece que este día será muy largo.—dijo suspirando.
Escuché sus pasos disminuyendo su sonido, la puerta abrirse y acto seguido cerrarse.
Se fue, sin más. Y mis pulmones se llenaron con aire de desilusión.Lucy, madre mía, deja de decir idioteces, no sabes lo que dices, debes dormir.
Solamente levanté mi torso de la cama y ví entre las cortinas como se colocaba el casco y se iba en su Ducati.
Alguien tocó a la puerta.
Baje las escaleras y me encontré con Claire y un pastel de limón.— Vaya que estás demacrada.
— Gracias, amiga. —dije riendo y dejándola pasar.— Traje este pastel, el médico dijo que te desmayaste por tu baja ingesta de calorías.
— Espera, ¿médico? ¿Qué médico?
— Él te llevo al médico. ¿No te lo dijo?
— No... bueno, no tiene importancia. Espero puedas quedarte porque no quiero dormir sola una noche más.
— Por supuesto, como en los viejos tiempos, alquilaremos alguna película y nos quedaremos despiertas toda la noche... de hecho, hay algo que quiero contarte.
— ¿En serio? Suéltalo.
— Bueno, como empiezo... estaba en la cafetería...
— Claire, ve al grano.
— Está bien, Jake me invitó a salir.
— ¿Qué?
— Tal como lo oyes.
— Dios mío, Claire, ¡eso es asombroso! Te gusta desde noveno grado.
— Todavía no me lo creo.
— ¡Esto hay que celebrarlo!
#Pidieron una pizza y champaña para festejar. Ninguna era de tomar, pero esta era una situación especial. Sin embargo, a Lucy se le pasó la mano con el alcohol.
— Lucy, madre mía, ¿Lucy estás bien?
— Ppero Claaire no digas tonterías jaa, ¡¡est-toy de maravilla!!
— Lucy creo que has tomado demasiada champaña.
— Relaaajate, soy mayor de edad, puedo hacer lo que se me PLAZCA Jja—dijo Lucy mientras soltaba carcajadas.
— Está bien, si tú lo dices...
— ¡Yooo! Sólo digo... que a veces la vida es conf-¡Hip!-usaa— dijo con ataques de hipo.
Claire miro a su amiga castaña ebria tratando de descifrar lo que quería decir.
— ME REFIERO, meee refiero, a que a veces se tiene amores no correspondidos y eso es trissste MUY TRISTE.
— ¿Tú tienes un amor no correspondido, Lucy?
— Si tengo uno... Es como... no se como es, pero, no se si sea un amor... Sólo digamos que ME ATRAE su misterio.
— ¿Y se puede saber su nombre?
Lucy rio como una psicópata.
— Su nombre ess... Peter Daniels.
Claire quedó perpleja ante la confesión de su amiga.
— Pero debees prometerle a tu mejor amigaaa, que NO se lo dirás a nadie ¿OKAY?
— E-entendido... Lucy, mira la hora que es, deberías acostarte. Son las tres de la madrugada.
— Cuando tienes razOn tienes razón, amiga. Dios, que es lo que haría sin ti.
— Acuestate, vamos a dormir.
— Buenas noches, Claire
— Buenas noches, Lucy.
ESTÁS LEYENDO
into the fog.
Novela JuvenilTodos cometemos errores. Sin embargo mi peor error fue enamorarme de él.