El Maestro Del Tiempo. ¿Y si?...

El Maestro Del Tiempo.

Supongo que viajar a través del tiempo puede desorientar a uno, puede acabar con los nervios más resistentes e incluso afectar la cordura mental, pero por fortuna, también puede tener sus compensaciones y en este caso pagar el precio es poco a cambio del beneficio, como, por ejemplo; el volver a ver a un ser ya fallecido, admirar un paisaje ahora inexistente o resolver algún asunto que quedo pendiente en el pasado. Ya verás a que me refiero.

Kym y yo hicimos las compras que necesitábamos, no faltaron verduras, pan integral, frutas y leche baja en grasa. Era tiempo de mejorar mí calidad de vida, en especial ahora que tenía a Kym conmigo y sobre todo tomando en cuenta que mí nueva habilidad me causaba cansancio físico, aunque no había viajado más de dos veces al pasado: La primera un día al pasado cuando me encontré conmigo mismo inconsciente y aun húmedo bajo la caja de fusibles y la segunda solo unos minutos hacia atrás junto con Kym engañándola con el pretexto de que mi tío probaba su equipo de audio en mi habitación. La tercera vez ocurrirá hoy por la tarde. Deseo ver tanto a mí padre, aunque nunca había intentado viajar tan atrás en el pasado estaba casi seguro que no habría problema.

- Jonh ¿en qué piensas? - Preguntó Kym

- En nada, lo siento ¿ya llevamos todo? - Quise cambiar de tema.

- Pues sí, supongo. Ahora ya no tendrás pretextos para comer como se debe ¿me escuchaste? - Advirtió Kym

- Sí y de verdad te lo agradezco, me hacía falta este cambio. ¿Sabes qué? Me está rondando una nueva idea.

- ¿De qué se trata? – Pregunto Kym un tanto curiosa.

- Pues aun es temprano y tenemos hasta él unos días para regresa a nuestras labores en la oficina.

- Aja, ¿y?

- Pues tengo dinero y... ¿qué tal si nos vamos a la playa?

- ¿A la playa? - Respondió sorprendida.

- Sí ¿qué te parece?

- Me parece que es una mala idea. Recuerda esa visita especial que harás hoy por la tarde a tu padre. Además, dos días es muy poco y de hecho son menos de dos días, cuando lleguemos a la playa ya será de noche y solo nos quedará un día, además regresaremos exhaustos directamente a trabajar.

- Tienes razón, no sé en qué estaba pensando, solo de pronto me llegó esa idea y no podía sacármela hasta que la dije.

Y no estaba mintiendo, se me clavó esa idea de la nada, pero viendo los argumentos tan válidos de Kym decidí desistir.

Ya de regreso primero pasamos a la casa de ella. Le explicó a su madre el por qué estuvo ausente toda la noche y una que otra mentirilla no pudo faltar.

- En serio mamá, todo está bien. Las drogas no entran en mis planes.

- Pues más te vale jovencita, además ¿Quién es ese muchacho que está allá parado?

- Es solo un amigo del trabajo se. Mamá por favor, ya soy una adulta.

- De acuerdo en eso, pero aún vives aquí y mientras así sea respetarán mis reglas. - Dijo la señora Stwart muy molesta.

- Estoy cansada de que toda la vida me trates como a una niña.

- Pues entonces no te comportes como una, y ya no quiero que salgas por hoy me oíste. Te quedaras en casa hasta el lunes que vuelvas a tu trabajo.