Una Chica, 5 idiotas ©

[01] -Madison Blake

Mad's POV

Mi padre se encontraba hablando con el director. Según el "ultimando detalles", mientras que yo estaba sentada en una banca, enchufada a mis auriculares y con Sorry a todo volumen. La universidad se encontraba solitaria, eran los primeros dias de adaptación y al parecer tanto a mi como a los demás no nos importaba en lo más minimo venir a recibir charlas de que hacer y de que no hacer. Ya que las vacaciones habian comenzado y solo teníamos que venir a conocer la universidad y como funcionaba para que cuando estas terminen supiéramos todo lo necesario.

La puerta de madera a mi lado se abre, saliendo mi padre con una sonrisa y al director estrechando su mano, lanzándome una mirada poco amigable.

-Madison Blake. -dice mi padre frente a mi. Alze la mirada. -Que sea la última vez que haces una cosa así jovencita. ¿Acaso crees que yo no tengo cosas más importantes que hacer? -dice frunciendo el ceño.

-Claro, como trabajar para mantener a esa mujer y a una hija que no es tuya, ¿no? -lo mire enfadada. -Para mi nunca puedes nada, pero cuando se trata de la señora Blake y de su perfecta hija das vuelta el mundo en busca de su felicidad. -sisee con veneno.

-Sabes perfectamente que me preocupo por ti de igual manera que me preocupo por ellas, ¿acaso no lo entiendes? -Pregunta con cansancio. -Las amo y nada me hara cambiar de opinion.

-Hubieses pensado en eso antes de abandonar a mama por esa mujer. -suspire. Volvi a colocarme los auriculares y a caminar hacía el coche. Por hoy ya no queria más enfrentamientos, al igual que este hay más la mayoría de mis días. Y sinceramente ya estoy cansada de la misma escena repetida todos los dias, de los personajes repetidos y el mismo asunto. Y no es que sea injusta y no quiera la felicidad de mi padre, pero ¿porque todo tuvo que ser asi?, ¿porque dejo a mi madre por esa mujer? Si juntos los tres eramos felices.

Sigo sin entenderlo y en verdad duele.
¡Maldita sea! Duele mucho.

-¡Madison! -escuche el grito de mi padre detrás de mi. ¿y ahora que? Me gire lentamente, plantandole cara. -Solo te pido que esta noche seas comprensiva y entiendas la situación, es muy importante para mi que tu estes y entiendas lo que va a suceder.

Parecia verdaderamente preocupado, como si yo fuera capaz de arruinarle el momento y prender fuego la casa con las dos yeguas dentro.

Ah quien engaño, ¡Claro que lo haria!

-¿Porque o que? -pregunte interesada en el asunto. El rasco su barbilla y me miro como dudando en si decirme o no.

-Los cinco hijos de su hermana vivirán con nosotros. -mi mandíbula había caído y mi corazón había dejado de bombear por unos cuantos segundos. -Antes de que eches humo por las narices, debo explicartelo. Ahora sube al coche, y no es pregunta. -aclaro.

Enfadada, muy enfadada. Subí al coche, volviendo a enchufarme los auriculares perdiendome en la vista de la ciudad. Primero llego esa mujer ocupando gran parte de mi vida y espacio con la idiota de su hija, y ahora llegaban sus cinco sobrinos a ocupar practicamente toda mi vida.

¿Algo más para hacer de mi vida una total mierda?

-Ah, Madison. -volteo mi padre.

-Mad. -le corregi.

-Compartiras el cuarto con Lindsay, hasta que nos mudemos a una nueva casa más grande. -sonrió.

Ah esto le llamo hacer mierda mi vida en un segundo.

-¿Que? no, de ninguna manera, no. -me negué rotundamente. -¿En que cabeza cabe? Estas demente papá.

El semáforo dio en verde y mi padre puso el coche en marcha.