Capítulo 1: "Bonito"

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Hola, mi nombre es Flora Pasquali Abiossi, y tengo 19 años, este es mi diario íntimo en el que les contaré la aventura que viviré al salir de mi país y aventurarme en un país extraño con mi hermano y obvio mi akita Amarok y mi felina Coco, sin ellos no iba a ningún sitio, la verdad es que me hacía mucha ilusión aventurarme por mi cuenta, aunque con Brandón al lado era como si me siguiera un agente de la S.I.A, las que tengan un hermano celoso me entenderán, de seguro Brand ya les había advertido a todos sus amigos de que si me miraban los asesinaba, y esa era la razón damas y caballeros de que a esta altura de mi vida sólo haya tenido un pololo y que durará sólo un año,aunque yo sabia que pretendientes no me faltaban y que era linda, siempre eh sido de las chicas que necesitan sentir algo para entrar en una relación..y eso me quitaba la posibilidad de tener algo con cualquier chico que se me acercará,lo primero que deben saber de mi es que desde muy pequeña eh sentido un gran amor por los animales, y soy totalmente animalista, lo que me llevo a mis 17 años a convertirme en una completa veganna, descubrí que no tiene caso defender a los animales si los comes y a pesar que en mi secundaria todos me trataban de loca, me decían que era una exagerada,hasta mis padres me decian que estaba loca,pero mi hermano jamás lo hizo, el me escuchaba y me entendía, era mi mejor amigo y estaba demasiado contenta de volver a vivir con él. Llegué a la ciudad de Santiago temprano por la mañana como a las 10:00 am, baje del avión con coco entre mis brazos y Amarok a mi lado (el avión era de mis padres y no pensaba enviarlos con la carga no era un mounstrso)fui por mi equipaje y pude distinguir a mi hermano entre la multitud, no pude evitar correr hacia él, tirando de mi maleta en la que sobre ella estaba coco, mientras Amarok corría a mi lado, me lancé a los brazos de Brandón y exclame:

_¡Brand!

Él me rodeó con sus fuertes brazos y como cada vez que hablaba con el por Skype comencé a llorar, pero esta vez tenía a mi hermano al lado para consolarme, no lo había visto hace un año, sé que muchos pensarán que no es mucho,pero cuando tu hermano también es tú mejor amigo, creanme que realmente te hace mucha falta y cada día piensas si estará bien, si le faltará algo, o simplemente si él también extraña estar a tú lado , mi hermano beso mi cabeza a modo de consolarme y me susurro:

_tranquila pequeña, desde hoy nadie nos separará..,será como antes.

yo le sonreí y a modo de animar un poco el ambiente, le pregunte:

_¿y bien? ...¿no me mostraras Santiago?

él me sonrió y cogiendo a coco en sus brazos y mi maleta me dijo:

_bueno, no hay mucho verde como les gusta a las vegannas como tú,pero en mi casa si lo hay..

Yo me reí y le dije a modo de burla:

_¿de qué casa me hablas pendex? si esa aún te la pagan papá y mamá.

Él se hizo el ofendido y colocando una mano en su pecho me dijo:

_hey me esfuerzo...

ambos reímos y pronto entramos a su coche, coco y Amarok iban sentados atrás con el equipaje, y yo me subí en el asiento del copiloto junto a mi hermano, él se puso los lentes de sol y haciéndose el canchero me dijo:

_allá vamos pequeña..

La verdad es que si bien Santiago no era el mejor lugar para una animalista como yo, era el lugar donde quería estar, porque juntaba urbanización y naturaleza, es más mi hermano vivía en vitacura con providencia, uno de los lugares más verdes y hermosos dentro de Santiago, tenía una casa de dos pisos con un gran patio y vivía frente a una plaza, por lo menos era suficiente verde para mi y mis mascotas, me gustaba ver a la gente feliz, a pesar de los tacos, la contaminación y todo, y realmente eso quería aprender, además tenía unas amigas que vivían aquí al igual que mi hermano, y al fin dejaría de extrañarlas, puede sonar raro, pero realmente creía que Santiago era mi ciudad, y si iba a dejar Italia para conocer Chile, que valiera la pena, y conociera su principal ciudad, pronto llegamos a la casa, era una especie de Villa, era maravillosa, la casa era enorme, de dos pisos, con un inmenso jardín, y hasta con piscina, creo que me gustaría estar aquí, mi hermano me ayudó a bajar mis cosas y una vez dentro de la casa me dijo:

El camino de una animalista Donde viven las historias. Descúbrelo ahora