Mi vida empieza y acaba contigo

XLVI

Liv

Pasaron varias semanas, no había pasado nada diferente, la cafetería había cerrado por remodelación, Hugo nos había pedido que tomáramos un descanso.

Faltaban dos días para el cumpleaños de Alaric y toda la semana me pasaba molestando con que ya era más viejo que yo. También ya casi saldríamos, ya terminaríamos el instituto y seríamos libres. Recordando el cumpleaños de Alaric, le había comentado a Hugo y él me dijo que íbamos a poder usar su casa para poder celebrar su cumpleaños y también le había comentado que Alaric amaba la música, Hugo conocía a un productor, eran viejos amigos y decía que le debía favores, tal vez le diría que viniese a ver a Alaric para escucharlo cantar.

-Liv, venga que ya está la cena -escuché a Alaric desde la sala.

-Ya voy jajaja - volteé y le miré - pareces mi papá - me burlé.

-Jajaja ¿Me dices viejo?

-Jajaja no lo sé, ya casi cumples años.

Vino hacia mí lo más rápido que pudo, me levantó del sillón y me cargó sobre su hombro, empezó a dar muchas vueltas que ni tiempo de contarlas pude.

-¡Ahh! -Gritaba

-Jajaja-me bajó y me dejó en el comedor-vale hay que cenar.

Al siguiente día en el instituto, yo me pasaba planeando toda la fiesta con Amy. Durante las semanas pasadas habíamos conocido a muchas personas y parecía que me caían como lluvia las mismas palabras de la mayoría de los nuevos amigos que había hecho:

-No eres como todos decían.
-No sé por qué no te habíamos conocido antes.
-No me importa lo que digan de ti.

Yo siempre agachaba la mirada y muchas veces decía gracias, y ellos se sentían muy seguros de hablar conmigo, ya Elena y Natalia no les hacían nada, pero muy en el fondo sabía que algo pasaría.

Abril, Agus, Apollo, Luna, Renne, Ike, Luca y sobre todo Amy eran muy diferentes pero muy buenos conmigo y con Alaric, todos me están ayudando a planear la fiesta.

Todos nos juntamos en la cafetería y ahí empezamos a organizarnos para su fiesta.
Ya habíamos quedado que sería en la casa de Hugo, su casa parecía de película, pero ya estaba todo listo, Apollo decía que el conocía a un Dj para que llevase la música; Agus y Renne llevarían las bebidas y algunas cosas de comer; Ike, Abril y Luna nos ayudarían ha hacer que la fiesta fuese una una locura; y por último Luca y Amy me ayudarían a acomodar la cosa y Llevar las cosas necesaria para que todo fuese perfecto.

-Vale ya todos saben que tiene que hacer -dije a todos.

-¡Oye, pero falta lo más importante! -dijo Luca.

-No, para nada.

-Claro que sí, yo y Amy haremos eso, será tanto una sorpresa para ti como para Alaric -Amy lo abrazó.

-Jajaja, está bien.

Todos nos fuimos por lados diferentes, yo iba con Luca y Amy, salimos del instituto y ahí espere a Alaric, para irnos. Mande un mensaje a Hugo para saber si todo estaba listo, igual él tenía listo su regalo y también llevaría algunos invitados más.

No sé cómo describir a todos. Bueno Abril, es algo chiquita, de cabello quebradizo, un poco rubio pero por un tinte. Agus, era muy alto, estaba muy fuerte, se veía que iba al gym o algo parecido. Apollo, era un hipster, toda la descripción de la palabra, usaba esas camisas tipo leñador, no era muy alto pero tampoco muy bajo, pantalón ajustado, y también se notaba que iba al gimnasio porque esa ropa no le quedaba nada mal. Luna, muy alegre, ella era casi de mi tamaño, casi para todo se reía, su cabello muy chino, se veía espectacular. Renne, tenía un tipo de cabello diferente, era rojo natural, tan bonita. Ike, era alto, rubio y siempre se vestía muy formal pero informal a la vez.

-Pequeña, vayámonos jajaja - volteé y lo recibí con un beso.

-Vale - Ya estaba cansada y casi rendida.

-Oye, ¿quieres ir al cine conmigo? - puso una cara tierna.

-Obviamente, pero esta vez ¡no te duermas! - Golpeé levemente su pecho.

Alaric me llevó, compramos los boletos, algunas golosinas, y entramos. Cuando sabíamos los escalones de las butacas, Alaric me pidió que sostuviera la bandeja de golosinas yo accedí sin problemas, se retrasó un poco y me dijo un tanto apresurado que tomara fuerte la bandeja, sentí que me levantó, me cargó en brazos hasta las butacas que se nos habían asignado.