Capitulo cuarenta y siete: knock knock, ¿quien anda alli?

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- ¿Cómo confundes Kitter con Keith? - le pregunto entre risas a Bany cuando ya he cortado la llamada.
- Bueno, ambas se pronuncian de formas parecidas - se defiende ella. - Además, Aaron sugirió el nombre, no yo.
- Lo lamento, fue lo primero que se me ocurrió. - añade mi hermano. - ¿Cómo está la tía Kitter?
- Bien, llamó para confirmar nuestra asistencia al cumpleaños de Thomas. - respondo mientras me siento a la mesa junto a mis amigos. - Es lamentable que Jessica y Cameron hayan escuchado la equivocación.
- Cameron no debería preocuparte, Bethie. - me recuerda Grayson. - Deberían preocuparte los freshmen.
- Oh, de alejarlos me encargo yo. - dice Aaron y me rodea instintivamente por los hombros.
- Y yo te ayudo. - añade Bany y recarga su cabeza en mi hombro derecho, justo donde descansa la mano de mi hermano.

El día transcurre tranquilo, pero no puedo evitar atormentarme por momentos con la idea de que a Cameron le haya afectado escuchar el nombre de Keith. Ellos no se llevaban bien y no creo que ahora eso haya cambiado mágicamente.

- ¿Y si le envió un mensaje? - Bany niega con la cabeza mientras me ve a través del espejo del baño y se aplica labial rosa. - Solo para asegurarme que está bien.
- No, Bethie, no lo harás. - dice ella, tomándome intempestivamente por los hombros. - Tuvo su oportunidad y no la aprovechó. Fin de la historia.

Suelto un suspiro resignada y asiento. Tal vez tiene razón... Entonces, ¿por qué siento que debería explicarle las cosas? ¿Por qué siento que debería hacer cualquier cosa para que las cosas vuelvan a estar bien entre nosotros?

Bany y yo nos reunimos a almorzar en un restaurante de comida china con mi hermano y los gemelos. Pedimos varios platos para compartirlos entre todos y conversamos sobre nuestros días mientras comemos.

- Ella prácticamente le pedía a gritos que la invitara a salir, pero él solo se quedo viendo como la chica pasaba. - nos cuenta Grayson sobre su hermano. - A veces creo que nunca va a conseguir novia. - añade y todos estallamos en carcajadas. Todos excepto Ethan, quien mira su teléfono celular.
- ¿Pasa algo, Ethan? - me animo a preguntarle y sostengo una de sus mano, la que sostiene su celular.
- No, no, tranquila. - intenta tranquilizarme y guarda su teléfono en su bolsillo con una gran sonrisa.
- Si necesitas conversar, aquí me tienes. - le recuerdo con una sonrisa.
- Lo sé, Bethie. Gracias. - responde con una sonrisa el doble de grande y pellizca mi mejilla.

Los Dolan y Bany regresan a su casa, esta noche no se quedara ninguno de ellos en el apartamento que comparto con mi hermano. Así que Aaron pide un taxi para ambos y llegamos a casa al cabo de media hora.

Mi hermano me da un beso en la frente antes de que arrastre los pies por el pasillo hasta mi habitación. Me quito los zapatos y los cambio por unas pantuflas rosas. Me acerco a mi armario y, entre el desastre que hice esta mañana para buscar mi ropa, intento ubicar algo más cómodo que lo que llevo puesto.

- En Lousiana era tan organizada. - digo con nostalgia y sigo batallando con toda mi ropa.

Comienzo a sacar todas las prendas y comenzar a doblarlas para luego facilitar mi búsqueda. Abrazo una cantidad de blusas y chaquetas y las suelto sobre la cama. Tomo una por una para doblarlas y, cuando voy a tomar una prenda más, me detengo intempestivamente.

Es la chaqueta de Cameron.

Cuando llegué a San Diego y me di cuenta que Mar había empacado la chaqueta, la guardé al fondo del armario, pero parece que se niega a desaparecer.

Me quedo viéndola fijamente por unos segundos antes de tomarla entre mis manos y sentir la textura de esta. Debería volver a guardarla, pero, en lugar de ello, la acerco a mi rostro e inhalo el perfume de Cameron que, aunque ya es débil, sigue impregnado en la chaqueta.

Cielos, enserio lo extraño.

Para culminar con mi locura, me coloco la chaqueta y me tiendo sobre la cama. Cierro los ojos lentamente y se reproducen frente a mí todos los recuerdos que tengo junto a él, junto a esa persona que, aunque quiero negarlo, quiero más de lo que jamás imaginé.

Meto mis manos en los bolsillos de la chaqueta mientras abro los ojos para intentar distraerme de todo y evitar que mis ojos se llenen de lagrimas. Pero un papel suave en uno de los bolsillos me llama la atención y lo saco para poder verlo.

No es un papel, es una foto.

- ¿Por qué me haces esto? - le pregunto al aire en un susurro.

Es una foto de ambos. Cameron me abraza fuertemente por detrás y ambos nos estamos viendo a los ojos con una gran sonrisa en nuestros rostros. Recuerdo que nos tomamos esa foto en el paseo familiar que tuvimos en Louisiana.

Nos vemos como una pareja, pero ese no es el problema. El problema es que desearía que fuese real.

Volteo la foto para ver el reverso y noto una inscripción con la letra de Cameron.

"Entre mis brazos sostengo a una persona que, sin pensarlo, se volvió más valiosa que todo el oro del mundo y a la que quiero con todo el corazón."

- Me quiere. - susurro.

Cielos, enserio me quiere. Y yo fui tan tonta al alejarlo y al enojarme por irse a ayudar a su mejor amiga.

Desearía poder corregir ese error que me costó la amistad con Cameron y lo que comenzaba a formarse entre ambos.

- ¿Lo extrañas? - doy un salto en mi sitio cuando escucho a mi hermano.
- Sé que dije que lo iba a superar, pero no puedo evitar sentir que ignorarlo no es lo correcto.
- Estabas enojada con él, Beth, es normal.
- Es que... No lo sé.
- Yo te lo advertí en Los Ángeles. - me recuerda Aaron y se acerca a la cama. - Yo noté que algo pasaba entre ustedes y esa fue una de las razones para dudar de tu relación con Jacob. No dudo que lo quisiste mucho cuando estuvieron juntos, pero Cameron siempre ha estado en tu corazón.
- ¿Fui una mala persona al estar con Jacob? - pregunto aterrada de que sea así.
- Creo que deseabas querer a Jacob más de lo que en realidad lo hacías.
- ¿Qué clase de persona me vuelve eso? - me lamento mientras cubro mi rostro con ambas manos. - ¿Qué clase de persona soy si quería a Cameron mientras tenía una relación?
- ¿Acabas de admitir que quieres a Cameron? - pregunta sorprendido mi hermano y yo lo fulmino con la mirada.
- Concéntrate. - le pido y él, a modo de disculpa, me atrae a su pecho.
- No eres mala persona, Bethie, solo te confundiste. - me explica. - A mucha gente le pasa y es que descifrar lo que nos trata de decir el corazón es complicado.
- Pero se supone que debemos olvidar nuestro verano en Los Ángeles, Aaron, no recordarlo.
- Yo sigo queriendo a Jessica, a pesar de todo lo que ha pasado, y tú sigues queriendo a Cameron. No podemos olvidarlos de un momento a otro, eso toma tiempo.
- Lo sé, es solo que quisiera...

Unos golpes en la puerta me interrumpen y mi hermano me dirige una mirada extrañada.

No estamos esperando a alguien.


¿Quién es? ¿Quién ha venido?
Qué emoción, al fin dijo que quiere a Cameron!!!

Hit me with your best shot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora