Capítulo 8: Calida Sensación.

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El camino hacia casa era largo pero estar sola serviría de mucho para enfocarme en lo que en realidad importa no ser consumida por mi energía... El cielo parecía vacío más que la sutil luna menguante que apenas iluminaba el sendero por el cual caminaba, el no haber aceptado la propuesta de llevarme a mi casa fue una sabía decisión ya que extrañas veces se puede apreciar momentos de calidad como este.
Pude sentir una extraña sensación muy cerca de mi entrebloc arbustos se podía ver una pequeña luz blanca muy tenue no era peligrosa eso lo podía asegurar.

>¿Hay alguien?
No se escuchaba nada ni siquiera una respiración la luz se habia desvanecido, voltee para asegurarme un parpadeo más tarde estaba frente ami ¿Por qué no la pude sentir en cuanto se acercó? Con mi dedo índice le intente tocar pero al parecer tan solo la traspase.

*.-Auch (escuche una voz muy aguda y débil.)

>¿Quien esta ahí?
De nuevo no se escuchó nada y aquella pequeña luz ya no estaba.

>Extraño...
Me apresuré a seguir caminando.

Llegue a la casa de la señora Shu, había olvidado las ventanas y puertas rotas.

>Que fastidio.
Entre, tome una escoba y comencé a barrer juntando todos los pedazos rotos de madera, cristal y otras cosas que se habían caído cuando Anton había auxiliado a mi tutora para así recoger todo junto.

Después de un rato tan solo había ordenado un poco pero la casa se veía realmente mal, cubrí las ventanas con bolsas de plástico y logre colocar la puerta con un taladro no había quedado muy bien pero por lo menos podía cerrarse.
Subí a mi habitación ya era de madrugada y yo me sentía mal pero con dormir un poco me bastaba.

Estaba de nuevo en ese oscuro sendero en donde me había encontrado aquella luz.

>¿Hola?, ¿Hay alguien?...creo que no.

*.-Aún es muy pronto para que estés aquí...

>Disculpe pero ¿donde esta?

*.-Estoy a tu lado.
Voltee pero solo seguía escuchando esa voz dulce voz de mujer.

>No, no lo estás.

*.-¿Estas segura?

>Claro.

*.-Como dije, aun es muy pronto para que estés aquí.

>No comprendo.

*.-Acércate

>¿A donde?

*.-A los arbusto, ahí fue donde me viste.

>¿Verte?

*.-Solo acércate.

>Esta bien.
Lentamente me acercaba a esos arbustos los cuales se fueron abriendo formando un estrecho camino.

*.-Has crecido tanto, lastima que no dejas el pasado atrás.

>¿A que te refieres?

*.-La muerte de tus padres, ellos pusieron toda su fe en ti, pero muchas cosas pasaron y ahora estas sin su compañía...me corresponde a mi enseñarte en ese hábito.

>¿Conoces a mis padres?

*.-Por supuesto, solo hablamos en dos ocasiones, las suficientes para ayudarte .

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