La Doncella y El Rey

Capitulo 9 - "Emily se encuentra con Aslan"

Lo primero que se hizo al llegar a Narnia fue preparar el sepulcro de Siu el águila, y con una ceremonia solemne, depositaron su cuerpo donde empezaban las montañas de Archenland pero aun en territorio de Narnia. El Rey Edmund le concedió los títulos póstumos, mientras las Reinas Lucy y Susan le dedicaron bellas palabras.

Seguido de eso, caminaron un poco más adentro de Narnia a refugiarse entre los bosques, hacía falta aun medio día de camino hacia Cair Paravel y todos estaban muy agotados para continuar así que pasaron la noche entre las dríades y silvanos así como las demás criaturas que llegaron de todas partes para hacerlos sentir como en casa, se volvió a encender una fogata y se compartió la comida restante. Eso es lo mejor de los narnianos son muy hospitalarios y amables.

-Lucy, ¿No crees que hay algo raro en Emily?- pregunto Susan a su hermana casi en un susurro mientras compartían un trozo de pan.

- No sé a qué te refieres- respondió Lucy fijando la mirada en Emily que se encontraba mas allá sola en un pequeño claro contemplando el firmamento- pero si puedo ver que carga con una tristeza muy grande. ¿A qué te refieres con algo raro?

-Pues no lo sé- repuso su hermana- pero es extraña, se comporta como...como un muchacho, según Edmund sabe utilizar la espada igual o mejor que un soldado amaestrado, solo la escucho hablar de guerra y cuando no se ocupa de eso, se la pasa charlando con su amigo el dragón o simplemente sola y silenciosa como ahora.

-Entonces no es algo raro con ella- dijo Lucy muy tranquila- es solo que no habíamos conocido a nadie como ella, a mí me agrada.

Después de un rato todos se quedaron dormidos, el aire narniano es muy delicioso y no pasaron frió a pesar de que no tenían frazadas.

Estaba empezando a clarear por la mañana cuando Emily entre sueños escucho el crujir de la hierba y entonces se levanto para mirar si alguien andaba por ahí, pero no vio a nadie. Enseguida de eso escucho un chapoteo de agua, Emily supuso que alguien debía estar en el río que se encontraba cerca, pero luego se sobresalto mas cuando escucho un poderoso rugido e imagino que alguien debía estar en peligro enfrentándose a algún león, entonces tomo su espada y se encamino hacia el río.

Jack que estaba dormido muy cerca de ella, se despertó y vio a su amiga perderse entre la maleza así que decidió seguirla, sin que ella se diera cuenta.

Emily aparto de su camino los matorrales que le impedían el paso, he hizo a un lado las ramas de las chicas abedul que dormían, cada vez escuchaba más cerca el chapoteo del agua, escucho el fluir de entre las rocas del rio, y pronto noto como el ambiente se volvía más fresco una vez llegando a la orilla del caudal. Y fue ahí donde se detuvo quedando paralizada. No había nadie en peligro, pero tampoco le gusto lo que vio.

Un enorme león estaba dentro del curso del rio, mojándose las patas que apenas eran cubiertas por el agua. La niña no se movió, y de haber querido no habrá podido, pues el león la miraba muy fijamente a los ojos, Emily sintió que en cualquier momento iba a ser devorada por esas enormes fauces que se acababan de abrir para dejar escapar un profundo rugido.

-Bien hecho Hijo de Adan- dijo el león, haciendo que Emily se sobresaltara, y se dio cuenta que no le hablaba a ella, sino a alguien a sus espaldas así que miro, y vio a Jack que se acercaba junto a ella sin dejar de mirar al león.

-Disculpe, pero no sé lo que he hecho bien- respondió Jack acercándose al león sin miedo, tanto que en cualquier momento el león podría atraparlo con una de sus zarpas.

-Desde que te encontraste con esta hija de Eva, no la has dejado ni por un momento y tampoco dejaste de hablarle de mí, no permitiste que ella me olvidara- respondió el león acercándose hasta tocar con sus bigotes el rostro del niño- Fue justo para eso para lo que quise que ustedes dos se encontraran, bien hecho hijo.