Capítulo 11 (Editado)

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MICHELLE

Estaciono mi auto en frente de casa de mis padres y tomo un bocado de aire.

Aquí vamos.

Camino hacia la puerta principal y la abro con cuidado.

- ¿Hola? – pregunta una vez que estoy en la cocina. – ¿Papa?

No hay rastro de mi padre.

- ¿Moira?

Nada.

Camino hacia las habitaciones de arriba y tampoco hay nada.

Que extraño.

Escucho voces en la puerta principal y espero a que entren a la casa.

- Gracias por venir, Alexander. – habla Moira con una sonrisa.

- Necesitamos hablar sobre Michelle. – habla esta vez, mi padre.

¿En serio no vieron mi auto afuera?

- ¿Hablar sobre mí? – pregunto asomándome sonriente. – Entonces, hablemos de mí.

Mis padres palidecen y el hombre me observa incómodo.

- Michelle, ¿hace cuánto llegaste? – cuestiona mi padre nervioso.

- Hace unos minutos. – me encojo de hombros y el asiente.

- Él es Alexander Vidal, un viejo amigo nuestro. – lo presenta Moira.

El hombre me sonríe y tiende su mano hacia mí, la acepto por cortesía.

- Soy Michelle.

- Lo sé, tus padres hablan mucho de ti.

- Eso veo, necesito hablar con ellos de igual forma. – respondo mirándoles.

- ¿De qué quieres hablar, hija?

- Escuche que hay una leyenda que me involucra, papa. – voy directo al grano y los presentes se tensan. – ¿Por casualidad Sr. Vidal usted sabe algo sobre ella?

El amigo de mis padres niega nervioso y mira a Moira.

- Michelle, ¿de qué leyenda hablas?

- La leyenda que involucra nuestra familia, mama.

Moira se sorprende al escucharme llamarle mama y me sonríe de lado.

- Michí, hija. – se acerca Moira a mi lado. – Eso no es importante.

- ¿Ustedes saben que los licántropos existen? – pregunto, alejándome un poco.

Nuevamente observo como todos en la sala se tensan.

- ¿Lo saben, no? – resoplo. – Increíble.

- Michelle, déjanos contarte todo. – habla Moira. – Pero necesitamos que te calmes.

Asiento, tomando un gran bocado de aire y me siento en uno de los sillones.

Mis padres y el Sr. Vidal se sientan en el que está al frente de mí.

- ¿Bueno?

Mi padre se acomoda y frota sus manos, nervioso.

- Yo jamás fui completamente un humano. – comienza y le miro ceñuda. – Existen los vampiros, hay muchos rangos en este sistema. Cuando joven yo era muy peligroso, yo nací siendo un vampiro. Mi madre era humana y mi padre era un vampiro. – me mira, tratando de descifrar mis emociones pero no muestro alguna. – Al poco tiempo de cumplir los dieciocho, me uní al clan de Sombras. Un clan sumamente poderoso y peligroso. – hace una pausa. – Pase años haciendo misiones y matando personas para ellos hasta que en una misión de rescate, conocí a tu madre. Ella era humana o al menos, eso pensaba. Me enamore de ella a los veintinueve años y al poco tiempo, ella se embarazo de ti. – mira su anillo de casado y suspira. – Le rogué que te tuviera y me case con ella para que el pueblo no la difamara de ramera. – ríe a secas. – Yo bebí un antídoto para dejar atrás mi lado vampírico pero tu madre, al poco tiempo de tenerte fue mordida por su amante y se convirtió. Alexander fue mi informante para ese entonces y después me enamore de Moira y te criamos juntos.

Almas Gemelas (A.G #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora