Capítulo 34.

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Liam aparca enfrente de la universidad, y veo a Niall en su moto, sentado, fumando. Es la primera vez que lo veo fumar, parece cansado, e incluso cabreado. Me bajo del coche y me despido de Liam, camino hacia Niall mientras mis manos tiemblan y mis piernas quieren convertirse en gelatina.

-¿Donde estabas? ME TENIAS PREOCUPADO, CREIA QUE ZAYN HABIA VENIDO A POR TI.- Me grita, pero lo entiendo, estaba preocupado, mi rostro sigue desprendiendo nerviosismo, pero nada más, asiento.- Lucía asentir no me va a quitar el mal trago que me has hecho pasar.

"Ni el que te voy a hacer pasar" Me digo a mi misma, sé que él saldrá corriendo, solamente tiene 20 años, no está preparado para nada.

-Dios...a ver...como...- Digo mirando al cielo y resoplando, el corazón me va a mil por hora.- Si no quieres volver a verme despues de esto, lo entiendo, no te culparé, yo siempre he salido disparada cuando olia problemas, y no te puedo juzgar Niall, porque estoy enamorada de ti, tanto que hasta me duele. Pero esto es una gran tormenta a la que jamás te podría pedir que te quedaras conmigo a protegerme de la lluvia haciendo que tú te empaparas. No quiero hacerte dar un paso hacia delante y dos hacia atrás, mereces más.

Niall me mira, tira el cigarrillo y las lágrimas salen de sus ojos.

-¿Que pasa Lucía?- Su voz tiembla, las lagrimas le impiden decir muchas cosas, pero así es mejor. Cojo su mano, su perfecta mano, y pienso las veces que ha estrechado la mia, las veces que me a acariciado con ella y la pongo sobre mi vientre. Respiro y él me mira a los ojos.

-Niall...Estoy embarazada...- Le digo en un susurro y como si me hubieran quitado veinte kilos de encima, suspiro y mis ojos se llenan de lágrimas.

-No Zayn, no me parece bien.

-¿Y CREES QUE A MI SI LUCIA?- Dice Zayn gritando, pero al darse cuenta baja el tono de voz para no despertar a los niños.- ¿Crees que a mi me apetece querer dejar aqui a Gadih?

-Podemos llevarnoslo y tú lo sabes, solo que no te da la gana, él es como nuestro hijo Zayn.- le digo furiosa.

-Lucía, creeme solo intento protegerte.- Es la tipica escusa de siempre, solo intenta protegerme, siempre intenta protegerme. No soy una niña.

-A ver cuando te entra en la cabeza de que no soy una niña Zayn, de que no estoy aqui por obligación, sino por gusto, de que quiero a Gadih, de que es como mi hijo por no decir que es mi hijo, que perdió a su madre y solo nos tiene a nosotros, y tú le quieres dar la espalda.- Digo plantandole cara, es la primera vez que lo hacia y él parece sorprendido.

-¿Que yo le quiero dar la espalda? Si por mi fuera nos compraría una casa en Irlanda Lucía, nos iriamos los tres a vivir allí, pero Gadih no puede irse.

-SI QUE PUEDE, PUEDE Y LO CONSEGUIRÉ, ÉL SE VENDRÁ CONMIGO, YO SE LO PROMETI.- Y tras decir esto, salgo de la cabaña y ando por el seco suelo protegida por la oscura noche.

Un paso hacia adelante, dos hacía atrás. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora