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-¿Por qué estás aquí?, ¿no eres una niña buena?- con tono burlesco, ríe mientras juega con mi pelo de manera fogosa.

-Detenté... Qui-iero estudiar- logró susurrar, pero no escucha.

Escucho el estruendo de un puño que impacta contra algo duro. Me sobresalto por el susto que me ha dado, agachó la cabeza. Matt no se inmuta, no se mueve, se queda allí como estatua.

-¡Señor Matthew!, ¿como se le ocurre?, ¡alejesé de la señorita Jones en este instante!- bufa como toro, sus fosas nasales se dilatan, signo de que esta molesta -Esto no es un motel, ¡alejesé, ya!...- continúa gritándole, los demás disfrutan dem espectáculo, yo me revuelvo incómoda en el asiento, mis mejillas estan rojas, parezco un tomate.
Veo como la profesora se sienta furiosa, mira a Matt con una mueca y a los segundos se quedá dormida.

Matt aún esta cerca, no se mueve. Un quejido sale de sus labios, escucho el crujido de su vieja silla cuando se incorpora en esta. Ya no siento su respiración y bocanadas calientes contra mi cuello y oído, suelto un suspiro y sigo con mis apuntes.

-¿Cuanto falta para que terminé esta mierda?- pregunta alguien que se me hace conocido, levanto la mirada a la puerta. Es Johnson, ¿está castigado? Mi mirada viaja hasta su mano, la lleva entrelazada con su novia, Anna. Ella es muy guapa, es esbelta y morena, como una modelo. Ella no es como las demás, no se comporta como estúpida, no se comporta como Johnson, Matt o su grupo. Ella es diferente, el es afortunado por tenerla, todos la desean. Es una de las pocas personas en las que confió, es la única que me habla y me trata bien.
Sonríe curvando sus labios y muestra su perfecta hilera dientes alza su delicada mano y saluda moviendo sus dedos, le sonrió de vuelta.

-¿Estás castigado?, ¿que hiciste ahora?- ríe Matt a mi lado.

-No hice nada, imbécil- Anna le golpea el brazo- Lo siento, nena- se disculpa por el insulto.

-Marica...- susurra, Johnson no lo escucha.

-¿Vienes o no?- pregunta por última vez cabreado.

-¿Adondé, primero que todo? Ya que tu siempre eliges lugares de mierda y...- Johnson lo interrumpe.

-Fue Shawn, el lo eligió. Es mejor que vayas, se hace tarde.

-¿Adondé iremos?- cuestiona Matt.

-Matt, deja de hacer preguntas estúpidas, te estamos salvando de castigo e iremos a un lugar, luego no te quejes...

-Esta bien, ya callaté, vamos. Espera afuera, debo llevar mi teléfono, lo tiene la gorda- dice apuntando a la profesora que yace en la incómoda silla, me percató de como le cae la baba.

-Más te vale hacerlo deprisa, apurate.

Johnson y Anna se van por el pasillo.

Matt me chispea, tapó mi lateral del rostro para simular que no lo escuchó.

-Se que me escuchas, preciosa- me sonrojo y tapó más mi rostro.

Me toma de los hombros y me gira hacia el, despeja mi rostro de cabellos sueltos y sus manos vuelven a la mesa.

-¿Quieres salir de aquí?- dice al fin, pienso un poco mi respuesta. La verdad es que quiero, pero el querrá algo cambio. Aunque... Mamá mee espera, y son tres horas de castigo, si mamá se entera de esto y llego tarde a casa, seguro me mata.

-No estoy para todo el día, nena, ¿quieres o no? Si no, tu te lo pierdes- trago grueso, no lo pienso más y asiento sin ganas.

-Buena decisión- sonríe, mis mejillas se tornan rápidamente de un rojizo color, sus labios se curvan aún más, dios, debe haberse dado cuenta.

Agacho la cabeza para que mi liso y suelto cabello caiga y tape mi rostro.
La mano de se acerca poco a poco, toma mi barbilla entre sus dedos y la alza, instantáneamente mi cabello cae hacia atrás y por los lados de mi cara.

-No hagas eso, no me gusta que tapes tu rostro. Eres muy bonita como para no demostrarles cuan en realidad hermosa eres- me derrito ante sus palabras, no sé si creerle, soy demasiado fea.

Se pone de pie, me hago pequeña al ver a Matt frente a mi, es demasiado alto, parezco una hormiga junto a el. Su gran altura hace que me encoja, siento que tiene poder ante mi con tan solo que se ponga de pie.

-Antes de irnos, debes sacar tu teléfono...-

-¿Y el tu-tuyo...?- tartamudeo.

-No se lo entregué- dijo sacándolo de su bolsillo trasero y agitándolo de un lado a otro frente mi rostro.

-E-entonces... ¿por qué le dijiste eso a Johnson?- preguntó incrédula.

Niega con la cabeza y sonríe: -Nena, tenía que convencerte antes de irme, esa fue mi excusa, era mi única opción, aunque... Aceptaste rápido. Pensé que te demorarías menos. Al parecer no eres un angelito como todos creen...- sonríe aún más y toca con su largo dedo índice mi mejilla sonrojada.
Me acerco temblorosa a la maestra, pero retrocedo con miedo en mi cuerpo, ¿y si me pilla?, soy muy torpe. Llego al lado de Matt y me sitúo alli.

-N-no pu-puedo- le digo con nervios.

-Tranquila, no te asustes, linda- dice para darse la vuelta hacia el pizarron.

Se aleja hasta la mesa de la profesora y mete la mano dentro de una caja de cartón que hay encima, saca de esta un teléfono, enfoco la vista y aprecio como sus manos tocan mi teléfono.

Hace un gesto hacía sí para que salgamos, recojo mis cosas y me dirijo a Matt que esta ya fuera del salón. Me entrega mi teléfono y lo guardo de inmediato, ni siquiera reviso mis mensajes o notificaciones.

Caminamos por el pasillo hasta la salida, en el trayecto pienso: "Espero, jamás, volver a ese horrible lugar"

Cruzamos las puertas de vidrio y Matt me detiene en seco.

-Me debes una, Dylan. Una muy grande- lo que me temía, sonríe y ríe con la cabeza hacia atrás, besa mi sien y se va trotando hasta el coche de Cameron.

¿Cómo él sabe mi nombre?

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Gracias por leer

Broken Hearts {matthew espinosa} ; en EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora