Capítulo 37.

291 11 0
                                    

Corro por donde Niall ha salido con la moto, le he perdido de vista hace rato pero sé a donde tengo que ir, las calles empiezan a estar más oscuras. Y tengo una sensación de haber vivido esto antes. Las lágrimas caen por mis ojos, y miro hacia todos los sitios, con esperanza de encontrarle, corro y susurro su nombre.  Mi pequeño habitante hace de las suyas dandome un pinchazo en el estomago, pero tengo que seguir buscando a Niall,  me meto entre los oscuros callejones, y susurro su nombre una y otra vez, no veo a nadie ni oigo nada, vuelvo a salir a la larga calle por la que vine y me agobio, corro y me pongo las manos en la cabeza, lloro, rezo, rezo porque esté bien. 

-Por favor, por favor, que este bien...- Rezo, junto las manos, suplico y cierro los ojos. Noto que alguien me agarra por detrás y me sobresalto pero es Niall.

-Vete, de aqui, escondete Lucía, por favor, escondete.- Me dice en un susurro y yo asiento y me escondo detras de unas escaleras de emergencia que salen de un bloque de pisos. 

Veo como Niall se queda en el medio de la calle, duro, frio, con los puños apretados, y alguien se le acerca, veo la silueta de un chico, un chico al que yo conocía muy bien, al que yo le habia dado parte de mi, alguien que me conocía mejor que nadie, y al que ahora tenia un miedo más grande de lo que se puede imaginar cualquier persona.

- Estas aqui rubito...- Dice con asco Zayn que le rodea, Niall sigue con la vista perdida, mirando al frente con los puños apretados.- ¿No vas a tener la decencia de mirar a tu hermano?

-Por lo que a mi respecta tú y yo nunca hemos sido hermanos.- Dice Niall tensando la mandibula.- Dejanos a Lucía y a mi en paz Zayn. Estamos felices juntos.

-¡¿FELICES?! ¿Y MI FELICIDAD QUÉ?- Dice Zayn elevando el tono y hace que me sobresalte. 

-Zayn...dejanos...- Le suplica Niall calmado, todo lo contrario que Zayn. 

-Si, os voy a dejar, sobre todo a ti, no te volveré a ver, ni tú a mi.- Dice seco frio, y veo como Zayn saca su mano del bolsillo y en ella hay una pistola, se tambalea mientras quita el seguro. Niall aprieta más la mandibula.-¿ Algo que decir antes de morir?

Niall asiente y mira un segundo hacia mi, yo lloro, y grito en silencio, me muerdo mi mano para no gritar y que me descubran, no puedo arriesgar la vida de mi pequeño habitante. Veo como Niall mira dos segundos hacia donde estoy escondida y habla.

-Sí, moriré por amor, por ella, por las dos personas que más amé en mi vida, aunque a una de ellas aún no la haya visto, moriré por mi futura mujer y mi hijo, te quiero Lucía. Y sé que estás enamorada de mi, como yo lo estoy de ti mi niña buena.- Niall vuelve a mirar al frente y yo no puedo moverme, lo que veo al segundo es la rabia de Zayn dibujada en forma de bala junto con todo lo que le han causado las palabras de Niall. El pequeño misil choca contra el pecho de Niall y lo traspasa, este cae al suelo, arrodillandose y despues desplomandose. Grito, no puedo reprimirlo y corro hacia él.

-MONSTRUO.- Le grito a Zayn y me arrodillo junto a Niall que tiene la mirada perdida, mira al oscuro cielo, y veo sus dos labios cerrados, sus pupilas dilatadas y le suplico que se quede conmigo, que no me deje, que es lo más importante que he tenido en la vida, que no me puede hacer esto, no puede dejarme, pero lo peor de todo es que sus ojos tienen la tentación de cerrarse, la tentación de dejarme y no lo puedo soportar, me tumbo junto a su pecho y escucho sus ultimos latidos, manchandome el pelo y media cara de la sangre del padre de mi hijo, de mi amor. Escucho sus debiles latidos recordando cada momento a su lado, escucho una leve respiración salir de su pecho y junto a ella van dos palabras, que nunca voy a olvidar, dos palabras que reprimen todo el amor de una persona, dos palabras que me servirán para arropar a nuestro hijo todas las noches. Dos palabras de la boca de su padre.

-Te quiero...-Dice él cerrando sus dos preciosos ojos azules, dos fuentes de esperanza, dos grandes corazones, mis dos salvavidas en este gran mar en el que ahora estoy sola. 

-Te amo Niall...- Digo sabiendo que no me oye, arrodillada en su sangre, sabiendo que ahora si que estoy vacia, y es que ni el dolor que sentí con Gadih se compara a esto.

Es de noche, he oido un ruido proviniente de cabaña de Gadih, corro hacia ella, y veo a mi pequeño, tirado en el suelo, su boca esta llena de sangre, le zarandeo, grito que despierte, que se pondrá bien. Veo su mirada perdida y le miro rapidamente todo el cuerpo intentando averiguar que le pasa a mi pequeño, veo fuertes sarpullidos en su piel, picaduras. Le abro la boca y veo la garganta irritada, con necesidad de hidratarse.

-Mierda gadih, ¿por qué ¿por qué?- Digo sabiendo la enfermedad que padece en el interior de su garganta, respiro hondo y lo cojo en brazos, lo abrazo contra mi y lo acuno. Lloro desesperadamente, hablandole, con cada una de las promesas que le dije, cada historia de la ciudad que se me ocurre, y al final la vista perdida de mi pequeño se convierte en dos parpados cerrados, por el cansancio de esta vida, por el ajetreo del día a día, su lucha continua, y me culpo, yo podría haber evitado ese cancer en la garganta mezclado con muchas otras enfermedades, yo podría...- Mamá jamás se perdonará esto Gadih, mamá nunca te dejará. 

Un paso hacia adelante, dos hacía atrás. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora