Salida de hermanos, llamada y humillación pública.

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  Riker y yo ya estábamos en la calle, nos encontrábamos tres cuadras separados del internado del horror.
—No quiero comer helado, ¿Qué tal si vamos a un bar y tomamos algo? —propone Riker cruzándose de brazos.
—De acuerdo, hay un bar cerca de aquí —respondo arreglando mi cabello. Riker se ríe y yo me ubicó. Me doy cuenta de que estamos cerca de aquél bar al que una vez fui con Laura. Sonrió ampliamente ante el recuerdo de ese día.
—¿Y esa sonrisa de idiota? —mi hermano me codea y me saca de mis pensamientos —. ¿No estarás pensando en Laura? —se carcajeó ante esa pregunta.
—Claro que no —respondí a la defensiva —. Sólo pensaba en los recuerdos que tengo en ese bar. Y comienza a caminar, o sino te dejaré por tú propia cuenta, torpe.
Comencé a caminar a pasos rápidos y Riker me seguía por detrás, trotando intentando alcanzarme. Pobre Riker, es bastante astuto e inteligente, pero correr no es precisamente su mayor destreza.
Llegamos después de caminar durante unos veinte minutos, al entrar vimos a muchas personas bailando, conversando y bebiendo. Riker y yo fuimos a la barra, donde pedimos los dos un tequila.
—¿No quieres bailar, guapo?
Una chica de cabello color naranja se acerca a mí. Levantó mi vista y me encuentro con que lleva muy poca ropa, una camisa sin mangas con un escote muy marcado y un pantalón negro, corto. Ella sonreía y jugaba con su cabello, de modo coqueto.
—Tengo novia y no estoy interesado —respondí cortante. Ella abrió su boca con sorpresa y luego frunció el ceño y se fue. Riker me miró con una ceja alzada.
—Pensé que lo que tenías con Laura era una simple apuesta —comentó bebiendo algo de su vaso para disimular.
—Es una apuesta —respondí con seguridad —. Pero de todas formas, no me voy a acostar con la primera mujer que aparezca en mi vida —aclaré, de hecho la idea me parecía repugnante. Aunque en el colegio me acosté con algunas chicas, por lo menos las conocía y sabía algo acerca de ellas, nunca me acostaría con una desconocida.
—Hermano, creo que si quieres mantenerte alejado de tantas chicas, debemos salir de aquí —Riker miró disimuladamente la pista de baile, seguí su mirada y me di cuenta de que muchas chicas nos saludaron, nosotros respondimos el saludo, con una sonrisa falsa.
—¿Vayamos a una tienda? —propuse.
—¿Quieres ver ropa, acaso? —preguntó frunciendo el ceño.
—Obviamente no —rodé los ojos, él asintió. Tomé un poco de líquido para aclarar mi garganta, había que hablar fuerte debido a la fuerte música —. Podemos ir a la parte de tecnología, ya sabes, lo moderno.
—Me agrada —Riker se puso de pie con una sonrisa, yo lo imité, dejamos los vasos sobre el bar y atravesando el tumulto que había ahí dentro, conseguimos salir del lugar.
—Cruzando la calle tenemos varias tiendas, ven, miremos un poco.
Cruzamos la calle y al caminar derecho, nos encontramos con un Mall de cuatro pisos, era enorme y por fuera se veía bastante llamativo. En el primer piso se encontraba el Tottus y una tienda llamada MusiMundo.
—Ven, entremos a MusiMundo —Riker habló con voz de mando, lo cual significaba que quería comprar algo en dicha tienda.
Simplemente asiento y lo sigo. Pasa por algunos instrumentos, hasta que se detiene en las guitarras, observa las guitarras eléctricas, frunce el ceño, no se ve muy convencido. Más al fondo se encuentran las guitarras normales, esas que son de madera. Hay de distintos diseños, se concentra en una que es de color rojo, y en la parte donde va el círculo, tiene pegada una estrella. Él sonríe ampliamente y asiente para sí mismo.
—Esa guitarra ya grita mi nombre —dice sonriente.
—Sé nota, tienes una cara de enamorado increíble. ¿Para cuándo la boda? —preguntó a modo de broma, mi hermano pasa por mi lado y habla con el vendedor. Él saca la guitarra, Riker utiliza su tarjeta de crédito y de ese modo finaliza la compra. Se acerca a mí aún sonriendo.
—Ahora podemos ver cualquier otra tienda —dice abrazando su nueva guitarra, se ve tan feliz que incluso me dan ganas de reír.
Caminamos un poco y encontramos una tienda en la cual venden cónsolas modernas, tienen Play 3, Play 4 y también muchos juegos. Mis ojos brilla, aunque sé que si compro una de esas cónsolas, tendré que compartirla con Riker, y eso es lo que menos quiero. ¡Riker es el peor jugador de la historia! Siempre pierde en cada juego, sin importar de qué se trate. Una vez, cuando teníamos 14 me hizo perder en Mario Kart Wii, debido a que no sabía cómo conducir esos autos, a veces puede ser bastante torpe.
Después de observar varias tiendas tecnológicas, decidimos que es hora de ser felices y comer algo de chatarra. Uno de los guardias nos comenta que los locales de comida se encuentran en el cuarto piso. Tomamos el ascensor y llegamos al cuarto piso. Estamos en una terraza, hay una gran variedad de personas, todos sonríen. Entramos al lugar, y hay muchos locales de comida diferentes.
—Mc Donal's susurra mi nombre, Grido me llama con total anhelo, pero Doggis me desea —comenta Riker al ver tantos restaurantes en un sólo lugar.
—¡Eres un tonto! —le digo rodando los ojos —. Yo tengo ganas de comer un hot-dog, así que me iré a Doggis.
—Bueno... Yo comeré lo mismo.
—¿Por qué? Dijiste que querías Mc Donal's, Grido o Doggis —le recuerdo. Él me mira con una cara de risa tremenda, sé que dirá una tontería...
—Es que somos hermanos, y sabes que no me gusta que estemos separados. Además, tenemos cierta...
—¿Te da miedo hacer la fila solo, no es cierto? —preguntó enarcando la ceja.
—¡Sí! —responde gritando, algunas personas se dan vuelta para mirarnos y yo simplemente sonrió avergonzado —. ¡No sé cómo volver al internado! Sabes que no tengo tan buen sentido de la orientación como tú, ¡Sólo quiero que no me dejes tirado! Recuerdo perfectamente una vez que fuimos al parque solos y después tú volviste...
—¡Madura, Riker! —lo interrumpo frustrado —. Eres el hermano mayor, se supone que eres el más astuto y el más inteligente.
Él suspira y rueda los ojos.
—Al menos soy el más guapo —dice sonriendo y asintiendo, como si fuese tan importante ser guapo.
—Tú harás la fila mientras yo me quedaré sentado cuidando a tú guitarra —dije a modo de mando. Él abrió los ojos de par en par.
—¡No tocarás a Nicole! —grita abrazando a su guitarra, yo enarcó ambas cejas y ruedo mis ojos.
—¿Le pusiste nombre? —preguntó con tono serio, de no poder creer lo que está diciendo.
—¡Claro que sí! —responde con seguridad —. Y no dejaré que le hagas daño, eres malvado.
—¡Pareces un niño!
—¡Mira quién lo dice, eres el menor!
Mi hermano y yo comenzamos a discutir, nuestra discusión llamó tanto la atención que nos convertirmos en el centro de atención. Nos tomaron fotografías. Y llegó un guardia, que nos tuvo que separar. Lo sé, mi hermano y yo somos intensos.
Finalmente, yo me senté con la guitarra que aparentemente tiene nombre. ¡Tonterías! El fue a la fila, que no era tan larga. En ocasiones me lanzaba miradas de odio, y yo como soy tan maduro le sacaba la lengua.
Después de unos diez minutos, volvió con las bandejas.
Vi mi bandeja y contenía un gran hot-dog con palta, cebolla, tomate y los correspondientes condimentos. Junto a un vaso de Coca-Cola y servilletas. Vi a Riker, él tenía lo mismo, sólo que en vez de Coca-Cola, Kem Piña.
—Deberías darme las gracias, después de todo si hice la fila —dice Riker con tono sentido.
—Gracias por provocar que un guardia venga a separarnos y que ahora nos encontremos en celulares ajenos —respondo con sarcasmo. Él rueda los ojos, mostrándose ofendido.
—Malagradecido... —murmura serio.
—Niñito inmaduro... —murmuro del mismo modo.
Los dos comenzamos a comer entre broma y broma. Se ensucia tanto al comer que me recuerda a un niño pequeño, mientras que yo me rió feliz, es bueno pasar tiempo con mi hermano. Hacemos algunas bromas, peleamos otro poco y somos felices.
Mi celular comienza a sonar, y mi rostro se deforma en seguida al ver que se trata de mi madre, Stormie.
—¿Qué pasa? —pregunta Riker al notar mi radical cambio, se ve preocupado.
—Se trata de mamá —respondo en un susurro. Riker abre sus ojos como platos y me hace señas para que atienda mi celular de inmediato, eso hago —. Hola, mamá —saludo mientras ruedo mis ojos.
—¿Y ese ánimo? —pregunta mi madre en vez de saludar, frunzo mi ceño. ¿Por qué no es cariñosa conmigo? Ni siquiera se comporta como una madre —. Hemos tenido una comunicación tan mala cariño, ni siquiera me contaste que tienes novia, eso no se hace.
Mis ojos se abrieron de par en par. ¿Mi madre se enteró de que tengo una novia sin que yo se lo dijera? ¿Cómo lo hizo? Ella siempre está en todas partes, odio eso, sabe todo.
—Ah, te lo iba a decir cuando...
—Cuando lo creyeras conveniente, claro —se adelantó a decir, yo asentí aunque sabía que ellla no me estaba viendo —. Escucha, no te regañaré ahora porque para eso quiero tenerte frente a frente —dijo con la voz seria, bastante enojada —. Tendrás que venir con ella mañana para que yo tome una decisión. Los espero, o sino soy capaz de ir a...
Colgué el maldito aparato y lo guardé de mala gana en mi bolsillo, no tenía ganas de seguir escuchando tonterías. Mi madre cree que puede decidir todo por mí, como si yo fuese un niño, eso me molesta de sobremanera.
—Esa carita... —comentó Riker, y lo fulminé con la mirada —, ¿Qué te dijo?
—Mañana quiere conocer a mi novia —respondí serio.
—¿Cómo así? ¿Cuándo le dijiste que tenías novia? Pensé que lo harías después de las clases de modales de Laura —Riker me miraba con el ceño fruncido.
—Eso es lo que yo quería hacer, pero alguien le contó a mamá antes y arruinó todo —respondí de mala gana y tomé un largo sorbo de bebida, para quitar el mal sabor que se había formado en mi boca en ese preciso momento.
—Lo único que sé hermano, es que... —puso sus manos en mis hombros en ese momento, mirándome de modo serio —, Tenemos más trabajo que antes.
Asentí, eso era más que obvio.
—El mayor trabajo será convencer a Laura de que debe acompañarme —comenté en un susurro, pero Riker me escuchó porque asintió.
—...—
Vanessa y yo habíamos bajado a la cafetería. Debido a que yo ya no tenía ganas de seguir con eso de las clases para ser una dama, ya que era agotador. Vanessa dijo que en la cafetería también podría ayudarme, porque hay ciertas reglas que se deben seguir en la mesa. Yo no estaba dispuesta, pero con tal de comer, lo aceptaría.
En ese momento, nos sentamos en una mesa vacía, cerca de donde estaba la cocinera y con ella, la comida. Vanessa fue a buscar una bandeja y yo me quedé esperándola. Volvió con un pedazo de pastel de manjar, y luego fue por un plato aparte, en donde había arroz con carne y un poco de tomate al lado. El pastel se veía delicioso.
—Como podrás ver, puse una gran variedad de utencilios —explicó. Vi al lado de los platos y había tres utencilios de cada tipo. Fruncí el ceño, ¿Qué diablos? —. Cada comida se debe comer con el cubierto indicado, ¿Con qué tenedor comerías pastel?
Tomé un tenedor, pero Vanessa negó con la cabeza, fui a la segunda opción y ella repitió su acción, finalmente tomé el tercero y ella asintió.
—El tamaño del tenedor es importante, porque sino el pastel se caerá y ensuciarás tú ropa —comentó al ver que tomé la elección correcta, yo asentí, no sabía de eso —. Y también, puedes comerlo con cuchara, pero debes cuidar que sea una profunda, para que no te ensucies.
Después hicimos el ejercicio para ver el cuchillo indicado para cortar la carne, me empezaba a desesperar porque tendría que buscar el tenedor indicado para comer la carne y la cuchara correcta para comer el arroz. ¡Esto es una tontería! En cualquier momento explotaría y no estaba dispuesta a insultar a Vanessa, ya que es mi única amiga aquí.
—¡Esto es tonto! —grité al equivocarme como por tercera vez. Vanessa abrió sus ojos como platos y me vio preocupada.
—Laura, es algo simple, sólo concéntrate y pon de tú parte —respondió con tono suave, sus ojos se veían suplicantes.
En ese momento me di cuenta de que Vanessa siempre se comporta de un modo simpático, dulce y amable. Ella siempre es delicada, es una dama, se comporta muy bien. Y también recordé que ella hace esto porque quiere pasar tiempo con Riker, ¿Podría hacer un sacrificio por una amiga? Claro que sí. Si después de todo, tal vez podría ayudarla también y conseguir que Riker se enamore de ella, creo que no es algo tan difícil.
—Lo intentaré —respondí sonriendo de lado, ella sonrió ampliamente. Me concentré en las tres opciones que tenía para cortar la carne, iba a tomar un cuchillo, pero en eso, alguien se paró a mí lado. Levanté la vista y me encontré con la mirada de Maia, ¡Genial! ¡Lo que me faltaba!
