E LA VERITÀ È
(Y la verdad es).
«Hey!», saludó Nicolas a Annie, por el chat.
Ya era de noche, Anneliese no había salido de su habitación desde que había vuelto del liceo; había permanecido ahí, sobre su cama, recostada —pensando, sin desearlo, en lo que había ocurrido en los vestidores de chicos—, hasta que oscureció y, aún metida en su cama, encendió su laptop. Cuando Nicolas la saludó, ella se percató, con lamento, que no se había desconectado del chat.
«Annie?», siguió el francés.
Ella no quería responderle..., pero ésta vez no por Angelo: se sentía avergonzada. Pensó en cerrar cesión, pero se dijo que eso sólo delataría su presencia.
Nicolas esperó un poco y volvió a escribirle:
«Estas bien?» la frase incluía un emoticón de un par de ojos mirando hacia un lado, de manera nerviosa, y la mente de Anneliese, estudiando atentamente las letras que había enviado el muchacho, divagó un poco; pensó en que él jamás utilizaba tildes o comas y se preguntó si era cuestión del idioma, pero entonces recordó que ella sí escribía cada tilde y cada coma en francés..., y también en que Angelo sí escribía correctamente en cada uno de los cinco idiomas que hablaba..., y en que no usaba emoticón alguno, jamás. Siempre respondía a los mensajes, sin embargo... no al momento, ni siquiera el mismo día, pero siempre respondía de manera correcta..., y seca.
Annie no comprendió lo que estaba ocurriendo en su mente. La comparación...
«Al menos dime que me vaya a la mierda pero contestame» le suplicó el francés, haciéndola sonreír sin querer.
«VALM» le escribió Annie, seguido del emoticón de una tierna sonrisa.
Nicolas le envió otro emoticón con los ojos muy abiertos y luego un «jajaja bueno ya es algo estaba preocupado por ti».
Anneliese se sintió avergonzada de nuevo. «Por qué preocupado?» tecleó y envió, sintiéndose incapaz de cambiar patéticamente de tema.
«Te marchaste voluntariamente con un enfermo mental» soltó Nicolas, sin pudor alguno.
Anneliese se quedó mirando las últimas palabras hasta reparar en que habían pasado ya dos minutos desde que las leyó por primera vez. No había sentido el tiempo..., no sabía qué responder a eso. «Lo siento. A veces mi hermano se porta como un idiota» fue todo lo que dijo.
Nicolas envió más risas y luego preguntó: «A veces?».
«Me perdonas?» siguió ella.
«A ti? Por que? Si fuiste tu quien tiro mis cosas? Ah!! Lo sabía!! Y aunque fue extrema y obvia tu tactica te perdono porque la intencion era verme desnudo» le envió, junto a un emoticono de largas y coquetas pestañas.
Annie volvió sonreír.
«Me voy. Dormiré» Annie intentó cortar la conversación.
«No! Oye!» la llamó él, con urgencia.
«Sí?».
«Quiero verte mañana, luego del partido».
«Mhn» envió Annie, mientras pensaba en la manera de decir que no, sin embargo, antes de que ella pudiese escribir nada más, Nicolas añadió:
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Ambrosía ©
Genel KurguEn el libro de Anneliese, decía que la palabra «Ambrosía» podía referirse a tres cosas: 1.- Un postre dulce. 2.- Un aroma delicioso. 3.- El alimento de los dioses griegos; el fruto de miel...