Austin & Viollet

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El primer a la universidad para Austin llego y con este, la esperanza de conocer a alguien en quien pueda confiar sus sentimientos, ya que era un romántico empedernido.

Entro a su recámara, y para su sorpresa estaba sólo, puesto que sólo había una cama ubicada en toda la aposento. Dejo sus cosas a un lado, y se acercó a la ventana para observar a los demás estudiantes, y fue allí, cuando su mirada se cruzó con la de una chica pelirroja, quien le observaba con determinación.

Había algo inusual en manera de mirar, lo que cautivó a Austin hasta más no poder, haciendo que permaneciera en su mente durante todo el resto del día. El mañana de próximo día, entro a su clase de álgebra, donde volvió a verla, y estuvo pendiente a sus gestos y movimientos toda la mañana. Tras caer la noche y salir del baño, no espero encontrar a la chica misteriosa esperándole frente a su recámara.

- Eres, Austin, ¿verdad? - preguntó, llevando consigo una encantadora sonrisa.
- Así es.
- Bien. Soy Viollet
-  Es un placer, Viollet. Pero ¿ya me conocías?
- De hecho, no. Y por eso estoy aquí

Austin sonrió, desconociendo sus verdaderos motivos.

- Entonces, ¿debería creer que el destino te trajo a mi?
- Eso depende.
- ¿De que?
- De sí no me invitarás a pasar.

Austin abrió la puerta de su recámara, y Viollet accedió.

- ¿Te molestaría acompañarme a un lugar, no muy lejos de aquí?
- ¿No puedo saber al menos el nombre del sitio?
- Mejor que sea una sorpresa. - Viollet tomó la mano y ambos salieron rumbo a las escaleras de los pasillos.
- Muy bien. Confiaré en ti.

Al llegar al tejado del edificio, ambos pudieron admirar la hermosura de una noche recién nacida. Las libélulas se perdían entre el brillo de las estrellas, y las nubes parecían haberse extinguido en lo absoluto.

- Es una hermosa vista, ¿no lo crees?
- Es... Increíble, pero, ¿que hacemos aquí?
- Austin no dejo de tener curiosidad, aún estando totalmente maravillado.

- Veo que aún no me recuerdas, ¿verdad?
- Viollet se coloco frente a él.

- Siéndote sincero, no lo sé. Te vi y creí haber visto a alguien cautivadora hasta más no poder.

Viollet sonrió ante su comentario. - Amo tu romanticismo a flor de piel. Es lo que más me ha fascinado de ti. - Dijo al alejarse de él.
- ¡Espera!
- ¿Que pasa?
- Sigo sin saber quien eres. - Austin camino hacia ella, manteniéndose seguro de su identidad.
- Hagamos algo. - Viollet le miro directo a los ojos - tendrás dos citas para descubrir quien soy. ¿Te parece el viernes por la noche?
- Me parece bien.
- Pues está decidido. Te estaré esperando como a eso de las ocho. Adiós. - Plantó un beso en su mejilla derecha y se marchó.

Austin regresó a su recámara, y no pudo sacar la sonrisa de Viollet de su mente, junto con la propuesta de una cita en espera.

Las horas y los días se esfumaron, y el aclamado viernes por fin llegó. Austin terminó de prepararse para su cita, y subió a la azotea, donde encontró la silueta de una hermosa joven m, esperándola mientras contemplaba las estrellas.

- Veo que eres puntual. - Comentó Viollet, antes de voltearse.

-"Hacer marchitar a una rosa, es tan solo quedarse con las espinas". - Viollet mostró su encantadora sonrisa de nuevo. - M gusta tu sonrisa.
- Y a mi tus ojos
- Tus labios.
- Tu voz. - ella mordisqueo su labio inferior.
- Me gusta todo.
- Al igual que a mí.

Austin se acercó a ella, y tomó su mano invitándola a seguir sus pasos. Bajaron del tejado y salieron del edificio, para dirigirse a un restaurante fuera del campus.

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⏰ Última actualización: May 30, 2016 ⏰

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