—Vanessa, querida, pierdes el tiempo en intentar enseñar a está bruta —comentó Maia con tono burlón, aguantando su risa —. Una persona que no tiene modales, no los aprende de un día para el otro. Y alguien tan bruta como Laura, morirá de ese modo.
Vanessa frunció el ceño y me miró, yo tenías ambas manos hechas puños, estaba furiosa. ¡Maia es una tarada! Se cree la mejor en todo y eso no es así.
—Maia, yo creo que...
—¿Tú tienes opinión? —pregunta la aludida sorprendida, interrumpiendo a mi amiga —. Siempre pensé que eras una chica sin boca, sin voz —se hizo la sorprendida y pude escuchar algunas risas, ella sonrió. Vi a mi amiga que bajó la mirada, apenada.
¡No permitiría que humillen a Vanessa! La única chica en éste lugar que realmente se comporta como una dama.
Me levanté de la mesa de inmediato, y miré a Maia con la peor mirada fulminante que pude colocar en ese momento, ella se sorprendió al principio pero me devolvió la mirada.
—¡Deja de molestarme por una vez en tú vida! —exclamé irritada, acercándome a ella —. Sé que me odias, pero no porque me odies debes molestar a Vanessa, ¡Dejála en paz! —dije con tono serio, mandón. Maia retrocedió un poco, eso me hizo sonreír —. Y quiero dejarte en claro que aunque me molestes durante todo el año, ¡No me iré! Puede que te moleste que una chica como yo... —me señalé por completo, desde la cabeza hasta los pies —... Se encuentre en un lugar como éste, pero por mucho que te moleste, yo estoy bien aquí. ¡Sólo mírame! —señalé mi rostro, y sonreí ampliamente. Para demostrar mi punto.
Maia se quedó callada, pude sentir algunos lejanos aplausos, Vanessa se reía en ese momento y yo sonreí. Nunca en toda mi vida había visto a Maia tan incómoda, se sentía bien dejarla en su lugar por una vez. Una loca idea llegó a mi cerebro, y sabía que era el momento perfecto para devolverle todo lo que alguna vez me hizo a mí, la humillaría un poco, aunque estaba mal.
—Tú simplemente tienes envidia de mí... —proseguí, diría algo tan jugoso que mi cerebro aplaudía debido a mi repentina valentía —... Tienes envidia porque una chica pobre sale con un chico millonario, ¡Y no cualquier millonario! Justamente, Ross Lynch. Él chico que tú deseas y que ni siquiera te da la hora.
Algunas personas aplaudieron, otras comenzaron a reír a carcajadas y escuché un sónoro "¡UH!" alrededor. En eso, Maia me miró con furia en sus ojos, creí que me golpearía, pero no lo hizo, simplemente dio un suspiro.
—¡Espero que puedas conseguir una vida propia! Que no estés siempre pendiente de lo que la gente dice de ti —esto último lo dije con rabia.
Me volví a sentar, mi amiga me dio un abrazo y yo lo correspondí. Creo que ella me estaba agradeciendo de ese modo.
—No te haré nada, ya que tanta felicidad que sientes ahora, se acabará pronto —dijo Maia en un tono pausado y realmente frío, me dieron escalofríos, parecía un muerto viviente, era espantoso. Y así como llegó, se fue, de inmediato.
Los demás estudiantes siguieron con su vida, con lo que hacían y ya. Vanessa me miró, y sonrió.
—¡Eso estuvo increíble! ¡Conseguiste dejar a Maia sin palabras! —ambas nos dimos los cinco, chocando las manos con felicidad —. Aunque una dama nunca pelea con nadie, eso no es bien visto —fulminé a mi amiga con la mirada. ¿En serio decía eso en un momento como este? —. Palabras equivocadas, lo entiendo, lo siento —se disculpó rápidamente.
—No más entrenamiento por hoy —advertí mientras comenzaba a comer el pastel, tenía mal sabor de boca debido a la pelea que tuve con Maia.  

Ross y Riker salieron juntos, después de todo Riker no se quería quedar sólo. Jajaja, eso es tan tierno, aunque medio raro. (Eso es lo que yo hago, cuando salgo no me gusta que me dejen sola, prefiero sentarme muy cerca de la fila, jaja. Pero hablando en serio, así soy yo).

Laura se atrevió a enfrentar a Maia, la dejó sin palabras. ¡Increíble! ¿Les gustó eso? Pues, con esas clases de modales, con todo ese estrés, creo que... ¡Explotó!

Mm... Ahora Laura tendrá que cenar con Ross y Stormie. ¿Cómo lo harán? Jaja, esto se pone bueno.

Un amor de ensueño.Where stories live. Discover now