Let him go / Yoonmin

Excusa perfecta.

Jimin ahora tenía una preocupación menos, aquel "psicopata" que se paraba a diario fuera de su tienda, en realidad no lo era. Se había convertido en su mejor cliente, pasaba cada tarde y compraba el pastel del día, este era la tarta en la cual Jimin entregaba mayor dedicación, pues lo hacia pensando en una sola persona.

- Ya casi va un año de tu ausencia - decía en voz baja mientras sentía como las lagrimas recorrían sus mejillas y un dolor le oprimía el pecho, en tanto sus manos terminaban de moldear el bizcocho que daría vida a la obra del día de hoy.

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La mejor parte de su día sin lugar a dudas era pasar por aquella pastelería y ver al pequeño chico sonreír mientras le trataba de explicar animadamente el porque de la forma de la pequeña tarta que sostenía en sus manos.

Ya no le parecía tan tedioso ir a la facultad, siempre y cuando pudiese regresar por aquel camino de adoquines en donde el tiempo parecía detenido.

El único problema de comprar a diario los pasteles, recaía en su presupuesto mensual, ya no llegaría a fin de mes si continuaba gastando tanto dinero en algo que ni siquiera comería.

Yoongi solo los coleccionaba, estaban repartidos a lo largo de todo su apartamento, hasta que parecían decaer poco a poco, era ahí cuando los desechaba para dar espacio a los que vendrían.

El comprar aquellos pasteles era la excusa perfecta para ver al pequeño chico de cabello oscuro, ojos marrones, mejillas regordetas y adorable sonrisa. El menor ya se había vuelto una especie de escape a su cotidianidad, pero debía encontrar la manera de poder costear los pasteles y llegar a fin de mes sin necesidad de pedirle dinero extra a su padre.

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-Hola- dijo el menor con su habitual sonrisa, alzando una mano en señal de saludo.

- Hola - respondió yoongi mirando hacia el suelo.

-Aquí tienes el pastel de hoy, es un Pegaso - dijo mientras sostenía la pequeña cajita con un hermoso caballo alado en su interior.

-Vaya... hoy te haz esmerado bastante - dijo mientras observaba cada detalle del pequeño animal de dulce sabor.

- Es porque se aproxima un día especial y pues aveces me llega su inspiración.

<<¿Su inspiración?...¿La inspiración de quién? >> se preguntó yoongi, mientras miraba al menor un tanto extrañado.

-Mañana no es necesario que pases - dijo Park un tanto cabizbajo mientras limpiaba la barra.

- Entiendo - respondió Yoongi sin entender ni un carajo ¿Porque no podría pasar al día siguiente? ¿Acaso ya se había hartado de el? ¿Tan aburrido podía llegar a ser? <<¡Pues que se joda! no es la última pastelería en el puto vecindario>> pensó.

Sacó los últimos wons que le quedaban para la semana, pagó el pastel y salió del lugar sin siquiera despedirse.

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-Estúpido mocoso ¿Porque me sonríes así? me das una luz de esperanza y luego me alejas - decía sentado con la cabeza entre sus rodillas, en su mano derecha un trozo de papel arrugado en donde antes estaba trazado un hermoso Pegaso gris.

Su habitación era un desastre, llena dibujos y papeles con letras a medio escribir tirados en cualquier dirección, desde que conoció al pequeño había vuelto a componer y dibujar. Al parecer Jimin de un tiempo a la fecha se había vuelto una especie de musa inspiradora para el joven de tez pálida y expresión de pocos amigos.